Han
10 de septiembre de 2020
Tomo toda la ropa que está a mi alcance y la tiro a la maleta negra sobre la cama. Ni siquiera me fijo si cayó dentro o no, en lo único que pienso es en huir, salir muy lejos de aquí y olvidarme de absolutamente todo y principalmente de ella. De la tipa que dijo quererme y me abandonó ni bien tuvo la oportunidad, de la persona que me dijo que estaba enamorada de mí y solo de mí, que tenía que vivir con su cariño para toda la eternidad, de la persona que me dejaba mudo y muy nervioso con cada "te quiero". Sí de esa persona tengo que huir. No soporto verla más.
No porque la odie, ni siquiera puedo odiarla, solo me duele verla y siento cómo algo dentro de mí se seca conforme tiro a la basura nuestras fotos, nuestros recuerdos juntos que ahora están vacios, tan vacíos que se quedarán como lo que son; recuerdos...
Mientras la habitación comienza tener una forma más desordenada, mi mente ordena mejor las ideas. Cierro la maleta y llamo a Chan para que venga por mí, pero sin poder aguantarlo más, me tiro a la cama a llorar. Intentando entender qué fue lo que hice mal, buscando qué está mal en mí ó porqué el 30 de mayo —ese maldito 30 de mayo que tanto odio—, ella simplemente me llamó y dijo que teníamos que vernos, luego en el lugar de encuentro dijo que no podía seguir conmigo y ya está.
*Flashback*
Me encuentro demasiado cansado. Desde mi debut he estado demasiado ocupado y siento que no doy más, pero recordar que para esto mismo me esforcé hace que me sienta feliz y le tenga más amor que odio. Además, la tengo a ella que gracias a su apoyo emocional he podido lograrlo.
Cuando estoy a punto de quedarme dormido mi teléfono suena; es ella. El sonido predeterminado lo indica y aunque sentía que no podía moverme hasta el siguiente día, cuando lo escucho sonrío y salto de la cama hasta el escritorio que tengo al frente para poder responderle y escuchar su hermosa voz.
—¡Mi amor! —le digo ni bien comienza a correr el tiempo de la llamada— ¿Qué tal tu día? ¿Comiste bien?
Pero del otro lado de la línea no hay más que silencio.
—¿Amor? —alejo el teléfono de mi oreja para verificar que la llamada sigue en curso o que realmente respondí. Sin embargo, el dispositivo me indica que todo está en orden, entonces vuelvo a preguntar— ¿Estás ahí?
—Sí... —me responde demasiado bajito, para después añadir—: Jisung, necesitamos vernos —y cuelga.
Después de unos minutos me manda su ubicación y yo salgo rápido del departamento para ir a su encuentro. Es extraño que me llame de esa forma, su voz sonaba como si recién levantada o congestionada y eso me preocupa, me preocupa aún más el hecho de que me haya citado en una cafetería muy cerca de su trabajo de medio tiempo.
Quizás le fue mal, necesito llegar.
Una vez dentro de la cafetería logro identificar su hermosa cabellera negra, así que me acerco por detrás para darle un beso en la mejilla y después sentarme, más ella esquiva el beso y me dice:
—Siéntate —ahora que la puedo ver de frente, luce molesta.
—Yo... —¿Por qué estará así? ¿Hice algo malo ó está teniendo un mal día? — ¿Pasa algo?
Ella asiente con su cabeza después de unos segundos, luego toma un sorbo de su americano helado y aclara su garganta.
—Necesitamos terminar.
Palidezco.
—¿Qué? —¿Acaso oí mal?
—Que terminemos, adiós —me responde levantándose y saliendo del lugar. Dejándome inmóvil intentando comprender lo que pasaba. Intentando entender porqué caían de mis ojos lágrimas al tiempo que mi corazón parecía desquebrajarse conforme su melena negra se alejaba.
*Fin del flashback*
Recordarlo me hace derramar más lágrimas, lloro quizás porque me acabo de dar cuenta que todo este tiempo he actuado como un tonto, se supone que la amo. Entonces ¿Por qué me sigo mortificando? ¿Por qué sigo preguntando qué había mal en mí? ¿Por qué no simplemente acepto su decisión? Sí, ya no me quiere. No es porque haya algo malo en mí, solamente dejó de quererme o simplemente ya no era lo mismo estar conmigo. Esa era su decisión y yo tenía que aceptarla.
Tengo que dejar de cuestionarla. Ella es feliz así y si realmente la quiero tengo que aceptarlo, por eso limpio mis lágrimas y me levanto para acomodar el lugar antes de salir.
Cuando Chan me avisa que no podrá venir a recogerme me siento mal por no despedirme, más sé que es lo correcto. Tengo que irme y arreglar mis problemas, tengo que buscar la forma de ser feliz sin ella, porque al final no puedo ser infeliz toda mi vida solamente porque alguien lo es conmigo.
No más. Me digo cuando termino de acomodar la última maceta. Ya no otra desilusión, todo al final quedará como un bonito recuerdo y mi único amor será mi carrera. Después compraré un auto y le pondré Roberto, él será el único ser existente que amaré —aunque sea inanimado— y seré mejor persona.
Lo haré por ella, por mí, por todo.
Antes de salir dejo una nota para Chan pegada en la puerta:
¡Hola Channie!
Al final decidí irme solo, no creas que con tu pretexto de no poder venir no iba a poder tomar un taxi.
No te preocupes prometo regresar. Por favor intenta ser más responsable y no te metas en problemas... Si me voy no es porque me sienta mal contigo, solo que... Estuve reflexionando y lo mejor es ir a un lugar donde realmente pueda olvidarme de Jina. ¡Lo sé, soy todo un caso!
Atte: Hannie, el amor de tu vida.
PD. Cuando vuelva por favor invítame a comer.
PD2. Te quiero, cuídate.
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Cisne Sin T De Te Quiero
Short StoryÉl solo quería entrar a clases. Ella solo le llevó su tarjeta de acceso. El otro solo existía. Pero por cuestiones del destino los tres terminaron rogando por sus vidas en el juego de patito feo a cisne... Bueno, la cuestión fue un gato. ¿Sobrevivir...