Y dime, ¿la echas de menos, no? No lo niegues, las miradas que le dedicas responden por sí solas. Intentas disimular, pero ella sabe, aunque haya perdido casi toda esperanza, que la miras a ella. Te quiere, y tú lo sabes.
Cuando la miras y giras rápidamente la cabeza apara que no te pille diciéndole que la quieres con la mirada. Te mata verla abrazando a otro pero, ¿qué derecho tienes a reclamarle nada cuando los únicos abrazos que quiere son los tuyos, y no los tiene? ¿Con quién quieres que hable, si no tiene a nadie? Tú lo eras todo en su vida, y sabes bien que lo hubiera dado todo por ti.
Te mataban su carácter y su protección, pero amas todo de ella. Dime que no te encantaban sus ataques de niña pequeña cuando la picabas, y abrazarla a la fuerza, hasta que se rendía, y tras reírse te dedicaba un dulce 'te quiero'. Dime que no te gustaba ir de su mano a todos sitios y ver cómo otros la miraban, sabiendo que era tuya.
Demostró siempre que te quería, y te antepuso ante todo. Después de todo lo que le hiciste y de arrastrarla contigo. Después de todo lo que le hiciste, y de provocar en ella infinitas noches en vela y lágrimas con tu nombre, te quiere. Ella te quiere y te sigue esperando, no quiere seguir fingiendo nada, y no lo va a hacer.
Y sí, puede que te quiera, pero se acabó la etapa de arrastrarse. Claro que te quiere, pero más se quiere ella.
Bien, ahora la valoras y comprendes su dulzura y su toque de picardía a la perfección, ¿no? En ese caso solo puedes trabajar por ella, luchar por su perdón y por su amor, que ya es tuyo, pero en este momento no lo mereces.
Ahora acumulas las lágrimas y cada paso suyo te hace soñar con el futuro que tú mismo destrozaste. Ahora, cuando la ves, sientes ese famoso amor con mezcla de resentimiento, ¿no?
Ahora, amigo, es tu turno, después de todo ella ya ha hecho lo habido y por haber, y merece tu atención.
Échale cojones y de menos, ¿no es así como a quieres?
