Capitulo cincuenta y dos - Arreglemos esto.

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Quité el mensaje de la pantallita y guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón. Salí del colegio dirigiéndome al patio donde estaban las canchas y decidida, iba a buscar a Zayn. Sentí un poco de miedo, no sabía exactamente para que Zayn quería que fuera allá, o de que quería hablar.
Después de caminar y caminar pude encontrar a Zayn. Él estaba sentado en la pequeña banqueta que en la cual pegaba la sombra de un gran árbol. Me acerqué más y pude darme cuenta que estaba fumando.
- ¡Zayn!, ¿¡Que diablos haces!? – grité frustrada al verlo allí sentado como si nada, fumando. Él levantó la cabeza, me miró confundido y con el ceño fruncido.
- Solo fumo un cigarrillo – dijo muy tranquilo y se encogió de hombros.
Lo fulminé con la mirada, me incliné a su altura y le arrebaté el cigarrillo de su mano.
- ¡Sabes bien que no me gusta que fumes, Zayn! – 
- ¿Acaso te importa? – dijo indiferente.
- Zayn. – lo miré y él solo se levantó sin mirarme. – claro que me importa, sabes que te hace daño fumar, no me gustaría que te pasara algo. – confesé.
- No me gusta que me tengas lastima, Alison – dijo sacando la cajita de cigarrillos para prender otro.
- Dame eso – dije quitándole la cajita blanca de sus manos. – me dijiste que no volverías a fumar. ¿Para que lo haces? – lo regañé.
- ¿Qué no te das cuenta que apenas así tu me prestas atención?, es la única forma en que sé que te importo – dijo cerca de mi.
- Zayn… claro que me importas. Pero bien sabes que nunca he estado de acuerdo contigo en esto. – respondí refiriéndome a que él fumara.
- Entrégame la caja – ordenó un poco más tranquilo.
- No lo haré, no quiero que sigas fumando más. – dije firme.
- Aly, no quiero que te metas en problemas por mi culpa, aquí no dejan traer esto. Dámela por favor – pidió acercándose.
- No. – dije firme. – la tiraré en la basura, no pienso entregarte nada. –
- Que terca eres – dijo un poco desesperado y frustrado a la vez.
- No me importa ser terca. Ahora dime para que querías que viniera – dije sentándome debajo del árbol y luego Zayn hizo lo mismo sentándose a mi lado.
- Quiero arreglar esto – dijo serio.
- ¿Lo de tu gusto al cigarro? – pregunté mirándolo.
- No. – me miró. – me refiero a lo de nosotros. – me miró seriamente.
- Creí que ya no había un “nosotros” – confesé haciendo comillas en el aire.
- Claro que lo hay… ¿o tú ya no quieres que lo nuestro exista? – preguntó con un tono de tristeza en sus ojos.
Me quedé pensando un momento sin contestarle nada, solo miraba sus ojos color oro… ¿Qué respondo?, la verdad era que yo estaba confundida. Lo nuestro no podía seguir así, no si él seguía con sus celos y no me dejara ni entablar una amistad con Harry.
Ahora que pienso en Harry, también estoy muy confundida, no sé bien lo que siento por él, me gusta mucho pasar tiempo con él pero… no sé si solo sea cariño de amigos y una atracción o si él me guste y me esté enamorando.
Tenía que darle una respuesta ahora a Zayn. Por más que pensaba no podía llegar a nada. Ni una respuesta a lo que en verdad sentía por cada uno.
- Claro que no quiero que termine – respondí en casi un susurró, no muy convencida. La mirada de Zayn cambió y sonrió.
- Te prometo que controlaré mis celos – dijo abrazándome y besando mi mejilla. Yo solo hice una mueca con la boca mientras Zayn me abrazaba. Sabía que esto no estaba bien pero… siempre ha existido este cariño entre nosotros y por una extraña razón no podía dejar que desapareciera.
- Espero y cumplas tu promesa – dije cuando nos separamos de ese lindo abrazo. Zayn asintió con una sonrisa de lado y acariciaba mi mejilla. – extraño besar tus labios – confesó en un susurro.
- Zayn… sabes bien que aquí no, - dije levantándome y sacudiendo mi pantalón de la parte de atrás. – es mejor que regrese, el descanso está por terminar. –
Zayn también se levantó y sacudió su pantalón.
- Está bien… - aceptó y me sonrió.
Besé su mejilla y caminé de regreso al pasillo de los casilleros para tomar los libros de las siguientes clases. Metí los cigarrillos de Zayn en el casillero y cerré la puertita con un par de libros en mis manos.
- ¿Qué es lo que guardó allí, señorita Payne? – dijo un prefecto detrás de mí.
- Eh… nada, mis libros – respondí tratando de no sonar muy nerviosa.
- ¿Está segura? – dijo mirándome por encima de sus anteojos.
Yo asentí y tragué saliva.
- Sí dice la verdad entonces abra su casillero, así estaré mas seguro – dijo cruzando sus brazos en su estomago.
Mordí mi labio, nerviosa. ¿Ahora que haré?, si abro el casillero verán los cigarrillos y me meteré en un gran problema. Aquí eran muy estrictos con todo eso.
- La estoy esperando señorita, Payne. –
- Vamos, hazle caso al prefecto, Alison – dijo Rebecca detrás del prefecto con una sonrisa hipócrita.
- ¿Usted tiene algo que ver en esto? – le preguntó a Rebecca y ella solo negó con la cabeza. – entonces no se entrometa en esto, y usted jovencita – me dijo apuntándome con su dedo – abra su casillero ahora – ordenó.
Suspiré y le di la espalda para abrir la puertita del casillero. En cuanto la abrí, el Prefecto me ordenó que me hiciera hacia un lado para permitirle que buscara en mi casillero. Estuvo revolviendo mis cosas unos segundos y giró a verme alzando la cajita de cigarrillos en su mano. 
- Sabe bien que no se permite traer sus adicciones al instituto – agitó un poco la cajita en sus manos. 
- Yo no soy adicta a eso – confesé.
- ¿Ah no?, ¿Entonces puede decirme de quien es esta caja de cigarrillos? – me retó.
Desvié la mirada. Obviamente no iba a delatar a Zayn, no quería que él se metiera en problemas por que sabía que lo regresarían a su antigua escuela en Bradford. Bajé mi mirada.
- Acompáñeme a la Dirección. – indicó tomándome del brazo y dando camino hacia la oficina del Director.
Caminé junto con el Prefecto hasta la Dirección y en el camino varias personas no mi quitaban la vista de encima y se preguntaban que era lo que yo había hecho.
- ¿Aly?, ¿Qué pasó? – preguntó Harry siguiéndome junto con Niall y Louis.
- Luego les explico – contesté antes de entrar ala oficina.
- Buenos días, Señor Director, le traigo a esta jovencita, la encontré guardando esta caja de cigarrillos – puso la cajita sobre el escritorio – dentro de su casillero.
- Salga por favor – le pidió el Director Nosguth al Prefecto y este obedeció. - ¿Usted fuma, señorita Payne? – preguntó abriendo la cajita blanca.
Bajé mi cabeza sin contestarle nada.
- Le pido que responda… sabe que las reglas de este colegio son muy estrictas… no podré expulsarla por que faltan dos semanas para que salgan de vacaciones y… usted tiene buenas calificaciones. Todo esto se me hace muy extraño. – tiró la cajita en un bote de basura y se paró delante de mí, recargando su espalda baja en la orilla del escritorio.
- Director Nosguth, yo… -
- ¿Esos cigarrillos eran suyos, señorita Payne? – preguntó interrumpiéndome.
- Si… - contesté en casi un susurro.
- Me decepcionas, Aly…
- ¡Aly, no!, señor Nosguth, esos cigarrillos no eran de Aly… - 
Me giré en la silla y pude ver que Zayn había entrado y una secretaría trataba de sacarlo.
- Déjelo pasar – le indicó a la Secretaría. - ¿Qué quiere decir con eso, joven Malik? – le preguntó el Director a Zayn y yo solo lo miraba para que no dijera nada. No quería que lo corrieran de aquí.
- Los cigarrillos… -
- ¡Zayn, no! – lo interrumpí desesperada.

Harry Styles.
Ya casi terminaba la hora del descanso y Aly no regresó a la Cafetería.
Me empecé a preocupar un poco y Niall lo notó.
- ¿Qué te ocurre, Hazza? – preguntó a mi lado.
- Nada… se me hace un poco raro que Aly no regrese del baño –
- No creo que esté en el baño, ya tardó demasiado. –
Se escuchó que timbraron para volver a clases y todos nos levantamos para entrar.
Íbamos platicando muy entretenidos por los pasillos pero en verdad yo solo buscaba a Aly por la mirada. A lo lejos pude notar que el Prefecto llevaba a Aly a la Oficina del Director. Fruncí y el ceño y jalé a Niall y Lou para que me acompañaran.
- ¿Aly?, ¿Qué pasó? – pregunté confundido cuando llegué hasta ella.
- Luego les explico – contestó y enseguida entro a la oficina.
- ¿Qué habrá pasado? – preguntó Louis.
- No lo sé, esto es muy extraño – respondí buscando una respuesta al por qué ella había sido llevada con el Director Nosguth.
- ¿Se habrá metido en problemas? – preguntó Niall.
- No. Ella no es de meterse en problemas… esto es extraño. – respondió Louis.
- Muy extraño – susurré.
- ¿Qué pasa? – preguntó Emma acercándose hacia nosotros.
- Alison está en la Dirección. No sabemos que pasó – respondió Louis abrazándola.
- ¿Qué?, ¿Cómo que Aly…? ahora vengo – se alejó corriendo y nosotros solo nos quedamos confundidos. Estábamos esperando una respuesta o por lo menos que el prefecto saliera y nos dijera que era lo que había pasado. La intriga me mataba. Quería saber ahora mismo que era lo que Aly, mi Aly, había hecho.
- Prefecto, Prefecto… - lo llamé cuando salió de la Oficina.
- ¿Qué quiere, Styles? – se detuvo buscando algo en unas hojas que traía en sus manos.
- ¿Qué es lo que pasó o que fue lo que hizo Alison? – pregunté impaciente.
- Eso no es de su incumbencia, Styles. – respondió tratando de irse.
- Tal vez de él no pero mía sí, soy su primo. – dijo Zayn llegando con Emma detrás de él. Ella solo tomó de la mano a Lou.
- La encontré con una caja de cigarrillos en su casillero. – nos informó el Prefecto.
- ¿Qué? – dijimos Zayn y yo al mismo tiempo.
- Lo que escucharon. – respondió y se fue.
- Pero si Aly no fuma. – comentó Louis.
- No la pueden culpar por algo que ella jamás haría – dijo Zayn pensativo.
Todos compartíamos miradas. No sabíamos que hacer y ni siquiera nos interesó que las clases habían comenzado.
De repente una duda entró a mi cabeza. ¿Por qué Emma había ido a traer a Zayn?, ¿Qué tenía que ver él en esto? Dirigí mi mirada a él y noté que mordía su labio nerviosamente. Sin decir nada abrió la puerta de la Oficina principal y entró pudimos ver que la Secretaria se sobresaltó al verlo entrar y trató de sacarlo de ahí pero ya había entrado a la oficina del director.
- ¿Puedo pasar? – le pregunté a la Secretaria en la entrada de la puerta.
- No, no puede. Es mejor que vayan a clases si no quieren ser reportados – respondió la Secretaría bastante frustrada y cerró la puerta.
No quedaba otra cosa que hacer más que obedecer a la Secretaría e ir a nuestras clases.

Zayn Malik
Después de que Alison se había ido, me quedé un rato más sentado bajo la sombra de ese árbol. Espero que ahora si lo nuestro se haya arreglado. No sé por qué diablos no puedo controlar estos celos tan absurdos. Si ella está conmigo es porque está segura de que me quiere a mí y nada más a mí. Pero al verla con Styles… no sé que es lo que me pasa.
Busqué en el bolsillo de mi pantalón si no había quedado un cigarrillo suelto y para mi suerte ahí estaba. Lo saqué, lo coloqué en mi boca y lo prendí con el encendedor.
Sé que le he prometido a Aly que o fumaré más pero solo lo hacía cuando me sentía frustrado o algo así…
- Mi amor, por fin te encuentro. – escuché la voz de Rebecca detrás de mí y solo la saludé levantando un poco la cabeza.
- ¿No entrarás a clase? – preguntó rodeando mi cuello por la espalda. Yo me levanté separándome de ella. - ¿Por qué reaccionas de esa manera? –
- Rebecca… pasa que – callé un momento para buscar las palabras exactas. – ya no me siento muy a gusto con esto… - confesé lo más amable que pude.
- ¿Cómo?, ¿De que hablas, mi amor? – se acercó a mí acariciando mi cuello. Yo solo cerré los ojos y tal vez disfruté el momento en que me besó sensualmente una parte de mi cuello. Mordí mi labio. ¿Qué me pasaba?, no me había pasado esto pero tal vez era que necesitaba… estar con alguien.
- ¡Zayn! – escuché el grito de una chica detrás de mí y me separé inmediatamente de Rebecca.
- ¿Qué pasa Emma? – pregunté al darme cuenta que era ella. Parecía que había corrido mucho, pues estaba muy agitada.
- Aly…. – inhaló y luego exhaló. – ¡La llevaron a la Dirección! –
- ¿Qué? – pregunté exaltado –
Ella no respondió más y solo me jaló del brazo corriendo para llevarme a la oficina, dejando a Rebecca atrás.

Llegamos y los chicos estaban fuera de la oficina, excepto Liam, tal vez ya estaba en su clase. Harry estaba tratando de sacarle información al Prefecto pero él no quería decirle nada. Le dije que yo era su primo y me dijo lo que había pasado.
Pero era imposible. Que ella guardara la cajilla de cigarros en su casillero no quería decir que Aly fumara.
Estaba desesperado y nervioso. Todo era mi culpa. Si a ella la expulsaban de colegio o si la suspendía sería mi culpa. Pero si yo entraba y confesaba que esa caja de cigarrillos era mía, yo sería el que ya no va a estudiar más aquí y me regresarían a Bradford.
Después de tanto torturarme con mis pensamientos entré a la oficina.
- ¿Qué le ocurre?, ¡Joven Malik, sabe bien que no puede entrar sin la autorización del Señor Nosguth! – gritaba la Secretaría siguiéndome, tratando de impedir que entrara a la Oficina del Director.
Abrí la puerta rápidamente.
- ¿Qué hace usted aquí? –
- Los cigarrillos no eran de Aly, señor – confesé.
El señor Nosguth me miró confundido y le indicó a la Secretaria que me dejara pasar. Yo pasé y Aly tenía una mirada suplicante para que yo no dijera nada.
- Los cigarrillos… - solo eso alcancé a decir pues Alison me interrumpió.
- ¡Zayn, no! – exclamó ella.
- Déjelo que hable – le ordenó el señor Nosguth.
- Los cigarrillos son míos, señor. – confesé y puse mi mano encima de la mano de Aly.
- Que bueno que confiesa. Ahora si creo que usted haya sido el dueño… - comentó el Director y se sentó en la silla que estaba detrás de su escritorio.
- No debiste, Zayn… - me susurró Aly.
- No podía dejar que te culparan – besé su cabeza.
- ¿Por qué quería cubrir a su primo, señorita Payne? – preguntó buscando algo en unos cajones.
Alison no respondió nada, solo me miraba y acaricié su mejilla.
- Bien… Malik, usted sabe muy bien las reglas… y antes de que usted regresar al colegio, habíamos acordado algo. – me miró y yo asentí. – Alison, salga por favor. –
Aly solo se levantó después de haber suspirado. 
- Tranquila – le susurré. Ella apretó mi mano y luego salió de la oficina.
- Siéntate, Zayn – indicó el director. - ¿Qué ocurre contigo?, creí que dejarías tu adicción al cigarro – dijo un poco decepcionado.
- No es adicción – lo corregí – solo lo hago cuando estoy frustrado… o tengo problemas. –
- ¿Qué clase de problemas puede tener un chico como tú? – preguntó escribiendo algo en una libreta.
- Problemas… de adolescentes, tal vez – respondí.
- ¿Sabes que me decepcionas?, no puedo hacer otra cosa. Las reglas de este instituto se deben de seguir y tu no serás la excepción, Zayn – yo asentí. – no puedo prohibirte fumar, por que es tu vida y eres mayor de edad. Pero como estás en mi instituto y hay reglas acerca de eso, aquí si te lo puedo prohibir. – sacó unos papeles de uno de los cajones del escritorio. Era una carpeta amarilla.
- ¿Cuándo regresaré a Bradford? – pregunté, pues ya sabía que me iría.
- Esa es tu decisión, te entregaré los papeles hoy mismo – dijo.
- ¿No hay otra oportunidad? – pregunté con una pequeña esperanza, pero antes de regresar aquí habíamos acordado en que no había otra oportunidad después.
- Sabes bien cual fue nuestro trato, y lamento decirte que no hay nueva oportunidad, Zayn. – respondió y yo asentí cabizbaja. – Sé que ya estamos en los ultimo días, pero no puedo hacer nada… ¿Terminaron los exámenes ya? –
- Creo que esta semana los habrá. – respondí no muy seguro.
- Está bien, habla con los profesores y que te hagan los exámenes mañana. Es tu ultima oportunidad, y después de mañana ya no te quiero ver por aquí, Zayn – sonrió.
- Gracias – dije estrechando su mano al pararme del asiento.
- Me saludas a tus padres cuando regreses a Bradford. - pidió antes de que saliera de su oficina.
Yo le sonreí cortésmente y asentí. 
Me sentía un idiota. Salí de la oficina y me dirigí a clases. Ahora tenía que hablar con la mayoría de los profesores para que me hicieran los exámenes antes de irme.
Regresar a Bradford no había estado en mis planes. ¿Cómo dejaría a Alison?, no quiero dejarla… no de nuevo y no ahora que ya estamos juntos.

It's gotta be you (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora