6. La noche de Santa Isabel

2.4K 141 20
                                    

Marcos y Ivan seguían intentando abrir la puerta, pero no habían logrado nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Marcos y Ivan seguían intentando abrir la puerta, pero no habían logrado nada.

Mientras los cinco que estaban en el pasadizos intentando averiguar como salir.

—Tess, Caro ¿dónde vais?—preguntó Vicky viendo que las chicas empezaban a caminar.

—A buscar los cadáveres.—contestó Tessa por las dos.

—Tenemos que esperar a Marcos y a Ivan.—dijo intentando frenarlo pero ambas chicas siguieron caminando.

—Esto no hay manera de sacarlo.——dijo Cayetano intentando sacar una piedra.

—Que si, hombre.—le dijo Roque.

—Se ha metido para dentro.—dijo Cayetano mientras sigue intentando sacar una piedra.

—¿Como no va a haber manera? Dale a alguna piedra.—dijo Roque yendo a ayudarlo.—Algo tiene que haber que abra la chimenea.

—¿Que piedra?—le preguntó Cayetano.

—¡Roque, Cayetano!—los llamo Tessa a un lado de Carolina que se habían adentrado a los pasadizos. A lo que ambos se acercaron.—Un mechero.

—¿Pero y esto qué es?—preguntó Roque.

—Una antorcha. ¿No lo ves?—le dijo Carol, Cayetano le dio un mechero a Tessa a lo que la chica le sonrió a su amigo y Tessa prendió con fuego la antorcha.

—Vamos.—dijo Tessa empezandoa caminar junto a Carol.

Ivan había logrado abrir la puerta con un cuchillo. A lo que ambos se dirigieron a la biblioteca. Pero casi son pillados por Héctor así que Iván sin darse cuenta se metió en la habitación de Maria.

—¿Pero adonde vamos? Esto parece un laberinto. Estamos perdidos.—dijo Vicky.

—No se, Vicky, pero a algún lugar tendremos que llegar.—dijo Tessa asustada a un lado de Cayetano y atrás de Carol que era la que sostenía la antorcha.—Que no se separe nadie.

—Son los mismos pasadizo a los que entrantes por el pozo.— dijo Cayetano cogiéndole la mano a Tessa para que no se separaran.

—Yo creo que si.—dijo Tessa.

Llegaron a una parte del pasadizo donde daba a otro en el que vieron como si fuera una persona con una linterna y se asustaron.

—¡Vámonos! Vamos.—dijo Carolina apurandolos a lo que todos se dieron prisa para seguir caminando y no los descubrieran.

—¡Ah!—gritaron todos asustados ya que estaban viendo a una persona pero no le veían la cara.

—¿Que coño es eso?—preguntó Roque asustado.

—No se, pero no me importa. Vamos, por otro lado.— dijo Tessa asustada a lo que todos salieron rápidamente. Pero rápidamente se dieron cuenta que estaban rodeados.

𝐋𝐀 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐃𝐀 | El internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora