꒰⊱¿𝑂𝑏𝑠𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑜𝑟 𝐿𝑜𝑣𝑒? ༘ -𝐊𝚒𝙢 𝐒ᴜɳ𝚘𝙤

тнʀᴇᴇ ๑

Oh mierda... ¿Qué hice?

—Repítelo.

Dijo el menor con un tono demandante.

—¡Vamos, dilo!, ¿O te comió la lengua el gato?

—...

—Oh... tienes miedo ¿no es así?

—N..no te tengo miedo.

Claro que tenía miedo.

—Ah.. ¿no?

Y avanza un paso.

—No.. ¡aléjate!

Otro paso más.

—¿No que.."no tenías miedo", cielo?

—...

—¿Sabes?, Te amo demasiado~.

Dijo Sunoo poniéndose en cuclillas para estar a la altura de su 'amada'.

—Yo te odio.. Te odio por to..-

Y un corazón acelerándose.

—¿Seguirás hablando?.- Antes de que pudiera terminar la frase, el pelinegro había colocado la filosa punta de un cúter sobre el cuello de la jóven, y esa suave mirada, tenía algo perverso dentro.

—Oh~ eres tan dulce viéndote así de indefensa, ¿Lo sabías, cariño?..

No podía moverse, la fémina se encontraba paralizada, lo único que podía hacer era mirar como Sunoo la observaba detalladamente, como si quisiera guardar cada facción de su rostro en su morbosa mente.

—¿Umh? ¡Ah! ¡La hora! Tengo que irme corazón, pero no olvides de que te amo~ ¡Adiós!

De un salto se paró, y rápidamente escapó.

Aine se encontraba sentada en el suelo, todavía podía sentir el filo del arma que poseía el chico..

No podía ni pensar en perseguirlo.. ¿Para qué? Él era el que tenía ventaja, más fuerza, un arma, y habilidades sorprendentes para moverse increíblemente rápido..

Después de lo sucedido, no pensaba salir, no quería, tenía miedo. Temía de él..

Dentro de toda esa mezcla de sentimientos, recordó que tenía que ayudar a un estudiante con las tutorías, debía ir aunque no quisiera, sabiendo que ya habían arreglado todo.

Viendo la hora, Aine se dio cuenta de que tenía tiempo para arreglarse, siendo recientemente la hora del mediodía.

Y justamente hablando de Roma, el chico que debía ayudar la joven, lo estaba llamando.

—¿Hola?

—Ah, contestó rápido, solo quería saber si vamos a poder reunirnos.

—Claro Riki, estoy en camino, no te preocupes enseguida llego.

—Está bien, disculpe las molestias, la veré ahí..

Rápidamente se vistió y salió del apartamento, camino al lugar donde debían encontrarse.

Iba a reunirse con Nishimura Riki, un chico japonés de 16 años que estaba cursando su primer año de secundaria en un instituto cercano a la Universidad de ella.

Su encuentro realmente no fue muy emocionante, ya que se habían visto y saludado varias veces en la cafetería cerca de sus lugares de estudio en los tiempos de almuerzo.

Pero realmente Aine no aceptó ayudar a Riki solo por amabilidad, quería tenderle una trampa a su acosador.

Quería saber quien era y de una vez por todas acabar con todo esto..

En esos momentos, aquello era una buena idea, una idea maravillosa..

Pero pobre de ella..

Si solo se diera cuenta de que terminaría poniendo la vida del japonés en riesgo..

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