𝑴𝒊 𝒂𝒍𝒖𝒎𝒏𝒐:[𝙷𝚎𝚗𝚛𝚢 𝙲𝚊𝚟𝚒𝚕𝚕]

Capítulo 28

—Ay ya, deja de mirarme así.. me excitas — confesó un tanto avergonzada

—No estás tomando esto en serio-reclamo Henry con seriedad

—Está bien...Hiddleston descubrió lo de nosotros, estábamos hablando, el estúpido de Downey escucho y le dijo a Evans, Evans me reclamo por no decirle que tengo a alguien más cuando intentaba enamorarme

—¿Evans intentaba que?—frunció el ceño mirándola fijamente

Helena alzó su ceja—¿Acaso no escuchaste?, Te dije que Evans ya sabe lo de nosotros pero...no sabe quién es, osea si sabe que estoy con alguien más pero no sabe quién, ¿Si me entiendo?

—Si entiendo perfectamente pero porque Evans quiere "enamorarte" cuando se supone que son solo amigos—llevo sus brazos a su cadera

—Eso no importa, lo que importa es que no descubra que tú y yo..., Ya sabes—susurró lo último, su cara se tiñó de rojo desviando la mirada a otra parte

—Tienes razón, tenemos que ser más cuidadosos

—Mm si— asintió, sus ojos volvieron a ver a Henry, recorrió su mirada hasta la entrepierna del joven. Un cosquilleo empezo a molestar en su parte baja sintiéndose húmeda—ven y follame— desató el nudo de su bata dejando ver su hermano cuerpo desnudo

—No lo haré—se negó tragando saliva— no mereces mis caricias después de haberme ignorado y hacer que me sintiera mal—trato de ignorar la imagen de tener a Helena desnuda, pidiendo que la tome en el sofá de su casa.

—si te doy una disculpa, ¿Me follas?— ronroneo acariciando la pierna de Henry con la punta de su pie

—Tal vez— reprimió una sonrisa encogiéndose de hombros indiferente

—Bebé, me...disculpas por hacerte sentir mal— barrio sus pestañas coquetamente

Henry frunció el ceño. Por más que no quería dar su brazo a torcer fue muy difícil. Sin pensarlo más se acercó a Helena sin decir una palabra. Abrió las piernas de la mujer arrodillándose frente a ella, coloco las piernas de la castaña en sus hombros,  su caliente aliento choco con el coño resbaladizo de Helena haciéndola estremecer. Helena Soltó un gemido cuando Henry dejo un suave beso en su clítoris, sintió sus pierna temblar por instinto guío sus mano a la cabeza del británico para que siguiera con ese glorioso movimiento con su lengua.

—Ahora, yo estoy a cargo— informo Henry mirándola serio mientras detenía su mano sujetandola de la muñeca.

Helena no dijo nada, cerro los ojos dejando caer su cabeza en la cómodo almohada de su sillón. Simplemente esos ojos pasivos que se volvieron dominantes hicieron que todo su cuerpo se excitara, él rozó la punta de su lengua en el capullo hinchado, sonrió al escuchar una gemido de protesta

—Oh mi amor estas tan desesperada por mi— dijo Henry arrogante, volvio a rozar su lengua en el mismo lugar

Helena lo miro totalmente sorprendida, perdida en el placer se acurrucó aún más en el sofá abriéndole más las piernas a Henry.
Él tarareó en voz baja sobre la carne atrapada enviando deliciosas vibraciones a su centro, se arqueo de espalda 
cuando él comenzó a mover su lengua rápidamente frotando y dando vueltas alrededor de su clítoris jugando con sus pétalos con los dientes imitando un ligero movimiento de masticación para arrastrar sus colmillos sobre su coño abierto. Presionó la parte plana de su lengua con fuerza y ​​frotó gimiendo tratando de llevarla a un orgasmo. Helena soltó un grito ronco al sentir gruñir a Henry, las vibraciones casi funcionaron como un consolador, el obsceno chasquido de la succión se escuchó.Podría jurar que soltó un patético lloriqueo de placer, no sabía si era por el alcohol, el ambiente caliente o simplemente por ser Henry quien le está dando ese maravilloso oral. su mente estaba completamente nublada y lo único que podía pensar es como sus piernas temblaban sintiendo una corriente.

Henry gimió sosteniendo la contra él sin dejar que se moviera ni un centímetro  cuando los espasmos del orgasmo se hicieron presente. Helena cerro los ojos soltando un estruendoso gemido dejando salir todo el placer.

—¿Te gustó?— cuestionó con una sonrisa burlona

Helena abrió sus ojos, su respiración agitada, sus ojos pudieron ver destellos verdes, amarillos y morados en el techo, seguramente esto es la definición sobre la frase: Te haré ver las estrellas. Porque de otra manera no es posible, al menos que se por un telescopio. Tontamente bajo su cabeza para mirar al británico que un se encontraba entre sus piernas

—Vas...eres, mi perdición— confesó agitada, mirándolo con cariño— creo que... Tengo que devolverte el favor

Al día siguiente
7:00.a.m
Helena:

Desperté al sentir un enorme calor por todo mi cuerpo, sentía las gotas de mi sudor por mi pecho y axila. Solté un gemido de placer cuando me quite la gruesa sábana de mi cuerpo al sentir el contacto de aire acondicionado.

—Buenos días

Volté a la dirección de esa voz. Henry.
deje salir el aire acumulado, por un momento me olvidé que estaba aquí, en mi casa y en mi cama. Ahora me doy cuenta lo solo que e estado

—Buenos días— saludo al recuperarme, sus ojos azules me miran con tanto amor que lo único que puedo hacer es corresponderle amablemente

—¿Cómo dormiste?— cuestiona con una sonrisa melosa

Volteo hacia a él acostándome de un lado. Quedo frente a frente de Henry y puedo apreciar su cara de cercar— Mucho mejor al salir que dormiste a mi lado— veo que eso le causa felicidad y me mantiene tranquila— ¿Y tú bebé?— llevo mi mano para acariciar su mejilla

—yo también dormí muy bien— dijo con un sonrisa— tengo una propuesta

—Hm, ¿Esa propuesta tiene algo que ver con quedarse en la cama todo el día?

El simple echo de quedarnos en la cama  me parece excelente y estoy dispuesta a complacerlo si eso quiere pero Henry niega con una sonrisa juguetona. Amaneció muy ruiseño el día de hoy

—Casi cerca pero no. ¿Que te parece si nos vamos un día de campo por tres días?

—¿tres días?— hice una pausa, cada día se le ocurre nuevas cosas para sorprenderme— Cavill estamos a mitad de semana

—Podemos escaparnos e irnos algún lugar que ya tengo planeado— sus cejas se movieron de abajo hacia arriba

—Y si no voy, ¿Me vas a secuestrar?

—Mm no se me había ocurrido pero te convenceré de otra manera

Se movió de su lugar subiéndose arriba mío, ni si quiera me dió tiempo de darme cuenta, antes que diga algo sus labios me atacaron, cerré los ojos disfrutando de su sabor. Se movió frotando su erección en mi pierna mientras sus manos acarician mis pechos.

Ahora me dieron ganas de ir un día de campo.

Continuará...

¿Sigo?