Three Alpha Issues. [#Omegaverse #Lgbt]

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"Fred."

Bonnie llamó al pelinegro, que había estado sentado en su pupitre apoyando su rostro en la palma de su mano. Luego el chico pasó una mano suya enfrente del rostro ajeno y la sacudió.

"¿Estás ahí?" Cuestionó casual.

La mirada del nombrado inmediatamente se espabiló de unos parpadeos y meneos de cabeza.

"¿El qué?" Dijo apresurado y desorientado de sus al rededores. "Ah, Bonnie... ¿qué pasa? ¿necesitas que te lleve a casa de nuevo? Sin problema, eh."

"Que no." El Beta negó amable. "Es que Freddy me ha pedido que le de unos apuntes para poder copiarlos él en casa, pero no lo encuentro y ya mismo es la salida, ¿sabes dónde está?"

Era una buena pregunta.

Fred se quedó en silencio un rato. Husmeó con su nariz un poco, inhalando los olores del salón a ver si lo detectaba cerca. Nada.

Se restregó la cara con la mano, suspirando. "Qué va, qué va. Yo... no... no tengo idea." Le murmuró.

"¿Ha pasado algo entre vosotros?"

"¿Q-qué? ¿por qué lo dices?" El Alfa se sobresaltó.

"Pues nada. Es que te has decaído de repente, además de que vi a Freddy llorando por el pasillo hace rato."

"¿Qué?"

"Que he visto a Freddy llo-"

"Espera... ¿qué? ¿y..."

"Que he visto a Fr-"

"JODER, YA LO SÉ."

A veces se preguntaba si Bonnie era la reencarnación de un niño despistado de cinco años. Fred suspiró. Su mirada permaneció perdida y ausente en un momento de silencio. Sentía un hueco hinconoso en el pecho que se esparcía por todo su cuerpo.

"¿Qué pasa?" Murmuró Bonnie sin tener idea de nada. Notaba que su amigo se había puesto medio mal de repente.

Él resopló. "Me cago en la puta..." se llevó las manos a la cabeza.

Tantos pensamientos bloqueaban la capacidad de responderle algo decente a el pelimorado.

Rápidamente se levantó del asiento.

¿Por qué se sentía mal de repente? ¿Y si lo que había dicho Bonnie... lo había causado él?

Boca seca. Dolor en la sien. El pecho encogido y el estómago revuelto.

Todas y más de esas sensaciones eran las que le creaban un ambiente asfixiante a Fred, ahí, mientras se comía la cabeza en su asiento, dejando la pregunta de Bonnie al aire.

Y si me preguntan porqué, diría que por ciertos ojos azules que siempre ponían su mundo de cabeza, y le hacía sentir esa culpa del peso de un yunque la cual nunca le permitía a nadie que le hicieran sentir jamás.