Minho
Llevo buscando a Jinnie como media hora y no la encuentro. Después de casi arrastrarme a los pies de Félix e irme detrás de él, no quiso quedarse con Pardito, así que abatido regresé donde Jinnie y yo estuvimos sentados esperando. Pero me llevé la sorpresa que no estaba por ningún lado. De igual, quizás se aburrió y decidió volver a las últimas clases o quizás a casa.
Abatido y desilusionado por segunda vez, tomo rumbo hacia las escaleras que llevan al primer piso. Pardito todavía estará aquí dos días en observación, así que de nada sirve que siga aquí. Debería irme a cambiar de ropa y salir a buscar a Han, mi última opción de padre adoptivo.
Justo al doblar por uno de los pasillos choco con el susodicho y cancelo la cambiada. Es ahora o nunca.
—Oh, lo siento —me hago el arrepentido aunque no sienta una pisca de ello, él se atravesó—. ¿Puedo preguntar algo?
—Ya estás preguntando —este quie... calma Minho, todo lo haces por el gato.
—Sí, lo sient...
—Deja de sentirlo y ve al grano, tengo prisa —me interrumpe el gran maldito.
Lo haces por Pardito, hoy no hace buen clima para matar gente.
—Quisiera saber si puedes adoptar a Pardito, por favor, por favor, por favor —me acerco cada vez a él, juntando mis manos y haciendo pucheros. Comienzo a darme pena, pero es de vida o muerte—, por favor, por favor, por favor...
—¡Basta! —me empuja—, no tengo porqué hacerlo.
Es un insensible, esa es mi deducción.
Han
Me fui de donde estaban los chicos porque Jina no sé cómo diablos consiguió mi número y me escribió para citarme en la azotea del veterinario. Ni siquiera sé qué querrá decirme, solo intuyo que no será algo amable.
Al salir por la puerta que da a la azotea mis vellos se erizan sentir la brisa fresca que ha dejado la lluvia, lo hacen más cuando sin previo aviso Jina habla detrás mío.
—Aléjate de Minho.
—No sé de qué hablas —respondo dándome la vuelta. Ella ha sacado un cigarro de quién sabe dónde y está recargada de la puerta. Podría decirse que estoy temiendo por mi vida y me retracto por haberla llamado "persona cálida".
—No te hagas el inocente —conforme habla se va acercando hasta dejar un minúsculo espacio entre los dos—, me doy cuenta cómo lo miras —para mi sorpresa me avienta el humo en la cara y mis fosas nasales comienzan a arder tanto que comienzo a toser—. Eres un ídolo, no puedes enamorarte.
Okey, eso dolió.
Ni siquiera sé de qué habla, solo se me hace interesante el tipo ese. Ni al caso.
—¿Existe una ley que diga eso? —pregunto desafiante dando un paso hacia ella y al parecer pierde su valentía porque retrocede un poco.
—No —responde dándose la vuelta y antes de salir añade—, pero por tu propio bien te conviene no involucrarte con Lee Minho.
Ella es rara.
De camino de vuelta al primer piso, me choco a un Minho despeinado y desaliñado como si lo hubieran arrastrado por todo el hospital.
—Oh, lo siento —me dice de una forma que indica que no lo siente. Aunque, tienen que pararlo todo porque me pidió disculpas el tipo más frío y egocéntrico de toda la ciudad. Antes de que yo pueda responder el continúa—. ¿Puedo preguntar algo?
—Ya estás preguntando —intento ser frío y distante porque me da miedo.
—Sí, lo sient...
—Deja de sentirlo y ve al grano, tengo prisa —le interrumpo pero creo que fue mala idea.
Perdón mamá y papá. Hoy moriré.
Cierro los ojos internamente, esperando mi final. Final que nunca llega.
—Quisiera saber si puedes adoptar a Pardito, por favor, por favor, por favor—se acerca a mí juntando sus manos y haciendo pucheros. Nunca lo había visto así, realmente debe importarle Pardito—, por favor, por favor, por favor... —estoy a punto de acceder, pero recuerdo lo que dijo Jina.
No, pero por tu propio bien te conviene no involucrarte con Lee Minho.
—¡Basta! —lo empujo—, no tengo porqué hacerlo.
Jina quizás no se equivocó, este tipo da escalofríos.
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Cisne Sin T De Te Quiero
Historia CortaÉl solo quería entrar a clases. Ella solo le llevó su tarjeta de acceso. El otro solo existía. Pero por cuestiones del destino los tres terminaron rogando por sus vidas en el juego de patito feo a cisne... Bueno, la cuestión fue un gato. ¿Sobrevivir...