Estaban debajo de la sábana, uno frente a otro, tratando de regular sus respiraciones y bajar el calor que todavía elevaba la temperatura en sus cuerpos. Goku miró aquel rostro sereno que tenía delante de sí, ese chico que en esos momentos le acariciaba su mejilla despacio pese a que el Saiyan tenía sus ojos cerrados.
-Sabes, Kakarotto, tengo una duda-abrió sus ojos tras hablar.
-¿Eh? Dime, Saiyan.
- ¿En serio tenías tantas ganas de repetirlo? -el menor se ruborizó-. Recuerdo que, el otro día, dijiste que querías repetirlo desde nuestro primer encuentro.
El menor sólo sentía que el calor en su rostro aumentaba, combinado con vergüenza de aquella pregunta.
Recuerdos censurados
El Saiyan permaneció esos instantes en silencio, sólo observando el rostro enrojeciéndose más y más del menor, quien, tras la pregunta, se había callado y perdido en sus pensamientos.
-S-sólo quería hacerlo y ya. No molestes-frunció el ceño y subió la sábana, hasta llegar a sus hombros-. ¡Además tú también piensas eso! -refutó, con un puchero tan tierno que sorprendió al mayor, quien estaba tan acostumbrado a ver sólo miradas hostiles por parte de él-. Nuestra primera vez... Fue tu idea.
-¿Mi idea? -el menor, sólo con sus ojos descubiertos, asintió-. ¿Dices por el oral? -el menor volvió a asentir-. Eso...-soltó una risita apenada mientras llevaba su mano a su cabello, para revolver un poco. Goku sólo lo veía confundido-. Cuando dijiste lo que te acomplejaba, no sabía qué responder. Lo dije porque pensé que, viéndome abajo, te darías cuenta de que era una estupidez lo que te aqueja... Pero cuando me dijiste que sí querías, me di cuenta de que si me negaba empeoraría tu sentir.
-¿Entonces... fue por eso? -el otro asintió. Ahí Goku no soportó la vergüenza y cubrió su cabeza con la sábana-. Diablos-el mayor rio bajito-. Debes pensar que soy de lo peor.
-Fue... inesperado-colocó su mano sobre la cabellera del Son, quien volvió a asomarse discretamente-. Pero mientras lo hacíamos, de verdad lo disfruté-el menor cerró sus ojos.
-Yo también lo disfruté...-recibió un besito en la punta de la nariz-. ¿Eh? -notó la mirada serena del mayor-. Me mira bonito...-cerró los ojos y se abrazó a aquel cuerpo-. Al diablo todo, se siente tan bien esto...
-¿Quieres un bocadillo?
-¿Qué? ¿Me vas a preparar un desayuno y me lo traerás a la cama, como todo cliché de película después del sexo? -el mayor rio bajito-. Créeme, después de lo que comimos no tengo ganas de nada más.
-Ese lugar tenía comida exquisita-se acercó a envolver al menor entre sus brazos-. Gracias por compartir eso conmigo.
-No es nada-se escondió en su pecho, aspirando su aroma-. Joder, huele demasiado bien... Podemos ir otro día.
-Suena bien-besó su cabeza, para después acariciarle el cabello-. ¿Pasarás la noche aquí?
-No puedo. Mis padres me matarán si hago eso-se levantó, para buscar su teléfono y ver la hora-. Diablos, debería regresar ya-se sentó en la orilla de la cama, siendo abrazado por la espalda-. No hagas eso, necesito irme-sintió un besito en el hombro-. Demonios, hazlo de nuevo-fue besado en el cuello, pero con un poco más pasional-. Quisiera poder quedarme más tiempo.
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¿Ni aunque...?
Fanfiction-Maldita sea, ¡cómo detesto a ese idiota!-decía un pelinegro exaltado. -Vamos, tampoco es para tanto...-le restaba interés a sus comentarios. -En verdad lo odio. No entiendo cómo alguien podría fijarse en él. -Ajá... A ver, dime, ¿y si fuera el últ...