Three Alpha Issues. [#Omegaverse #Lgbt]

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Rápidamente Joy fue arrastrada lejos del grupo debido a que Freddy le había agarrado del brazo en desesperación.

Para ella no tenía mucho sentido lo que pasaba. No percibía feromonas dulces en el aire; significaba que nadie había tenido su celo de vuelta, y todo fue tan repentino que no le dio tiempo ni a consultar con su mente la mínima idea. Solo miró a los lados velozmente, y luego reposó su mano en el hombro del Omega, quien apoyaba sus manos en las rodillas agitado.

"¿Q-qué...qué pasó allá? Freddy... ¿necesitas supresores? O...¿algo? Todo estaba tan bien y..."

El castaño se dejó caer en el pasto de rodillas. No parecía prestarle mucha atención a su alrededor si quiera, lo único en lo que se concentraba era su respiración y en carraspear con nervios.

"Joy...me...estoy...me estoy mojando." Le respondió en un susurro avergonzado. El chico temblaba a pequeñas cantidades y, a primera vista, parecían sintomas de algún ataque de pánico, pero la rubia sabía muy bien el caso del que se trataba, solamente que...se había quedado en blanco...sin siquiera pestañear.

"¡Joy!" Freddy volteó a verla con el ceño fruncido, pero después agachó su mirada al darse cuenta que más líquido se resbalaba en sus intimidades. "A-agh, ah...ayúdame...¡ayúdame!" En un hilo de voz suave le rogaba.

De unos fuertes parpadeos la contraria despabiló del trance. Parecía una cámara de seguridad de tanto que dirigía su mirada a todos lados mientras excavaba en su bolsillo una pastilla que finalmente pudo ofrecerle a su amigo. Eran supresores de celo.

"Em, ah... carajo... y-ya, mira, aquí. Agárral-"

Un jadeo quebrado del Omega interrumpió sus palabras, y justo por eso, se vio obligada a colocarle la pastilla en los labios por su cuenta y con una torpe prisa. Sino hubiera sido por el agua que Joy le brindó jamás hubiera podido digerir el medicamento, pero una vez que lo hizo soltó una aliviada bocanada de aire, se limpió el mentón y también su frente sudorosa y algo roja. Quizá unos diez o veinte segundos tuvieron que pasar para que Freddy logré recuperar la respiración y que así, Joy con sutileza por fin le pueda cuestionar:

"Freddy...¿qué...sucedió? No entiendo. Diablos, eso no tuvo que pasar, ¡tenías los supresores aplicados! Yo..."

"Pues..." Susurró aún sentado en el suelo y mirando hacia abajo. "Pues, es...eh..." Claro, por supuesto que le costaba arrastrar palabras de la boca. Con la tremenda vergüenza que aún no abandonaba su cuerpo, ni siquiera planeaba en hacer contacto visual con una hormiga. ¿Quién podría actuar normal después de gemir accidentalmente al rededor de ocho personas después de todo?

"Creo que...no lo sé...cuando Fox, Fred y Golden se acercaron a mí, sus aromas se...intensificaron o algo así y...después me alteré y empecé a...no lo sé, jamás me había pasado." Dijo tragando saliva con dificultad, abrazándose a sí mismo por no saber qué mas hacer con sus manos.

Para Joy, una pizca había cambiado en el ambiente. Algo había hecho click en su mente y, quizá algún presentimiento también le surgió de repente.

"Ya...entiendo." Respondió lentamente, como si pronunciara las letras una a una. Eso solo agregó kilos de confusión al rostro del moreno, pero ella solo se limitó a mirarle con recelo y retomar. "Bueno, tu celo no volvió, eso es genial, todo bien, sí, pero...ciertas personitas estaban a punto de provocarlo."

La reacción de Freddy fue igual a la que haría al ver un alien en frente suyo. "¿Cómo? No sabía que eso podía pasar...yo...¿quiénes hicieron...?" Preguntó confundido.

"Ay, freddito. Pues..." suspiró sonriente. "No puedes acercarte a Alfred, Golden o Fox mucho porque...sus feromonas activarían tu celo de inmediato, osea...así." hizo un chasquido de dedos rápido.