Julio 2021
Comenzó el torneo de fútbol, todos los hombres estaban emocionados, para algunos era su primer torneo y para otros era el 3 torneo por el que competían. Los partidos se jugaban cada jueves por la mañana, nos reunimos todos en el McDonald's a esperar a los que faltaban. Algunos estaban nerviosos por ser su primer torneo pero algunos ya estaban acostumbrados, pues la verdad nunca habían ganado ningún torneo. Una gerente que llevaba más de 10 años ahí me contó que nunca habían podido ganar, a menos está sucursal. Otras sucursales si habían ganado pero en esta, nunca les a tocado ganar, pero yo tenía un presentimiento de que este año era el bueno. Teníamos a Diego, un chico que estaba encantado de jugar fútbol o como yo les digo un fifas, son aquellos hombres que se enojan si pierden un juego o si juegan mal empieza a gritar. Diego era la cabeza del equipo, siempre que tenía un día de descanso entrenaba con los chicos de aquí, así que no tenían por qué preocuparse. Estaba Alan, su hermano, él era un excelente jugador, ya había estado en otros torneos como en su escuela por ejemplo. Pero él estaba ya en un equipo de fútbol, así que tenía experiencia. Estaba Brian, él me contó que era bueno para jugar, pues siempre que llegaba tarde a trabajar y lo regresaban para su casa se iba a jugar con sus amigos. Es muy buen jugador, bastante en realidad. Con ellos tres y los otros hombres no tenían por qué perder, tenían a los mejores. En camino a las canchas estaban ya otras sucursales de McDonald's jugando, a nosotros nos toco competir con otra sucursal. Mientras los estábamos esperando a que llegaran fueron calentando y a entrenar un poco. Yo solo vine a apoyar y a verlos, la verdad es que no tenia nada que hacer en mi casa y me tocaba trabajar en la tarde así que decidí ver cómo jugaban. 10 minutos después comenzaron a jugar, yo y los que fuimos a apoyarlos estábamos en una banca gritando y echando porras. A los 5 minutos nuestro equipo metió un gol, yo estaba grabando todo lo que estaba pasando para no poderme perder nada y si algún día me salía de trabajar al menos que quede de recuerdo. Los partidos duraban aproximadamente 1 hora y cada 30 minutos cambiaban de lugar y de jugadores. El otro equipo también metió un gol, estábamos empatados pero a los 3 minutos metieron otro gol. Solo quedaban 20 minutos para que se acabase el torneo y nuestro equipo no metía otro. Mi corazón estaba latiendo, es la primera vez que me pongo nervioso por un juego de fútbol. Pero entonces llego Brian y gracias a él ganaron. En el video que grabé se puede mostrar cómo mis gritos se escuchaban a todo lo que podía gritar. En verdad era un buen jugador. Todos lo felicitaron, ganaron el primer partido, pero no era el último. Faltaban 4 partidos más. Cuando nos estábamos llenado los hombres se estaban cambiando, los baños estaban ocupados por otras personas así que solo se cambiaron las camisas, otros se quedaron así con el uniforme y otros se cambiaron la camisa. Yo no estaba atento de los que se cambiaban, les di su privacidad, pero llego un momento de pura coincidencia que volteo a ver a Brian y lo vi sin camisa, no me quiero escuchar como si lo estuviera sexualizando pero tenía un abdomen plano y con el sudor que tenía le daba un toque a su abdomen. Me quede embobado con el hasta que a los 2 segundos me voltea a ver por qué sintió mi mirada, solo se me quede viendo y se echó a reír por mi cara. Estaba con los ojos muy abiertos y los labios los tenía semi mordidos. Me lanzo una sonrisa y solo volteo los ojos y se puso una camisa negra Nike. Dios este hombre usa pura ropa de marca. También se cambió de tenis, igual de la marca Nike. Me puse a pensar <<si me lanzo una sonrisa y no se molesto por qué lo estaba mirando, ¿acaso también él será gay?>> no me quise dar ideas ni me hice ilusiones. Pero para comprobarlo empecé mi jugada maestra. A este juego le llamo voltear los tazos. Solo quería comprobar si era gay o no. Aquí comienza mi juego.
Varios días después en el trabajo Sandy me pidió un favor, resulta que 2 chicas que iban a entrar se enfermaron de COVID y no podían asistir, después un chico que se salió del trabajo ya no iba a venir. Lo que me pidió Sandy fue que como yo estaba ya de vacaciones y no tenía nada que hacer más que ir a trabajar, me pidió ayuda para ir unos días a trabajar en las mañanas y después de eso mi horario ya estaría en las mañana y no tendría que trabajar más en las tardes. Acepte de inmediato, pues así podría ver más seguido a Brian y hablar más de lo normal. Casi nunca eh estado en la mañana pero me sentía más a gusto de lo normal. Despertarte a las 6:00 am y ver el amanecer es lo que más me gustaba. En julio son los tiempos donde más llovía por las noches y me gustaba tanto por que, así en las mañanas cuando me voy a trabajar se podía oler a tierra mojada. Es un olor que te hace despertar los instintos y más cuando sale el sol. Son mis días favoritos. Me encantaba caminar, escuchar música y ver el amanecer. Qué maravilla de cielo, con los rayos de sol y las nubes apareciendo era como una obra de arte pintada en el cielo. Con las nubes le daban un toque especial. Es un color naranja suave que con el paso de las horas se vuelve un color azul claro. Llegue puntual al trabajo, era el único que había llegado a buena hora, en lo que esperaba a que un gerente llegase a abrir me senté en la banqueta viendo mi celular, me daba un poco de miedo ser el único y que en algún momento llegara una persona a robarme. 15 minutos después llegó un chico con una motocicleta BMW, tenía alrededor de 20 años, era alto y delgado. En seguida se bajo de la motocicleta y me saludó. — ¿Tú debes de ser Moy cierto?—. Estrechó su mano para saludarme y yo le di la mía— si soy, ¿tú eres?
— Soy Aldo, vaya eres más chaparro de chaparro de lo que pensaba
— Gracias por el cumplido, supongo—. Le voltee los ojos, odio que la gente me diga que soy más chaparro de lo que aparento ser. Pero claro mi edad con mi estatura no me favorecían, tenía dieciocho y media 1,65 pero es de herencia familiar, todos mis tíos de parte de mi papá han sido chaparros hasta que llegan a los diecinueve o a los veinte que se estiraban y se quedaban con su estatura adecuada.
Llego una gerente en su auto y al fin nos abrió, me estaba muriendo de frío y de sueño. Se bajo del auto, nos saludo a mi y a Aldo y nos dejo pasar. Bien, hora de trabajar.
ESTÁS LEYENDO
La noche que te fuiste
Teen FictionHay amores que no están destinados a estar juntos, pero hay personas que merecen estar con alguien. Esta historia es una de esas veces que por más que intentes dar todo por alguien fracasas, por más que lo sueñes una y mil veces el amor no es corre...