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La lluvia se hacía presente en la noche para así caer suavemente contra la ventana de la habitación de Neith, mientras Toji se encontraba allí, perdido en sus propios pensamientos. Neith, nerviosa, decidió volver a romper el silencio que se cernía en la habitación.

"Toji, ¿Realmente sientes algo por mí?"

Toji, mirando fijamente la lluvia, volvió a ver los ojos de ella.

"No lo sé, Neith. No entiendo bien lo que siento."

Neith suspiró por su respuesta.

"No puedo evitar preguntármelo. A veces, parece que estás aquí solo porque sí o por el sexo."

Toji miró hacia abajo.

"No quiero lastimarte, Neith. No entiendo mis propios sentimientos."

La lluvia se intensificó, creando un telón de fondo melancólico para la conversación. Toji, visiblemente incómodo, decidió abrir su corazón.

"A veces, cuando estoy contigo, siento algo diferente. No sé explicarlo, pero es como si mi corazón quisiera decirme algo que no logro entender."

Neith lo miró con una pequeña desilusión en su mirada

"¿Entonces no estás seguro de lo que sientes?"

Toji levantó la mirada

"No lo sé, mocosa. Pero no quiero verte así. No quiero que pienses que estoy aquí sin razón o porque pienses que solo es por el sexo."

Neith volvió a hablar con un nudo en la garganta.

"Es solo que... a veces parece que estás en otro lugar, mentalmente."

Toji se acercó a ella.

"Lo siento, Neith. No quiero que te sientas así. Quizás necesito tiempo para entender lo que realmente siento."

La lluvia seguía su danza contra la ventana, creando un ambiente íntimo y vulnerable en la habitación. Toji, sin decir una palabra más, tomó su rostro entre sus manos y comenzó a besarla suavemente en el rostro, buscando transmitir algo que las palabras no podían expresar. Aunque el gesto era tierno, Neith no podía evitar sentir que algo aún no estaba claro entre ellos.

Toji, al besar el rostro de Neith, intentaba transmitir lo que sus palabras no lograban expresar. Sin embargo, Neith sentía el nudo en su garganta persistir.

Neith, con un atisbo de tristeza habló.

"A veces creo que me besas para evitar hablar de lo que realmente sientes."

Toji suspiró hacia su respuesta, acarició con sus dedos la mejilla de la castaña y le regaló un beso en la frente.

"Tal vez tengas razón, mocosa insistente. Pero es difícil para mí poner en palabras lo que está sucediendo dentro de mí."

Neith golpeó el pecho de Toji de broma, y río por debajo.

"No quiero presionarte, Toji, pero necesito saber si esto es real o solo un juego."

Toji tomó su mano y la llevo hasta sus labios para depositarle un beso en esta.

"Lo entiendo, Neith. No quiero jugar contigo, lo último que deseo es hacerte daño."

La lluvia continuaba su ritmo constante, como una banda sonora melancólica para la conversación que se desenvolvía. Toji, sintiendo la urgencia de aclarar sus sentimientos, decidió arriesgarse.

"Quizás no entienda completamente mis emociones, pero quiero descubrirlo contigo. No quiero perderte, Neith."

La mirada de Neith se suavizó, pero el nudo persistía. Toji, buscando reconfortarla, la abrazó con ternura.

Virgen a los 27 || Toji Fushiguro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora