Después de llegar a mi casa pensé en las cosas que estaba haciendo, <<solo era un trabajo Moy ¿que te puede pasar?>> Me pregunté eso una y varias veces, en ocasiones me daba miedo la decisión que había tomado. Esta parte de mi vida cambiaria algo en mi, estaba a punto de aprender a independizarme y a sobre salir como persona. Claro suena tonto pero yo era muy tímido e inseguro de mi mismo pero créanme que cundo toman una decisión sabiendo que les traerá algo bueno o malo en su vida, ustedes pueden cambiar. Un trabajo te puede abrir muchas puertas claro, puedes tomar experiencia y conseguí otro trabajo mejor. ¿Pero McDonald's? ¿Qué experiencia iba a tomar ahí? El salario era una porquería pagaban $1200 a la quincena, ¡Dios! con eso no me alcanza ni para salir un fin de semana con amigos o pagar una mensualidad de una universidad. ¿De verdad ocupaba el trabajo? Soy joven, cumpliré apenas 18 años y me faltaba mucho por vivir. Pero ya estamos aquí. Llegue al día siguiente a McDonald's y me encontré a mi prima. Parecía ansiosa por verme llegar que cuando abrí la puerta llegar al mostrador mi prima me recibió, al fondo vi a un amigo de mi prima que también conocía trabajado ahí, vaya parece que no solo seré yo con mi prima si no también su amigo Andrés. Para mi hacer nuevas amistades no se me dificulta, lo que se me dificulta es tener la confianza dé ellos. No pasarán ni 3 minutos que llegue y salió la jefa y me dio uña hola de solicitud para llenarla.
— tú debes de ser el primo de Fanny ¿cierto?—.
Me pregunto con una sonrisa en la cara, parecía amable su jefa, pero su cara mostraba muchas cosas, en trabajos como McDonald's claro que ocupan personal, casi nadie aguanta trabajar ahí. Con un salario mínimo y trabajar 8 horas diarias era agotador. Pero a mi me daba igual, con tan solo no estar la mayor parte del tiempo en mi casa sin hacer nada y solo tomar clases en línea preferiría estar en otro lugar y parece que McDonald's era un buen hogar. No les miento, pues se convirtió en mi segundo hogar. Parece chiste pero si les contara no se la creerán.
Al ver a la jefa en los ojos dispuse a tomar la hoja de solicitud y la empecé a llenar, me prestaron una pluma y me senté en una mesa. Todo estaba muy tranquilo, perecía un buen ambiente y cómo todavía estábamos en contingencia del COVID-19 algunas mesas estaban clausuradas, el área de juegos también estaba cerrada. Eso me parecía un poco triste y en ese momento me llegaron recuerdos de mi infancia, en este McDonald iba de pequeño varías veces, me subía a los toboganes y recuerdo bien que hace más de 10 años mis papás se fueron de viaje y me dejaron con unos amigos de mis papás. Un día una de las hijas cuyo nombre era Daniela, nos llevó a mi y a su hermana pequeña Karol a este mismo McDonald, su novia en aquel entonces nos dejó pedir lo que sea y obviamente subirnos a los juegos. Era tan divertido por que conocí a un niño y en los toboganes no lo dejaba pasar, le pedía la contraseña y si no se la sabía no lo dejaba pasar.
—¡ Moy !— escuche de golpe la voz de mi prima y me despertó de mi recuerdo.
—¿ya estás acabando?
—no, llevo apenas la mitad
—¿quieres un cono de helado?— le dije que si y en seguida me lo trajo. Mientras llenaba la hoja me detuve por un momento para pensar en el futuro que me iba a traer McDonald's, no estaba mal trabajar ahí pero claro cómo ya lo mencioné no lo ocupaba tanto, estaba a punto de cumplir 18, apunto de terminar mi último semestre de preparatoria, y la verdad también si ocupaba un poco de dinero por qué en el último semestre, los chicos de mi salón queríamos un viaje de graduación a la playa. El viaje costaba $7000 pesos y no teníamos ni un centavo ahorrado, pero claro ma culpa la tenemos nosotros por no cotizar una agencia de viaje antes de tiempo. Cotizamos varias pero no nos alcanzaba el presupuesto, y en esta última que nos estaba contando esta cantidad era nuestra última opción. Mis amigos si o si querían viaje y no les miento yo también por que viajes cómo estos no hay muchos y graduaciones pocas. Así que deje de pensar en mi viaje de graduación y termine de llenar la hoja. En seguida salió la jefa, le entregue la solicitud y al parecer le cause buena impresión. Claro cómo ya tenía a mi prima trabajando ahí no tenía problemas y de hecho no me quedaba lejos el lugar, vivía a solo unos 20 minutos de aquí a mi casa así que no tenía problemas para llegar tarde. Entre por palancas por mi prima por qué cuando entra una persona nueva le hacen preguntas acerca de su entorno, como conoció este lugar, donde vive, etc. Pero a mi no me preguntaron nada de eso. La jefa me dijo que viniera a un día de prueba y que después de eso me llamarán por teléfono.
—¡muchas gracias Moy! esperemos tenerte aquí pronto, soy Sandra por cierto pero me puedes decir Sandy
—gracias a ti por tomarse su tiempo, espero verlos pronto—. Me despedía de ella con un apretón de manos y cuando salí de ahí mi prima también. Pues ya era su hora de salida y, bueno, de paso fui a acompañarla a su casa. Tomo su bicicleta y nos fuimos caminado por qué no tenía para subirme. En el camino fuimos hablando y me pregunto sobre cómo se me hizo el lugar y estaba tratando de convencerme para entrar. Con todo lo que me dijo si parecía un buen lugar y sería bueno para un nuevo comienzo. Y lo fue para mi.
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La noche que te fuiste
Teen FictionHay amores que no están destinados a estar juntos, pero hay personas que merecen estar con alguien. Esta historia es una de esas veces que por más que intentes dar todo por alguien fracasas, por más que lo sueñes una y mil veces el amor no es corre...