Virgen a los 27 || Toji Fushiguro (+18)

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Pov Neith

«2 semanas después»

"Tranquila abuela estoy perfectamente bien, iré en un par de semanas a visitarte" sostenía mi teléfono en mi oreja a mi hombro, ya que estaba con el carrito de súper haciendo la despensa del hogar y tomaba un par de cereales a los cuales no sabía cuál elegir.

"Tenemos que platicar algo urgente, no es nada malo pero quiero que te enteres" oír la voz de mi abuela, me daba una felicidad muy grande ya que tengo bastante rato en no poder convivir con ella.

"Si se trata algo relacionado con mi padre, no me interesa nona"me reí. Hace semanas de que ella quería hablar exactamente de ese tema, pero yo lo evitaba.

"Cuando dejarás de ser tan testaruda, deberías al menos escuchar a esta vieja anciana que muy tarde o temprano, morirá" se rio a la par mío.

"Que se le caiga la boca, no diga eso abuela. Tiene Razón pero este no es el momento para estar bromeando con eso abuela" suspiré.

"Solo quiero hablarte de tu padre nena, antes de morir solo concédeme esta última petición"

Hubo un pequeño silencio por parte mía, y dejé la caja de cereal que no iba a comprar y elegí la de sabor chocolate.

"Esta bien, espero y sea algo interesante. Pero solo lo haré por ti" Sonreí como idiota, sabía bien que iba a decir que si ya que conozco a mi nona, y quiero verla feliz.

"Ven pronto mi niña, y cuídate mucho. Te amamos yo y tu madre que en paz descanse" escuché del otro lado.

"Yo también las amo" hice una media sonrisa y colgué el celular.

(...)

Ya estaba en un par de cuadras para llegar a mi casa, ya estaba cansada de cargar el bolso ecológico que me hicieron comprar de nuevo por haberlo olvidado en casa. Ya con este son 9.

Dobló la esquina y observó ya el edificio de mi departamento, a punto de seguir en mi camino siento como la piel se me eriza. Mal presentimiento.

Un tirón de brazo hizo que me fuera al piso, mientras que todas las cosas de la bolsa caían por todo el suelo.

Mis nervios hicieron que empezara a patear todo lo que estaba a mi alcance, pero todo fue en vano. Iba a empezar a gritar, pero una mano me cubrió por completo la boca para que yo no pidiera auxilio. Mi mayor miedo estaba ocurriendo.

Nadie vendría a ayudarme. ni Toji, ni Geto ni nadie.

«Solo era yo sola»

Observe cómo está persona me jalaba aún más al callejón. Mis uñas se encajaron a la piel de este y empezó a gruñir de dolor. Era lo mínimo que podía hacer. Estaba nerviosa.

De un momento, siento que me avienta al suelo de una manera agresiva, para así lastimarme el brazo ya que había caído arriba de él. Me queje en silencio.

"Maldita perra, eres idiota o que te pasa" Me tomo de los cabellos para que lo observara.

Mire ese rostro, con varios tatuajes en este. El cabello rosa y los ojos rojos llenos de furia, me asustaban demasiado. Los podía reconocer esos ojos en algún lado.