-Estoy sentado en silencio. Pensándote a gritos.
- Yo era torpe, ella era preciosa. Yo era un aburrido sin remedio, y ella era fascinante hasta el infinito. Si las personas fueran lluvia, yo sería llovizna. Y ella un huracán.
- Que tu sudadera más ancha sea mi vestido de gala, y que oler a ti sea mejor que la colonia más cara.
- Corazones de verdad quedan muy pocos, y a los que hacemos algo por amor nos llaman locos, porque mira en lo cursi que me has convertido; si esto no es amor, entonces soy un loco sin motivos.