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Mientras que existía gente que podía darse esos grandes placeres de la vida, habían otros con menos suerte. Mucha menos suerte.

¿Tocarse? Golden ya no recordaba la última vez que había hecho eso. Ya ni siquiera recordaba la última vez que había salido con su manada, o con Freddy a algún lugar. No recordaba tener tiempo para su vida. Por supuesto que le gustaba aprender de los ámbitos de trabajo que su madre se tomaba el tiempo de enseñarle y también le gustaba su vida como artista teniendo sesiones de foto de todo tipo y explotando su música para que llegara a los oídos de más gente, sin embargo todo eso conllevaba sacrificar otro parámetros de su vida. Tenía diecisiete al igual que sus amigos, eso sí, no obstante su vida no era igual de despreocupada que estos mismos. Las responsabilidades que tenía no las tenía un chico de su edad.

Al principio era tolerable mantener sus estudios a la vez que ayudaba y aprendía sobre la compañía de su familia, ya que según su madre era necesario requerir conocimientos de trabajo a temprana edad como a ella también le enseñaron, y no le ponía ningún tipo de presión al respecto. Desde menor asistía a conferencias u organizaba cajas de documentos, pero el problema se creaba cuando no lo hacía bien, porque su abuelo interfiría en seguida, y se encargaba de castigarle a cambio. Sin duda alguna su abuelo lo llevó todo a un extremo. Jamás logrará olvidar las noches de estrés y ansiedad que llegaba a pasar cada vez que le reclamaban la perfección más, más y más tanto en el colegio como en su vida artística y profesional. Mejores calificaciones. Menos comentarios. Mejores modales. Menos pizza, chocolate y porquerías. Mejor puntualidad. Menos risotadas. ¡¡Más compostura, más asertividad, más, más y más!! Imponía una exigencia desmesurada en Golden que le era cada vez más insoportable con el pasar de los días. Era una demanda tan rígida que su abuelo le reclamó después de que su padre falleciera y pusiera en quiebra a la compañía años atrás, pero nunca supo el porqué, ¿será que su abuelo lo odiaba y quería machacarlo en pedazitos? Jamás se ha atrevido a preguntar o decírselo a su madre quien pasaba tan ocupada viajando a otros países cada semana y que siempre ponía una entrevista primero antes que él. Adelline siempre fue una mujer fanática del trabajo, y eso era algo que Golden no podría cambiar y tampoco intentaría, ¡porque no era como si tuviera tiempo de todos modos! A su madre le encantaba mantenerlo igual de ajetreado que ella y llenaba su agenda de actividades aburridas como sus clases de piano, clases de francés, deportes o cualquier otra estupidez.

Dios, solo estaba harto de todo.

Su vaga mirada viajó a la ventana de la limusina mientras iba vuelta a casa luego de haber terminado con sus labores. Era mejor distraerse a estar viendo el desolado interior del vehículo donde no había nadie más que su chofer y su mayordomo adelante, y unos vinos y copas demás. Ver la escena le hacía recordar lo realmente solo que se sentía en la vida.

Siempre fue así. Solo. Y uno diría, ¿cómo un Alfa tan apuesto, romántico y simpático como él permanecía en soledad? Sorprendentemente cuando era pequeño, como de unos seis u ocho años, sus amigos o noviazgos perduraban en su momento, pero por lástima conforme fue creciendo la realidad le cayó como un bloque de cemento. La vida le golpeó muy fuerte, enseñándole que la avaricia, ego e interés de las personas eran más poderosos que cualquier vínculo de amistad, y una vez que aprendes esto, al menos en el caso de Golden, resulta difícil no volverse bastante obstinado con respecto al tema. No lograba contar con sus dedos la cantidad de veces donde creyó tener a alguien especial hasta que se daba cuenta que solo le querían por el tamaño de su billetera. Eran tantas veces que ya no le parecía que valiera la pena intentar buscar a gente con un alma real. Incluso era una de las razones por las cuales jamás ha tenido buena experiencia en relaciones amorosas. Golden podía ser muy popular en el instituto y en revistas o eventos importantes, pero al llegar a casa no se llevaba consigo nada más que un eco ensordecedor que retumbaba en su corazón toda la noche.

Three Alpha Issues. [#Omegaverse #Lgbt]Where stories live. Discover now