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— Vaya, — Haechan miró con  indiferencia hacia la pantalla de su celular. — parece que mi padre no vendrá a casa como de costumbre. — espetó con sarcasmo, guardando el aparato en el bolsillo del pantalón.

— ¿Por qué? ¿no suele comer contigo? — lo miró un poco extrañada.

— Nunca lo hace, ya me acostumbré a eso. — se encogió de hombros mirando hacia otro lado. Minjeong hizo una mueca ante eso.

— Así que... ¿comerás solo?

— Supongo que sí. Antes solía ir a casa de Jeno o de Yangyang para comer; pero ahora Jeno tiene clases de Boxeo por las tardes y Yangyang... bueno, él ya está con su novia.

— Que malo para ti. — sonrió leve, pero sin gracia.

— ¿Tú no irás a tu casa?

— Supongo, ya que no puedo ir con Yeji hoy creo que me tocará estar sola de nuevo.

— ¿Tú hermano nunca está contigo? — se cruzó de brazos, a lo que Minjeong negó en respuesta.

— Nunca lo hace, su trabajo lo mantiene muy ocupado.

— Ya veo. Y... ¿no te gustaría ir a comer?

Minjeong se volteó con las cejas hacia arriba, como sorprendida.

— ¿Contigo?

— ¿Qué tiene? — se encongió confundido.

— Pues... ¿no es muy raro qué tú y yo salgamos... solos? — dijo con una mano sobre su cabello.

— No, ya hemos salido juntos. Aunque cabe aclarar que esa fue una escapada que nos dimos.

— Una escapada que fue idea tuya. — aclaró.

— Como sea. ¿Vienes o no?

Minjeong se lo estaba pensando mucho con una mano sobre su mentón. Hasta que entonces volvió a mirar a Haechan sonriendo.

— Está bien, supongo que no hay nada mejor. — rió leve.

— ¿Nada mejor que ir con tu "novio" a una cita? — bromeó acercandose a ella, con un ápice de burla en su cara. Minjeong le dio un leve empujón para alejarlo.

— Payaso. — rieron ambos. Haechan pasó un brazo por sus hombros para irse yendo.

Llegando al centro de la ciudad entraron a un local de comida rápida, con un aspecto muy agradable si se podía decir.

Al momento de sentarse en una mesa para dos una mesera llegó y les entregó la carta del menú para que pudiesen ordenar.

— ¿Qué vas a pedir tú? — preguntó Minjeong al verlo con la mirada puesta sobre la carta.

— No lo sé, hay mucha variedad. Miralo tú, yo ya he venido varias veces aquí.

— Porque no me sorprende. — dijo ironicamente. Su expresión cambió repentinamente a una de susto al ver los precios de la comida.

— ¿Qué?

— Has venido porque tienes con que pagar, pero esto es demasiado caro.

— ¿Y qué? Tú también eres rica.

— Pero no lo suficiente para gastar 500 wones en una hamburguesa. ¿Qué les pasa? — susurró. Haechan la miró con una ceja hacia arriba, ella suspiró y dejó la carta sobre la mesa. — De acuerdo, podría pagarla pero no tengo dinero suficiente conmigo ahora.

— Yo te presto.

— No tienes que hacerlo.

— Lo digo enserio, yo te traje aquí yo te invito.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora