"Esta es la cuarta vez que me golpeas en una parte de mi cuerpo, ¿acaso eres Virgen?" Dijo molesto el hombre.
"Y-yo..." iba a responder pero el hombre me contestó primero.
"No puedo creerlo, yo me largo" se levantó de la cama poniéndose sus pantalon...
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Pov Neith
Escuche mi alarma sonar, rápidamente con bastante pereza apague el despertador.
8:30 am
Por fin era sábado, era día de ir al gimnasio para poder ejercitarme un poco y salir de la misma rutina de la semana atareada.
Entre a la ducha despojándome de mi pijama y abrí el grifo para que caiga la lluvia artificial sobre mi cuerpo, me puse mis correspondientes cremas y jabones corporales y así luego enjuagarme, salí de la ducha tomando una toalla y fui al lavamanos, cepille mis dientes y me puse mis lentes de contacto transparentes.
Salgo del cuarto de baño para poder buscar mi ropa de entrenamiento que consistía en un short tipo Licea negro, un top negro y mis zapatillas color blanco. Me acerqué a mi tocador y procedo a secar mi cabello con la secadora y terminar peinándome con una cola de caballo alta.
Tome mis audífonos inalámbricos, mi celular, una toalla mi cartera y los meto a una mochila, salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina para tomar una botella de agua y meterla dentro de la mochila que llevaba. Buscó mis llaves para salir de mi departamento y luego cerrarlo con seguro.
Se preguntarán por qué voy al gimnasio los sábados, pues por cuestiones laborales mi horario esta muy saturado para poder tomarme un poco de tiempo para mi, así que los sábados son los días que estoy menos ocupada.
(...)
Llegando al local donde se ubicaba el gimnasio entró para visualizar varias personas ejercitándose, llego hacia la zona de los casilleros para buscar a la chica de las llaves y poder darme unas para poder guardar mis cosas.
Ya con las llaves en mis manos voy al número de casillero que se me asignó "25" camino velozmente y visualizó el número felizmente. Dejo mis cosas y me dirijo a lo que son las caminadoras para poder calentar un poco.
Me posicionó en la caminadora y me coloco mis audífonos y empiezo en lo mío, muy concentrada en lo que estoy llevo la mirada a todo el lugar viendo quienes entran y quienes salen. Mi vista fue a dar a un joven sin camisa que estaba pegándole a un saco de box, estaba bien concentrado en lo que hacía, veía como lo golpeaba con bastante habilidad. Vaya no sabía quién era ese joven, pero debo admitir que sabía lo que hacía.
"Nada mal" dije entre mis adentros
Veo que deja de golpear el saco de box y su mirada se fue a la de otra persona haciendo que se viera justamente quien era esa persona. No puede ser, era el imbecil de mi vecino.
