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Su pulso se aceleraba en cuanto su respiración se mezcló con la de él, haciendo que el ambiente se volviese más incómodo para ella. Ni siquiera podía titubear una palabra de lo tanto que él la estaba observando. Una risita burlona salió de su boca.

— ¿Qué?

— ¿Qué, de qué? —ella negó desviando la mirada.

— Hazte a un lado —lo empujó del pecho para alejarlo.

— Veo que te pongo nerviosa — Haechan fingió sacudir polvo de las mangas de su chaqueta mientras Minjeong se cruzaba de brazos — Oh, pero que maleducado soy — fingió vergüenza poniéndose una mano en el pecho — No me he presentado, mi nombre es-

— Haechan — completó la oración, dejándolo mudo — Si, yo sé quien eres.

— ¿Enserio? Creí que todos lo sabían excepto tú.

— ¿Yo debería saber quién eres?

— De echo sí porque... quiero dejarte algo en claro y que tal vez no sepas — juntó su frente con la de ella — Pero todos, absolutamente todos hacen lo que yo digo, y espero que tú también lo hagas.

— ¿Así? Pues quiero dejarte algo en claro y que tal vez no sepas — imitó sus palabras con una pequeña sonrisa que luego desvaneció — No eres quien para decirme que debo o no de hacer — terminó por empujarlo lejos de ella. Otra vez.

— ¿Crees qué estoy jugando?

— ¿Esto es por lo de ayer en el pasillo? —preguntó con una ceja alzada y él permaneció callado — Que estúpido. Cualquiera podría imaginar que tanto debes de ganarle a un engreído.

— Deberías cuidar tus palabras Minjeong. — quedó fría ante su respuesta, pues no recordó haberle dicho su nombre desde el inicio.

— Espera ¿Cómo...? ¿Quién te dijo...

— Tengo mis contactos, bebé.

— Te he dicho que no me llames así.

— ¿Por qué? ¿Te molesta? —sonrío dulcemente observándola de pies a cabeza. — Más te vale que seas buena conmigo, Minjeong.

— Sí, que miedo tengo.

— ¿De verdad crees qué estoy bromeando? — río confundido. Ella se encogió de hombros restándole importancia a sus palabras.

— Haz lo que quieras, pero no te tengo miedo. — una sonrisa se plantó en la boca del chico.

— ¿Eso crees? Pruébalo.

— ¿Probar qué? — Haechan la sujetó de la cintura pegándola a él. Apenas acercó a su rostro al de Minjeong ella ya estaba golpeando su pecho varias veces exigiendo que la soltará, hasta después de varios intentos Haechan se dio por vencido y la soltó comenzando a reír a carcajadas. Minjeong se escondió dentro de si misma aún mirándole con cierto temor y enojo.

— ¿No qué muy valiente?

— Lárgate o voy a...

— ¿O tú qué? —se acercó de nuevo, esta vez molesto y tratando de intimidar a la chica que ya retrocedía unos pasos. — Déjame decirte que esa no es razón para que me amenaces, y te consta que te advertí. —se dió la media vuelta, y abriendo la puerta encontró a Ningning a su derecha. Saltó un poco y bajó la vista para no verle a Haechan.

— Hola, Ningning — saludó como si nada y se fue. Ningning asomó la cabeza para ver si Minjeong seguía allí, y al verla cabizbaja, de tal manera que pasaba sus manos por las piernas y los brazos como queriendo calmarse, corrió hacía ella.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora