𝐋𝐀 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐃𝐀 | El internado

8| Examen Robado

En clase de esgrima Marcos y Ivan estaban combatiendo supervisados por el profesor, pero eran demasiado bruscos.

—¿Que hacéis? ¿Que hacéis?—les dijo el profesor.—Venga, a relajarse al vestuario. ¡Venga!— los Echó.

Por la noche, Tessa y Marcos estaban sentados en el escritorio de la habitación de la chica viendo las fotos de los niños del orfanato cuando llamaron a la puerta y guardaron todo. Se abrió la puerta mostrando a Mateo.

—Así me gusta, chavales, clavando codos.—les felicitó Mateo para después irse. Una vez pasaron unos segundos Marcos se levantó y fue a asegurarse que Mateo se había ido y que no había nadie por el pasillo.

Tessa resopló mirando sus apuntes. — Es verdad, Marcos. Tenemos que estudiar para el examen de mañana.—le dijo la chica.—No pienso suspender el examen.

—Mira esto.—le enseñó las fotos.—En esta no se ve muy bien, pero en esta se ve más claro.—Le dijo enseñándole una foto de otra niña del orfanato.

—Parece un escudo.—dijo la chica fijándose en lo que Marcos le estaba señalando.

—Dos espadas y un pato.—dijo Marcos señalando lo que decía en el escudo.— ¿o es un ganso?

—No sé, o un cisne.—dijo Tessa otra opinión. Vio mejor las fotos y pareció recordar algo.—Pero espera, ¿Esto no es el yugo y las flechas?

—¿Qué?—preguntó Marcos confundido.

—El símbolo de los franquistas.—le dijo Tessa mirándolo.—La falange.—le dijo obviedad.—Espera..—buscó por el ordenador "Símbolos Falange".— Aquí esta. Es el símbolo de auxilio social, una organización de ayuda de la época de Franco. Desapareció hace más de 30 años.

Marcos se levantó y caminó por la habitación. —Entonces estas fotos tienen que ser más antiguas.

— De cuando esto era un orfanato. Es imposible que sea tu hermana, Marcos.—le dijo Tessa cruzada de brazos en la silla ignorando que ella también salía en una de esas fotos, mejor dicho no queriendo sacar el tema.—Puedes estar tranquilo.

—¿Tranquilo? Tranquilo... ¡Esa es mi hermana, joder! ¡Y esa eres tú! Esto es muy raro, Tess.—le dijo Marcos alterado señalando las fotos.—Necesito saber lo que hay en la caja fuerte.—Marcos abrió la puerta y vio el pasillo.—Mateo se acaba de ir por allá, o sea que la habitación está vacía.

—Vamos anda.—dijo Tessa cansada. Tessa se acercó al cajón de su mesita en busca de la llave de la habitación de Mateo. Al rebuscar por el cajon y no encontrar nada, miró a Marcos.—¿Y la llave de la habitación de Mateo? —La chica empezó a buscar por toda su mesita y Marcos cerró la puerta. — Estaba aquí.—se levantó del suelo.—Bueno por lo menos tenemos el anillo.—le cogió la mano mirando el anillo.—El que se llevó la llave no puede abrir la caja fuerte.—Tessa aun cogía la mano de Marcos y la soltó suavemente mientras el chico sonreía y la chica al ver la sonrisa que el tenia lo empujó haciéndolo reír.—Idiota.