Capítulo 20

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Habían pasado cinco días en la casa desde que habían llegado. Al inicio recibieron algunos amigos curiosos, pero después habían tenido tiempo para estar en calma y en soledad; lo cual estaba realmente bien. Se dedicaban a hacer lo que les gustaba y estar en compañía del otro, viviendo el día con calma, justo como en ese momento, cuando Shoto subió a buscar a _______ para proponerle salir a cenar. Incluso dormían juntos y siempre se acostaban muy entrada la madrugada, por quedarse hablando de estupideces o jugando a hacerse cosquillas, como niños pequeños.

Entrando al cuarto se rió cuando vio el espectáculo que su ahora esposa le mostraba. _______ estaba en ropa interior y tenía puesta una bata de seda abierta; tenía las piernas llenas de una especie de crema, al igual que su abdomen, su cara estaba cubierta de una mascarilla verde y su cabello estaba cubierto por una especie de turbante hecho con una toalla. Estaba bailando por todo el baño mientras cantaba una canción de Britney Spears y preparaba un baño perfumado. Ella giró y se rió suavemente al verlo ahí parado.

— ¿Qué es esto? — le preguntó él visiblemente entretenido.

Ella sonrió.

— Es mi tratamiento de belleza —.

Shoto se cruzó de brazos.

— ¿Con Britney de fondo? —.

_______ asintió y la canción cambió, así que ella bailó sensualmente y se acercó a él, quien se fue alejando con una risa tonta.

— Wonder if you know you're on my radar — ella le cantó mientras bailaba.

Él se rió.

— Alto, no quieres manchar mi camisa con lo que sea que tengas en el cuerpo, es mi favorita —.

_______ se mordió el dedo suavemente mientras se reía.

— Tienes como veinte camisas favoritas —.

Él la miró mal.

— Pues son veinte camisas muy bonitas, fíjate —.

Ella soltó un bufido y regresó hacia el baño para cerrar la llave pues la bañera ya se había llenado.

— Hey niño bonito, ¿Por qué no vienes y te relajas? — le comentó mientras se quitaba la bata y la toalla de la cabeza.

Shoto se recostó sobre el marco de la puerta.

— ¿Tendría que ponerme todo eso sobre el cuerpo? —.

Ella asintió mientras se sentaba y se lavaba las piernas, la crema se deslizó perezosamente y Shoto compuso una sonrisa torcida, al tiempo que se quitaba la camisa. _______ le guiñó un ojo.

— ¿Es un sí? —.

Él se acercó al baño y se sentó en el sanitario.

— Va, ¿por qué no? —.

Una hora después Shoto se sentía entumido, había estado en la bañera cubierto por cremas y cosas que habían hecho suaves las partes de un hombre que no deberían serlo. A su lado ella aún se reía, guardando todo su arsenal de productos en una pequeña y coqueta maleta.

— ¿Ya me puedo lavar? —.

Ella asintió.

Shoto se hundió en el agua y retiró con sus manos la última cosa que ella le había puesto en la cara, cuando salió, bufando suavemente la vio extenderle una toalla.

— Gracias — le dijo sentándose de nuevo y secándose la cara.

_______ se sentó en el borde y se rió suavemente.

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