16

6.3K 632 140
                                    


Pov Neith

Los días pasaron y poco a poco mi relación con Toji fue mejorando para bien.

Él era menos gruñón de lo que aparentaba, pero seguía siendo el mismo cabrón que conocí hace dos meses atrás. Todos los días el se iba a trabajar, y hasta la fecha no sé cuál es su oficio fijo.

Puedo decir que mis sentimientos hacia Toji crecieron poco a poco, y no se los he demostrado por no echar a perder la amistad que tengo hacia el.

Con lo poco que sé de él, pude saber su apellido. "Fushiguro"

Es como un avance para saber todo sobre tu "Nuevo roomie" que vino a meterse como cucaracha a tu vida. Pero no me quejo, él es una buena persona. Hasta donde se.

"Pronto será navidad Toji, ¿quieres ayudarme a colocar los decorativos para mi hogar?" Salí de la cocina con una taza de chocolate caliente, mientras me sentaba en el sillón y cruzaba mis piernas como niña pequeña.

Sorbo de mi taza y observo al hombre como salía de mi habitación con su pantalón tipo pijama y sin ninguna camisa. No sé qué estaba más caliente, si yo o mi chocolate caliente.

"No me agradan esas mierdas, pero con gusto te ayudaré, pequeña pulga" Fue a la cocina y busco una taza de café negro.

"¿No te gusta la navidad?, es mi mes favorito para pasarla en familia con tus seres queridos" dije Feliz.

"Como verás mocosa, no tengo familia en este momento. Estoy solo, y eso no va conmigo" Sorbió de su taza.

"Toji, no estás solo. Vives conmigo ahora y eso es lo que importa" volteo para verle y le regale una sonrisa.

"Tú tienes una familia que te ama Neith, yo estoy podridamente jodido. No necesito tu lastima mocosa" me miro serio.

Mi sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco. Su comentario había hecho que me volteara y mirara la taza de chocolate que tenía entre mis manos. Recordé que toda mi infancia la viví con mi abuela materna, ya que cuando murió mamá fue en noche buena. Las navidades sin ella, eran de lo peor.

En esos momentos no tenía el consuelo de nadie, más que solo el de mi abuela. Mi padre nos había abandonado desde que descubrió que yo venía en camino.

Cada navidad lloro en silencio por la ausencia de mi madre. Pero tenía que ser fuerte y ser feliz para no volver a decaer en lo mismo, y por eso me gusta celebrar las navidades como a ella le gustaría. Ver a su hija feliz y convivir con la gente que ama.

"Mi madre una vez dijo que... si te sentías triste o solo. Puedes contar con las estrellas del cielo y ver cuantas pueden ayudarte cuando más lo necesites" respondí. Sorbí otro poco de líquido caliente con cuidado para no quemarme.

Quería llorar, ya que Toji no tenía a nadie con quien recurrir. Y lo entiendo, el es como un lobo solitario viendo a qué destino lo puede llevar.

Toji comprendió lo que acababa de decir. Y dejo su taza de café en la mesa. No había medido sus palabras al expresar su dolor.

"Neith, yo..." trato de acercarse a mi, pero me levante aún con la taza en mis manos.

"Solo quiero que te sientas bien, solo quiero ayudarte para que te sientas como en casa, y no solo como aparentas" Mi voz quebrada de hacia mas audible. Mis ojos se fijaron al hombre que estaba a unos centímetros de mi.

Esquive a Toji. Camine para dejar la taza en la cocina y lavarla tranquilamente. Mi visión era un poco nublada por las lagrimas que se asomaban dentro de mis ojos.

Escuche un par de pisadas acercarse.

"No sabía que tú madre murió, perdón... no quise ser duro contigo" Escuche el tono serio de azabache dirigirse hacia mi.

"Ya no importa, es algo que tú no sabías" reí un poco, sin voltearlo a ver. Mis lagrimas cayeron poco a poco, y en un rápido movimiento me tallo con la manga de mi suéter para que no sigan cayendo.

Siento como el oji esmeralda se posiciona atrás de mi y me abraza por la espalda. Sus brazos me atrapan por todo mi cuerpo haciendo que me apegara un poco al suyo.

Su cabeza se apega arriba de la mía sin separarse. Me sorprendo por lo que había hecho, ya que era la primera vez que veo a Toji ser un poco sentimental por ese lado.

"Discúlpame Neith" Susurro por encima de mi cabeza"

"Quería que te sintieras como en casa, es lo que más necesitas en este momento Fushiguro. Y discúlpame tú a mi por ser un poco insistente con el tema de la navidad"

"No tienes porque disculparte mocosa, es un gesto muy adorable el que me estás diciendo"

"Como..." a punto de responder, el me gana finalmente.

"Intentar hacer que me sienta como en casa, mientras te veo disfrutarlo" Beso mi coronilla.

Me volteo para verlo de frente. Sus manos se colocaron en mi rostro, removiendo con la ayuda de sus dedos las pequeñas lagrimas de mis ojos. El rubor en mis mejillas se hizo presente.

Toji finalmente, estaba demostrando los sentimientos que tenía hacia Neith. No lo quería admitir, pero ya era algo notable que no se podía negar.

"No quería decirlo mocosa, pero en verdad no quiero que nadie más te mire como yo lo hago en este momento" los ojos de Toji eran penetrantes, a tal grado de que Neith se sonrojara y quedara hipnotizada por su mirada.

Las pequeñas caricias que daba en su rostro, hacían que poco a poco la mujer posicionará sus brazos atrás del cuello del azabache y se acercara un poco más a sus labios.

"A la mierda las malditas reglas" Susurro Neith para luego devorar los labios del azabache con mucho anhelo.

——————————————————————————-

Siento que no es la gran cosa este capítulo y le falto más, pero no traigo inspiración:c

Pero bueno, creo que ya es el momento ¿no? O ustedes que dicen niñassss Akbdkwdbjdjd

¿Ya aflojo a la Neith? O todavía no. Ustedes díganme y si es así.....
Se vieneeeeeeee lo más esperado de la fic. Estoy emocionada bandaaaaaa🥳🥳🦭❤️

Las quiero muchoteeeee y tomen awitaaaa❤️

Virgen a los 27 || Toji Fushiguro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora