Copa de Vino

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Mikey estaba petrificado y austado, estaba sopoando aire para que volvieras a reconrar tu consciencia, al despertar te encontrabas en un torbellino de emociones.

Koko y Sanzu entraron a la habitación, ambos quedaron perplejos al ver la escena, una chica desnuda enfrente de su jefe la cual no era la persona que Mikey les ordeno traer.

-¿Pueden explicarme que coño con ustedes dos?¡Salgan en este preciso momento y en cinco minutos regresaran ambos con la mejor explicación posible!- los dos callaron, debían buscar que sucedió o saben de lo que Mikey es capaz, no le importo casi moler a golpes a un amigo cercano a él, las consecuencias eran inimaginables para ellos.

Mikey acarició su cabello y suspiró.
-No soy un monstruo, ¿cierto?, los impulsos se fueron hace tiempo- te ofrecio su mano, confundida accediste a tomarla, te levantaste como pudiste, tus piernas temblaban, el peso te venció y caíste de nuevo en la cama.

A penas te percataste de la sangre que había entre tus piernas, miraste con tristeza a Mikey.

-¿Puedo bañarme?- El peliblanco te tomo entre sus brazos y te llevó a su ducha, la bañera tenía un jacuzzi enorme en forma hexagonal, todo el baño estaba tapizado con mármol blanco, era muy elegante a la vista.

Mikey sacó de un mueble una toalla y un frasco color rojo, puso ambos al borde del jacuzzi, abrió las llaves de agua y vertió el líquido del frasco, comenzaron a hacerse burbujas.

-Toma tu tiempo, estaré afuera, cuando estés lista necesito hablar contigo- estaba sereno, se veía al chico con una mirada perdida, sus pensamientos en este momento lo estaban atacando, salio de la habitación.

Al salir se encontró con Kokonoi y Sanzu estaban en la habitación. Mikey tranquilamente sirvió una copa de vino y se sentó en un sillón de almohadillas rojas que había en la esquina de la alcoba.

-Bien...-
-Escucha jefe, ya tenemos a la persona responsable, ¡Ran!¡Rindo!- ambos hermanos entraron con un sujeto, estaba completamente golpeado, le sangraba los labios y tenia un enorme bulto sobre el pómulo, lo pusieron de rodillas tomándolo por ambos brazos.

Era el chófer de aquella ocasión, quien manejaba la camioneta del día de tu secuestro. Mikey se puso de pie en dirección a este hombre, camino hasta quedar de frente al sujeto mientras movía el vino de su copa.

Bebió un sorbo de la misma y vacío el resto sobre la cabeza del sujeto, y sin miedo a nada, este tipo escupió y comenzó a reír.

-Tengo un excelente sentido del humor, cuéntame el chiste Ryon- exclamó Mikey mirando aquel escupitajo en su zapato caro.

Aquel hombre comenzó a reír con locura y exclamó: -Jajajaja a Ayla le complació mucho la confusión, ¿Crees que hubiera regresado a tu lado? cuando le conté todo se sintió complacida, tiene una risa encantadora y un cuerpo de infarto - acto seguido los hermanos Haitani soltaron un golpe sobre su rostro.

-Así que esa perra loca tuvo la idea, de acuerdo quiere jugar así, estaré encantado de la invitación, esta vez no habrá confusión, ¡Ran y Rindo! Hagan que este idiota les diga donde se esconde y traiganla, solo puedo contar con ambos para esto- los hermanos Haitani sabrían como hacerlo, no existía ser humano que soportara el nivel de tortura que los chicos aplican, los hermanos sonrieron y se llevaron al sujeto, mientras cerraba las puertas del ascensor los hermanos sonrieron con una maldad escalofriante.

La ducha se había vuelto placentera, el agua por todo tu cuerpo y la espuma eran una combinación buena,  comenzaste a lavar tu cuerpo con una pequeña esponja que encontraste, la sensación era igual a las caricias que habías recibido de aquel chico, cerraste los ojos y comenzaste a imaginar su rostro en diferentes posiciones sobre ti.

Bajaste la esponja a tu feminidad y comenzaste a frotar, básicamente te estabas masturbando pensando en aquel chico, no te explicabas porque, pero estabas encontrando excitante lo que sucedió.

-¿Me hace una perra loca estar pensando en un mafioso?- pensaste para ti misma.

Estabas a punto de llegar a un segundo orgasmo cuando se escucharon golpes en la puerta.

-¿Quién....quien es?-
-Disculpa soy...Manjiro, el chico que estaba contigo- Saliste del jacuzzi y tomaste la toalla y la pusiste sobre tu cuerpo, abriste la puerta y encontraste al peliblanco sirviendo vino sobre una copa.

Te sentaste sobre la cama, te sentiste descubierta así que tomaste sábanas y las pusiste sobre ti, Mikey dio la vuelta y se acercó lentamente a ti, cerraste los ojos y cuando los abriste, el chico estaba de rodillas frente a ti.

-No soy un monstruo, ¿si?- tomó con suma delicadeza de tu barbilla. -Debes creer que no quería hacer esto- susurró mientras colocaba la punta de la copa en sus labios perfectamente definidos.

-¿Quién se supone que debía ser.. ?- dijiste con tu voz temblorosa, tenias miedo a la respuesta del peliblanco.

Con un fuerte suspiro, Mikey respondió; - Ayla, el peor error de mi vida, cuéntame, ¿Te has enamorado alguna vez?-.

Reina RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora