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La chica luchaba.

Se retorcía, pateaba, se movía bruscamente pero no podía sacarselo de encima.

Sunoo se separó un poco antes de seguir. Aine dejó que lo hiciera.

El pelinegro juntó sus labios otra vez, y la jóven mordió fuertemente la boca del menor a tal punto de quitarle sangre.

Sunoo al sentir ese dolor se separó nuevamente y segundos más tarde pudo sentir como la fémina lo empujaba con toda sus fuerzas lejos de ella.

Por otra parte, Aine se preguntaba que había pasado con Ni-ki, pero no era tiempo de pensar, era tiempo de correr.

Se levantó rápidamente del suelo pero sintió como alguien tomaba sus piernas.

Ella comenzó a gritar desgarradora y exageradamente para que la escucharan.

Y así fué.

Un chico que estaba pasando por aquella tienda cerca del lugar de los hechos logró escuchar unos gritos a la distancia, entonces fué directamente hacia ellos.

Allí, se encontró con esa escena, rápidamente él golpeó al atacante y comenzó a perseguirlo.

Sunoo sabía que ese tipo no era competencia para él, pero estaba agotado por ambas peleas, usualmente era muy resistente, pero el encuentro con Ni-ki lo había dejado con pocas fuerzas, entonces recurrió a escapar, total, tenía todos los días para torturar a Riki y a su nueva víctima.

Luego de ver que el atacante se había ido, el joven que ayudó a Aine, se acercó a ella para verificar como estaba o si necesitaba ayuda.

— ¿Estás bien? ¿No estás lastimada? Ya no te asustes, ese idiota escapó como una rata, pero no creo que regrese.

Se encontraba tirada en el suelo, sentada, con el hombre parado enfrente, instantáneamente sintió un nudo en su garganta y no pudo evitar llorar, ahora tenía más miedo que antes, agradeció que pudo defenderse un poco, pero sabía que Sunoo estaría enojado y vendría de nuevo, y ahora, ya no reconocía de que era capaz ese monstruo.

— Hey.. mira, puedo acompañarte a la comisaría y hacer la denuncia, pero primero hay que verificar que estés bien.

El joven se puso en cuclillas y comenzó a mirar detalladamente a la chica buscando algún indicio grave en su cuerpo, por suerte no hubo grandes heridas, pero si varias marcas en su cuerpo que luego se convertirían en notables moretones.

Él no pudo evitar sentir pena por verla en ese estado, entonces la ayudó a pararse y a tranquilizarse.

— Respira profundo, sé que debe ser difícil, pero trata de tranquilizarte, si sigues así vas a colapsar.

La chica no paraba de llorar, pero trató de seguir el consejo de la persona, se secó las lágrimas con la manga de la sudadera que llevaba puesta, estabilizó un poco su respiración entrecortada e intentó decir algunas palabras.

— Gracias.. no sé.. no sé que habría pasado si no escuchaba mis gritos..

— Está bien, no agradezcas, pero vamos, no puedes quedarte sola aquí. Vayamos a la comisaría.

— No puedo ir aún, tengo que.. buscar a un amigo.

A la chica se le cristalizaron los ojos nuevamente, pero el joven interrumpió.

— Espera. Respira, tranquilizate, te ayudaré a buscar a tu amigo, pero necesito que mantengas la  compostura, por más que haya pasado todo esto, tienes que ser fuerte y seguir.

Aine se quedó pensando en sus palabras, no era fácil, claro que no, pero tenía que dejar de lloriquear para buscar a su amigo, que además de ser alguien totalmente ajeno a sus problemas, aún así lo metió en ellos, y ahora estaba en peligro, sumando al hecho de que era menor de edad.

— Gracias ¿señor..?

— Park Jong-Seong, no hace falta los honoríficos. ¿Cuál es tu nombre?

— Aine.. Sim Aine, y mi amigo se llama Nishimura Riki..

El chico abrió grandemente los ojos, parecía sorprendido por aquel apellido que llevaba la fémina y por el nombre del otro chico, pero fingió no sentir nada.

— Bien Aine, vamos a buscar a tu amigo, iremos los dos juntos, asi que ¿Dónde crees tú que pueda encontrarse?

La joven sin contestar, comenzó a caminar, y él fué tras ella.

Caminaban y caminaban, hasta que la chica paró en seco cuando vió una mancha roja en el piso.

Se quedó observándola un rato, mientras que sus pensamientos y culpa la estaban carcomiendo por dentro.

Jong-Seong, el cual era el más confundido de los dos, le preguntó que sucedía.

La joven no decía nada.

Sus latidos comenzaron a acelerarse al ver un rastro de gotitas de sangre por el piso.

Ella sin decir nada, comenzó a seguir el trayecto de aquellas manchas.

Las seguía y seguía.

Jong-Seong por su parte, trataba de buscar más pistas, hasta que encontró un pedazo de tela.

— Mira esto.- Decía mientras extendía aquello que llevaba en su mano.

— Es de él..

Apresurando el paso y dejando atrás al chico, comenzó a correr sin perder de vista los rastros. Y ahí estaba él. Mientras se agarraba el brazo ensangrentado, caminaba lentamente. Ella pudo sentir como su corazón se marchitaba por la vista que  tenía.

Un grito diciendo su nombre, hizo sacar a la chica de su trance y darse cuenta al menor que no estaba solo.

— ¡Aine! ¡Diablos te dije que no te alejaras!

No estaba enojado, estaba preocupado.

— ¡Aine!

Sin darse cuenta, la joven estaba en los brazos del japonés.

Se aferró fuertemente a él mientras le pedía disculpas una y otra vez, lamentándose por lo sucedido.

Jong-Seong ante todo esto, estaba parado estático en su lugar, sin hacer ni un ruido, simplemente viendo la situación la cual era un poco-bastante impactante e incómoda para él, pero estaba "aliviado" ya que por lo menos encontraron al estudiante.

                         «...»

« Dime que te hizo aquel idiota, dímelo todo. »




꒰⊱¿𝑂𝑏𝑠𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑜𝑟 𝐿𝑜𝑣𝑒?  ༘ -𝐊𝚒𝙢  𝐒ᴜɳ𝚘𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora