No pude evitar sentir unos celos tremendos al escuchar a Victoria decir "Trasero Caliente" y luego enganchar a Jennie de un brazo para ir directo a la habitación trasera, Junmyeon protestando durante todo el camino.
—No lo harás. Yo diseñé el loto que quiere, me toca ponérselo.
¿Y Jennie piensa que no es sexy? Mejor que lo piense después de esta muestra de hormonas por parte de dos tatuadores veteranos peleándose por ver quién la tatúa. ¡Joder, quisiera tener el talento para hacerlo yo misma, así podría tener la suerte de mi lado!
—Oye, Junmyeon. —Mejor hacerlo fácil para ellos—. Me gustaría que hicieras la cadena en el mío, si no te importa. —Piensa una buena razón, Lisa—. Ya sabes, como hiciste este —digo mientras me señalo la muñeca, como una verdadera idiota.
—Bien. —Su atención regresa a Victoria, quien está sacando la lengua—. Pero me toca hacer el loto siguiente.
—¡Hecho!
La cara de Jennie se vuelve de un rojo brillante, luciendo rara. Nuestros ojos se encuentran y me sonríe ampliamente, acercándose a mi mano. Atrapo la suya antes de que tenga oportunidad de cambiar de parecer.
—De acuerdo, primero lo primero —exclama Victoria mientras se pone un poco de desinfectante en las manos y las frota suavemente pero con la medida necesaria que se requiere—. ¿Tienes identificación?
Jennie asiente, saca su licencia de conducción del bolsillo trasero. Marisa le echa un rápido vistazo, comprobando que todo esté en orden—. Genial. ¿Tatuaje de cumpleaños?
—Sip. ¿No es Lisa una amiga increíble?
¿Aún no lo entiende? Esto. Es. Una. Cita. ¿Cómo puedo ser más obvia?
—Seguro que sí —le responde con amabilidad, devolviéndole la identificación, y proporcionándonos el papeleo que tenemos que rellenar. Después de veinte minutos de responder todas las preguntas, pregunta—: Ahora, dime dónde lo quieres.
—Mmmm... —se pasa las manos por el cuerpo, decidiendo el lugar correcto. No sé si se supone que la escuche, pero lo hago.
Sus dedos tocan su cadera—. No... ¡demasiado llamativo! —Maldita chica. Mueve sus manos a su trasero—. Tal vez, pero no estoy segura de querer una flor junto al orificio que uso para los desechos, aunque pensándolo bien tendría sentido poner uno ahí.
Tengo que aguantarme la risa que lucha por salir de mi boca, convirtiéndola en una de esas estúpidas toses. Jennie aún habla consigo misma mientras se recorre todo el cuerpo con las manos. Los pechos están fuera de cuestión porque "aún no han terminado de crecer". Si eso es cierto, estoy en problemas. ¡Está loca! Los pies y los tobillos son desechados al "NO va a pasar" porque eso dolería más que "un montón de langostas en una bañera caliente".
Mira a Victoria, frunce el ceño ligeramente y sus cejas arrugadas me vuelven loca.
—¿Qué tal aquí? —Soy plenamente consciente de que se trata de una excusa para tocarla, pero no me importa. Presiono suavemente su hombro izquierdo. La piel se le eriza hasta el cuello y se estremece. El rubor tiñe sus mejillas mientras me mira con una gran sonrisa.
—Sip. ¡Ahí es donde lo quiero! —Se deshace de mi mano. De acuerdo, entiendo. Aún no se convence sobre la cuestión del roce—. ¡Gracias, Lisa!
Asiento y meto las manos en los bolsillos para evitar seguir tocándola. Esta noche no voy a tentar más mi suerte.
—Bien, ven y siéntate aquí... —explica Victoria, mientras da unas palmaditas en la silla que está en la esquina derecha—. Y Lisa, puedes ocupar la silla contigua si quieres mirar.
ESTÁS LEYENDO
Razones por las que me enamoré de ti. [Jenlisa]
FanfictionEs estúpido enamorarte de la ex de tu hermano. Pero aún es acudir a otra persona para que te ayude a ganarte a esa ex. Pero Lisa está desesperada, y Jennie, su compañera en el lenguaje de señas, esta más que dispuesta a ayudarle con un par de consej...