||Casados||

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Las horas siguientes transcurrieron de manera tranquila entre los recién casados, la bulla que la multitud emanaba era impresionante a pesar de que la celebración era sencilla. Los familiares de Light no paraban de adular la esposa que el había conseguido, les gustaba todo en ella al punto en que se podría decir que la querían mucho mas que al propio Light pero esto no lo molestaba en lo absoluto. La opinión de personas tan superficiales no provocaba la mayor inquietud en el, solo necesitaba mantener a su esposa cerca y evitar que se perdiera entre la gente pues Amane no se caracterizaba por quedarse en un mismo lugar por mucho tiempo.

La sortija en la pálida mano de Misa lograba resaltar aunque no fuera una gran joya. El anillo que Light eligió para ella le había pertenecido a su difunta abuela, quien en sus últimos días de vida le hizo prometer que se lo daría a la mujer que escogiera como compañera y aunque Light no estaba interesado en cumplir la promesa termino haciéndolo por otra causa. Era un anillo dorado con unas piedrecillas blancas que rodeaban una esmeralda ovalada, brillaba bastante bien a pesar de los años. Misa por supuesto estaba encantada con saber el origen de su anillo y aunque la intención de Light no era conmover a nadie, termino haciendo un acto muy dulce para su esposa.

La fiesta se realizo en un patio de una parcela que su madre quiso arrendar. El ambiente era agradable, música calmada y en su mayoría romántica, gente bailando y sin niños pequeños que estropearan las decoraciones. Amane cambio su vestido de novia para la fiesta y se decidió por un vestido pegado rosa pastel que dejaba al descubierto sus hombros, sus ojos brillaban como nunca antes y Light notaba. La hora de cortar el pastel fue para sorpresa de Misa la favorita de Light, juntos tomaron el cuchillo y cortaron el primer trozo de pastel el cual fue para Sayu.

"Misa Yagami" Le gustaba como sonaba su nuevo apellido, tener el apellido de Light era uno de sus sueños desde hace muchísimo tiempo y finalmente lo habían conseguido y sin tener que pedírselo. Pensar que Light tuvo la iniciativa de casarse con ella le llenaba el corazón de felicidad, podía imaginarse en un futuro junto a el y dos hijos, una niña y un niño igual de atractivos que su esposo pero amorosos como ella aunque es probable que Light termine educándolos para que no sean tan torpes y chillones como ella, características que ella controla para complacer al amor de su vida.

- A partir de ahora eres mi esposa, lo que significa que debes actuar un poco mas madura. ¿Lo entiendes?, nada de lloriqueos ni berrinches por estupideces.

- ¡Lo que tu me pidas cariño! -Lo rodeo con sus brazos- Ahora que estamos casados te prometo ser mas madura emocionalmente, es una promesa. -Extendió su meñique frente a el, esperando que el hiciera lo mismo y sellaran la promesa.

- Es una promesa. -Asintió y extendió su dedo, alegrándola aun mas.

- Cariño...-Apego su cabeza en el pecho contrario, levantando solo la mirada.

- ¿Si?

- Ahora que llegamos a este punto...tu crees que...¿Tengamos hijos en un futuro? -Amane apretó su estomago, esperando una respuesta no tan positiva.

- Por supuesto, tal vez muy pronto podamos tener uno. -Sonrió ligeramente, acariciando su cabeza.

- ¡¿De verdad?!

- Pero claro, comencemos por un niño.

- ¡Un mini Light! -Rio emocionada ante las palabras de su esposo, estaba asegurado. Tendrían hijos como ella deseaba, parecía un sueño.

Así la tarde transcurrió, risas, buenos deseos, conversaciones de suegra y nuera, consejos para los casados y por supuesto una esposa pegada a su esposo hasta que Light decidió que ya era hora de volver a casa y Misa no se opuso, sin embargo la fiesta continuo sin la presencia de los novios. Misa ya sabia que su luna de miel tendría que esperar así que no le deprimía volver a casa, ademas ya era de madrugada y su cuerpo estaba agotado por tantas emociones de un día.

Llegaron a su departamento y no paso mucho tiempo para que el calor comenzara a invadir el lugar. Light estaba contra la puerta principal mientras que su esposa desataba su corbata y la lanzaba a cualquier parte, una vez que su blusa formal se aflojara rodeo la cintura de Misa y la levanto, obligándola a rodearlo con sus piernas para no caer. Se dirigieron a su habitación y con ella sentada en sus piernas iniciaron una larga sesión de besos húmedos y caricias no "apropiadas". No necesitaban hablar ni decirse nada para saber hasta donde querían llegar o como debían proceder, ya se conocían bastante bien y el ámbito sexual había dejado de ser un misterio para el desde que la invito a vivir junto a el. Sus grandes manos apretaban las pálidas piernas de su esposa y su boca mordisqueaba su lugar favorito, su oreja. Los quejidos de Misa no se hicieron esperar y su rostro sonrojado estaba lo suficientemente caliente para quemar la mejilla de Light. Ella movía sus caderas con claras intenciones de rozar con la erección del contrario lo que causo un cosquilleo excitante en su estomago mientras veia como Light bajaba su vestido, dejándolo arrugado y cubriendo solo parte de su abdomen.

- Arriba... -Susurro en el oído de su esposa.

Misa se apoyo en los hombros de Light y levanto su trasero, permitiendo que Light pudiera desabrochar su pantalón y deshacerse de el.

- Ahora siéntate.

Ante sus palabras Misa bajo sus caderas con cuidado, sintiendo como se introducía lentamente en su cavidad. Una vez que estaban completamente desnudos y perfectamente posicionados comenzaron un movimiento de arriba a bajo de donde salían sonidos de sus pieles chocando, quejidos y gemidos por parte de ambos que se escuchaban por toda la habitación. La piel de Misa era tan suave que daba gusto tocarla, ver su cuerpo rebotar y reaccionar ante la estimulación del momento volvía mas excitante el ambiente. Algunos besos para callar las quejas de su esposa se volvieron cada vez mas intensos y largos, Amane a veces era muy ruidosa y era necesario cerrarle la boca para no recibir quejas de sus vecinos.

- ¡Ah! -Un quejido escapo de la boca de Amane al sentir las embestidas mas bruscas, su vista comenzaba a nublarse debido a las lagrimas de placer que salían.

- ¿Cuándo aprenderás a quedarte callada? -Dijo con un tono mas enojado mientras sujetaba con fuerza el trasero de su esposa. De su miembro escurría un liquido pegajoso de color casi transparente, el cual facilitaba que se resbalara dentro de ella.

- Light, siento cosquillas~-Dijo con agitación mientras se esforzaba por mantenerse sujetada en los brazos de Light. Estaba llegando a su limite.

Después de algunas embestidas y besos en su punto favorito logro tener un orgasmo, por lo cual tenso sus piernas y mordisqueo el cuello de Light para no gemir demás. Sus ojos lloraban y su cuerpo no dejaba de rebotar sobre su esposo a pesar de a ver terminado, su trasero seguía moviéndose por la fuerza que Light ejercía sobre el y con esto pudo llegar finalmente al clímax. Misa aclaro su vista solo para presenciar como su ahora esposo lograba satisfacerse después de hacerla sufrir un poco en el proceso. Una sonrisa traviesa apareció en el rostro de la rubia y Light levanto una ceja en señal de duda pero no recibió ninguna respuesta ademas de besos sobre todo su rostro. Sus corazones aun latían con fuerza y su respiración acelerada era delataba por el levantamiento continuo de sus pechos pero se sentían tranquilos, Misa descansada sobre su pecho y Light observaba sus cabellos dorados completamente lisos.

Claro que Light quería hijos con Misa, de lo contrario jamás hubiera iniciado con planes de casarse, solo era cuestión de tiempo para que el plan funcionara, se encargaría de unos asuntos que debía resolver y lo demás seria pan comido, obtendría lo que deseaba. No tenia ninguna expectativa ademas de sus ambiciones en este matrimonio, sin embargo por un momento pensó que tal vez podría funcionar mejor de lo que el creía. Se caso como parte de su plan pero tal vez no seria tan desastroso como pensaba.

¿Qué es lo peor que podía pasar?

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volvimos :)

Light y Misa - Death Note - | You're Just My Love | - Light x MisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora