I. VI. DÉBIL.

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Keira miraba la Mesa de Piedra mientras su esposo apoyaba su mentón en el hombro de Keira

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Keira miraba la Mesa de Piedra mientras su esposo apoyaba su mentón en el hombro de Keira.

—¿En que piensas, Keira?—Susurró Peter en el oído de la pelirroja.

A los dos les quedaba exactamente un minuto y medio solos, ya que en ese poco tiempo llegarían todos los Narnianos y Faies para escuchar el plan del Sumo Monarca.

Keira sonrió al escuchar la voz de su esposo.

—¿Qué plan tienes en mente?—Cambió rápidamente de tema.

Peter sonrió al ver a Keira poniendo sus manos en sus mejillas.

—No es el mejor plan pero podemos hacerlo —Dijo Peter.

Keira miró detrás de su espalda y pudo ver a sus cuñados ir, la pelirroja le acarició la mejilla a su esposo y le dio un beso, así separándose de él.

—¿Te dijo algo?—Susurró Susan. Keira negó con la cabeza, la Pevensie apretó sus labios.

Caspian y los demás entraron. Hubo un silencio tenso, muy tenso para la pelirroja.

—Solo es cuestión de tiempo, se acercan los hombres de Miraz y sus máquinas de guerra. Eso significa que no protegen el castillo —Keira levantó las cejas con sorna. El castillo estaba vigilado las veinticuatro horas del día.

—¿Qué proponéis, Su Majestad?—Habló el ratón.

—Debemos prepararnos...

—Planear...—Dijeron el rey y el príncipe a la vez.

Peter miró mal a Caspian, cosa que le hizo callar. Keira bajo la mirada al escucharlos.

—Debemos atacar antes de que nos ataquen ellos.—Habló Peter.

—Eso es una locura, nadie ha tomado jamás el castillo.

—Siempre hay una primera vez.

Keira miró a Susan. La pelirroja pudo notar como la humana estaba decepcionada con su hermano.

—Le sorprenderemos —Habló Trumpkin.

—Aquí tenemos ventaja —Dijo el príncipe.

—Atrincherándonos podríamos rechazarlo indefinidamente —La reina Susan se levantó a hablar, apoyando al príncipe.

Peter miró a su hermana, Keira no pudo descifrar su mirada.

—Mira, apreció los que has hecho aquí, pero esto no es una fortaleza, es una tumba —Dijo Peter.

—Sí y si son listos los telmarinos esperarán a que muramos de hambre —Keira suspiró al escuchar a Edmund defender a su hermano.

—Peter —Habló Keira por primera vez. El rubio la miró enfadado, pero a ella le importo poco su mirada.—. Muchos morirán.

𝐋𝐀𝐒 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 𝐏𝐎𝐄𝐒Í𝐀𝐒.||. Las Crónicas de Narnia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora