•EN PAUSA•
¿que pasaría si eres profesora de universidad y das clases de matemáticas?. Todo tranquilo y cómodo para una maestra de intercambio que lo único que quiere es el bien de sus alumnos, ¿verdad?.
Pero, ¿Cómo reaccionarias si uno de tus alumn...
Perdón si tengo falta de ortografía o una palabra fuera de lugar, lo corregiré después♡
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Veo la espalda de Henry, cuando terminamos, ambos nos duchamos y después de eso no a dicho ninguna palabra, me ve como si hubiera echo algo muy malo y no sabe cómo corregirlo, en mi opinión lo único malo es traer esa belleza, así cualquiera quisiera aprisionar cada parte de Henry.
–Helena
La suave y pequeña voz de Henry me hace salir de mis pensamientos, volteo para verlo y me encuentro con sus ojos
–¿Que sucede bebé?– cuestiono con el ceño fruncido
– perdón...si te llame así– desvía su mirada a otra parte– no fue mi intención incomodarte
–Ey, mírame– digo suavemente– no me incómodo que me llamaras así, podría decir que me excito aún más– suelto una risa porque es verdad
–¿en verdad?– cuestiona impresionado acomodándose en su lugar
–si, ya estoy acostumbrada a escuchar esa palabra– confieso al recordar a Thomas, maldito Tom ya no tengo a quien molestar ahora que no me habla
La verdad no me arrepiento por hacerle crees que le quitaré el trabajo, la cara que puso no tuvo precio y lo mejor es que quedó en ridículo enfrente de Smith, ¿Será que está vez si me pase?, Si ese es el caso trataré de ser buena amiga para Tom. Si claro
–¿Acaso alguien más te dice así?– cuestiona olvidandose de su pena
–No– si
–Entonces por qué...
–Mejor ven aquí y abrázame– lo interrumpo antes de que haga más preguntas
Alzo las sábanas par que se acerque a mi, nuestras piernas se entrelazan mientras su brazo me rodea mi cintura, su cabeza descansa arriba de mi brazo y así acaricio su cabello aún húmedo
–¿Puedo llamarte así?– cuestionó
Suelto una suave risa– puedes llamarme cómo quieres amor
– ¿te confieso un secreto?– susurra cerca de mi oído
– cualquier cosa
– Tú...fuiste mi primera vez en casi todo
–¿Que?– me senté rápidamente por la impresión, un escalofrío recorrió mi espalda al sentir el frío del aire acondicionado
Sus ojos azules se volvieron tímidos, además de ver una ligera angustia, ¡ay por favor!, este hombre no parece inexperto, se mueve bien. Tiene todas las ventajas de verse coqueto y con todas las mujeres al rededor suyo y que él solo las escoja para sola un rato.
–Si te hubiera dicho que era virgen, ¿Me creerías?– cuestionó con el ceño totalmente fruncido
Okey, tiene un punto a su favor, porsupuesto que no le hubiera creído, es más. Me hubiera reído de él