삼십이. real life

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Aunque había dormido bien, Sunhee estaba agotada, daba igual que se acabase de despertar.

Quizás se debía a que llevaba unos días algo decaída, porque en poco su trabajo como becaria en PNation llegaría a su fin, dado que había acabado el tiempo que podía estar allí.

Se había acostumbrado a ir casi todas las mañanas y había conocido a gente maravillosa, entre ellas a Eunji y Gaeul, aunque agradecía que no iba a perder el contacto con ellas, con las que hablaba a menudo tanto por privado como por el grupo de las perdidas, en el cual se sentía cada vez más cómoda.

Para Sunhee, ya era usual las veces en las que Jiyong ponía calma entre todas; Ayaka y Gaeul conversando en todo momento; cuando Eunji se perdía en algunos temas por su agenda como idol y había que explicarle las cosas; y a Nari intentando aguantarlas.

Mientras se espabilaba, ya que seguía con algo de sueño, llegó a la cocina, donde su madre estaba desayunando, dado que aquel día no tenía que trabajar.

—Buenos días —le escuchó mientras Sunhee se sentaba enfrente de ella.

—Buenos días —respondió después de un bostezo, para luego comenzar a comer.

Hubo un pequeño silencio que acabó rompiendo la joven, queriendo saber cómo estaba su madre y qué tal le iba en el trabajo, bromeando con que esperaba que no le estuvieran sobreexplotando o algo. Tras responder a las preguntas, la mujer quiso saber si estaba contenta con la agencia, añadiendo que estaba orgullosa de que siguiera sus sueños y que poco a poco lo estuviera logrando.

—¿Qué tal has dormido? —interrogó tras unos segundos con una sonrisa, dejando de comer—. Te oí por la noche cambiando algunas cosas en tu cuarto.

Lo que había dicho era cierto. La muchacha, al no poder conciliar el sueño, decidió ponerse a ordenar su habitación, no era muy tarde y además intentó hacerlo con cuidado para no molestar a su madre. No tenía ningún motivo en especial, solo que no se le ocurría otra idea para despejar la mente, porque podría haberse puesto a coser, pero el sonido de la máquina sería algo irritante a esas horas.

—Sí, me puse organizar un poco, ¿hice mucho ruido? —preguntó esperando que no hubiese sido así, ya que era lo último que quería.

—No, para nada, solo me desperté un momento y te escuché. —Sunhee sentía que algo pasaba, conocía a su madre—. Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad?

Y esa pregunta le confirmó lo que intuía.

—Lo sé, de eso no tienes que preocuparte—terminó soltando. Lo único que no le había contado era lo de Felix, pero después de haber reflexionado sobre el tema, se había dado cuenta de que ya le cansaba el ser tan indecisa. Salió de sus pensamientos y añadió—: ¿Estás bien? Te noto extraña.

MY UNIVERSE ‐ Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora