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Minjeong no tenía sus pensamientos fijos como era de esperarse. Estar abrumada por toda esa situación la hizo regresar a esconderse del mundo exterior, donde nadie ni nada pudiera saber de ella. Pero sabía que no podía hacer eso por mucho tiempo, no podía esconderse para siempre y jamás olvidaría por todo lo que tuvo y está pasando.

Ahora más que nunca se encontraba en la parte de atrás donde las escaleras llevaban a la azotea, donde siempre solía estar. Desde el principio le había gustado mucho ese lugar porque era el único que a diferencia del patio este tenía un techo pequeño y las escaleras estaban adentro del mismo, también porque era muy oscuro y poca luz del sol pasaba por allí tanto como el resto del alumnado.

Ahora trataba de sentirse en paz, con los ojos levemente cerrados y sus brazos abrazando sus piernas mientras en estas posaba su cabeza para hacerla descansar.

— Sabía que te encontraría aquí. — escuchó una voz que la hizo despertar de su núcleo y miró hacia arriba. No dijo nada en cuanto vió a Jaemin parado frente a ella, ni tampoco frunció el ceño para hacerle entender por que su repentina aparición. Simplemente se quedó allí mirandólo.

— ¿Cómo sabías que estaba aquí? — preguntó.

— Te he pillado algunas veces.

— ¿Eres un chismoso o algo así?

— Si lo fuese ya todo el mundo sabría donde te escondes. — ella iba a abrir la boca para decir algo, pero luego la cerró, algo de razón tenía el chico.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó luego de que él se sentó a su lado.

— Sólo vine a hablar.

— ¿De qué quieres hablar? — su voz sonó algo molesta por lo que Jaemin lo notó y suspiró cansado.

— Escucha, se que estás enojada con Haechan, pero tienes que saber qu-

— ¿Qué más tengo que saber? ¿qué me mintió, me utilizó para su estúpido plan de no sé qué? ¿es de eso de lo qué quieres hablar, Jaemin?

— ¿Quieres dejarme continuar?

— No tengo nada que saber, ni siquiera viniendo de ti, todos ustedes lo sabían y nadie me dijo nada. Bah, era de esperarse.

— Mira, tienes razón, si, todo lo que dices es cierto, pero hay algo que no sabes. — ella volteó con incredulidad, frunciendo el ceño — Haechan no inventó lo del rumor.

— ¿Y esperas que te crea?

— Okey mira, te voy a mostrar algo para que veas que te digo la verdad. — el chico sacó su teléfono celular y empezó a buscar en su galería. Le dió el teléfono a Minjeong y ella lo tomó viendo el vídeo que estaba siendo reproducido.

¿Quién habrá inventado eso? — preguntó Haechan un poco alterado.

— ¿Cómo podríamos saberlo? nosotros no estábamos allí. — contestó Yangyang.

— Es obvio que no.

— ¿No crees que sea más facil de lo que piensas? — se escuchó a Jeno decir.

— ¿De qué hablas?

— Piensálo, ese rumor te puede ayudar a que Yuna te dejé de una vez.

— Es cierto, no estaría nada mal, sería mucho más facil quitartela de encima.

Minjeong le devolvió el teléfono y al mismo tiempo volteó hacia él.

— ¿Te gusta grabar todo lo que hace Haechan?

— La mayoría de las veces. — rió un poco — A veces para molestarlo, pero ahora puedes darte cuenta que Haechan nunca planeó lo del rumor para perjudicarte.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora