𝐋𝐀 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐃𝐀 | El internado

5| Chica nueva

Roque, Vicky, Tessa, Carol, Marcos y Iván estaban limpiando los grafitis que estaban dibujado por el vestíbulo del internado.

—¡Ey, chicos! ¿Os habéis quedado?—les preguntó Rodrigo al verlos.—Si es que no hay nada mejor que una buena sentada para que te hagan caso.

—Si. Gracias, tío.—le agradeció Roque por lo que habían hecho por ellos.

— Nada, hombre, venga.

—Si lo que es la sentada, muy bien, pero es que estas manchas no hay dios que las quite.—dijo Iván.

—Mira, no te quejes tanto, ¿eh? Que todavía nos queda limpiar todo el colegio.—le dijo Tessa mientras limpiaba al otro lado del vestíbulo.

Cuando Tessa acabó de hablar, Héctor entro por la puerta del internado.

— Espero que os deis cuenta de que esto no es gratis. Es una segunda oportunidad.—les dijo Héctor a los seis implicados.— Así que aprovechadla porque no habrá otra. ¿Esta claro?—les preguntó y todos asintieron.—Vale.—se fue.

—Lo que tenemos que hacer es descubrir que le pasó a Irene Espí.—dijo Carol.

—Pero, Carol, corazón, ¿Cómo vamos a descubrir que le paso a Irene Espí si no sabemos ni quién es?— Le dijo Iván abrazándola por la espalda.

—Irene Espí, Samuel Espí, está clarísimo que eran hermanos.—dijo Tessa a un lado de Marcos.

—Y si el era huérfano, ella también.—continuó Vicky.

—Eso es obvio.—dijo Tessa.

— Y los dos vivían aquí.—dijo Carol a lo que ambas chicas la miraron obvias—Tenemos que mirar en la biblioteca. A lo mejor, todavía existe algún papel, algún documento del antiguo orfanato. — dijo Carol.—¿Que? ¿Alguna idea mejor? Pues ya está.

Volvieron a limpiar pero a los segundos se abrió la puerta dejando ver a un señor llevando una maletas y una chica de la edad de ellos entro detrás de el.

—¿Y esto?—susurraron Tessa y Carol.

— Oye, que si quieres, te las subo yo, ¿eh?—le dijo Roque a la chica nueva haciendo reír a sus amigos cuando la chica lo ignoro.

Después se dirigieron a la biblioteca a buscar lo que había dicho Carol. Todos buscaban algo que les diera alguna pista sobre aquellos dos nombres mientras que Roque era el único que limpiaba.

—¡Ey, mirad! Aquí hay un libro grandísimo y parece viejo.—dijo Tessa sacándolo del estante para después dejarlo en la mesa con la ayuda de Marcos.

— "Registro de alumnos del Orfanato La Laguna Negra".—leyó Marcos.—Aquí aparecen los nombres y las fechas de los alumnos que estuvieron en el orfanato.

—Aquí tiene que poner algo de Irene.—dijo Tessa buscando por las páginas.

— Si, pero ¡Joder, menudo tocho! ¿Cómo vamos a encontrar un nombre ahí?—dijo Roque.