Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. Pero sobre todo odio no poder odiarte, porque no te odio, ni siquiera un poco. Nada en absoluto.
· Unos beben, otros fuman, otros se enamoran. Cada cual se mata a su manera.
· Dijo que no hacía daño a lo que quería. Entonces lo entendí, nunca me quiso.
· Antes cruzaba Roma por ti, ahora ya ni los dedos.