Reina Roja

Dulce niña

-Oye niña baja los pies del sillón-
-Si papi-

Tuve una infancia normal, mi madre siempre fue un motor en mi vida, me faltarían palabras para agradecer todo lo que hizo por mi, mi padre siempre creyó que "dándome" una escuela, casa y lo necesario para vivir, bastaría para tener mi cariño.

Los hijos no somos muñecos que ya vienen con accesorios incluidos ni amor programado para sus padres.

Quizá eso explique el porqué mi inconsciente busca la aprobación masculina todo el tiempo.

La razón de porque todas mis parejas no tienen un peso de compromiso conmigo o si lo tienen, permito que me traten de manera conveniente o agresiva.

-Deja de llorar, parece que te pierdes cada que lo haces-

Desde niña, siempre he perdido la noción de muchas cosas cuando mis emociones están a flor de piel, mis padres minimizaron mi salud mental pensando que con algún "golpe" se arregla. Quizá en terapia pude evitar arrojar a mi compañera por las escaleras sin recordarlo después.

-Nena, ¿Ya le pediste permiso a tu papá?-

-Tu papá tiene que saber quien es tu novio, debes pedirle permiso-

No soy un objeto, no porque sea mi padre tiene que darme permiso para mis relaciones.

Nada se compara con aquella tarde en la que caminaba por el parque que se encontraba vuelta a la casa.

Una lágrima en mi rostro después de ver aquella escena, mi padre tomado de la mano con quien no era mi madre, para ser sincera, tenía mucho tiempo que no los veía hacerse ningún tipo de cariño.

-¿P...papi...?-

El rostro de sorpresa de mi padre no tiene nombre, pero la expresión de alivio me confundió, quizá en el fondo, esperaba que alguien lo viera para que se atreviera a decir sus reales sentimientos.

Corrí a casa lo más rápido que pude y me encerré en mi habitación, dure dos días sin bajar. Mi madre pensó que estaba enferma, pero a veces las heridas mentales pesan más que las físicas.

Crecí con dolor y resentimiento sin decirle nada a mi madre por tantos años, y con un enorme coraje a mi padre, me dolió que jamás fuese sincero.

Además de eso, toda mi infancia se basaba en escuchar peleas por lo económico, el dinero siempre fue ese bloque tambaleante en mi familia, quizá por eso me aferro a siempre querer tener demasiado, entiendo que ahora sea la razón de que permita una explotación laboral con tal de poder tener algo masomenos decente.

Quizá ahora que estoy a punto de morir o no lo sé, puedo ver como mayor claridad lo grandes que son mis heridas de infancia, y no puedo evitar preguntarme tantas cosas, es demasiado tarde ya.

Mamá, perdóname por no permitirte ser feliz, papá te perdono por lastimar mi amor propio, daría cualquier cosa de valor que tengo en mi vida por un momento más con ambos.....

Cuando recobraste la cordura, y lograste escuchar un tiktak, sentiste  la camioneta detenerse, dos de los sujetos te tomaron para llevarte cargando, en ningún momento quitaron la bolsa de tu cabeza, ubicaste el sonido de un elevador. No pudiste contar los pisos, pero fueron demasiados por el tiempo que tardaron en llegar. El sonido de abrirse de las puertas fue el único ruido del lugar, sentiste tu corazón acelerarse.

-Oye Mikey.....digo jefe, ya esta aqui-

-De acuerdo déjennos solos, no quiero ni si quiera que estén cerca-

El sonido de los zapatos de aquel chico se acercaban a ti, estabas de rodillas en el piso, no estaba completamente duro, así que supusiste que estabas sobre alguna alfombra.

Sentiste una mano acariciar tu cabello, el tacto fue suave, lo cual fue un alivio para ti, ya que en tu mente, ninguna persona que te quisiera secuestrar actuaría de manera calmada.

-Te querías alejar de mi, ¿Cierto?-

Esta semana pasaron cosas muy intensas en mi vida, peroooo con la novedad que estaré ya subiendo al día todo lo pendiente.
Como consejo: La salud mental va primero sobre cualquier cosa.
Esta infancia es una recopilación de muchas cosas que le dijeron a conocidos y a mi cuando eramos niños, y estoy segura existe gente que la ha pasado más fuerte.
Si alguien necesita hablar o desahogo, aquí es un lugar seguro.
Los amo.