-Melissa necesitas tomarte un respiro, ven a desayunar, en cuanto terminemos de comer te llevo a tu casa-.
-Olvidalo necesito llegar a la empresa ahí me cambiaré de ropa por algo más cómodo-.
Enseguida tocaron a la puerta, Donato me mira algo confundido, se dirige a la puerta principal y en cuanto abre, veo a Alex lanzándole un fuerte golpe a la cara a Donato haciéndolo caer al suelo. Solo veía brotar la sangre de su boca, su impecable camisa blanca había quedado manchada.
Me acerco a Donato para saber si se encuentra bien cuando de repente Alex se acerca mi y de un solo movimiento me alza encima de su hombros, me cargo como si yo fuera un costal de papas. Empecé a patalear para que soltara.
-¡Sueltame Alex! ¿Acaso estas loco? ¿Qué estas haciendo?-.
El simplemente ignoro cada una de mis preguntas, me saco de la casa y me coloco en su auto, cerro la puerta del carro y se subió del lado de piloto. Se veía sumamente enojado, tanto que dudaba en hablar o no, hasta que ya no pude más y rompí el silencio.
-¿Qué fue lo que acaba de pasar? ¿Porqué eres tan impulsivo?-.
-Esas preguntas debería hacerlas yo Melissa, de verdad pretendes que no me enoje cuando en redes sociales tu y ese idiota de Donato son tendencia. Sus fotografías están en todas las plataformas digitales. Solo me voy un par de días a España y tu ya pasas la noche en la casa de ese tipo-.
-Las cosas no son como parecen Alex, Donato es una buena persona-.
(Risa sarcástica) -Buena persona, de verdad Melissa, dime de una vez si prefieres estar con él o conmigo-.
-Sabes que, no quiero discutir más contigo, bajame del carro-.
-No te vas bajar-.
-¿A dónde me llevas?-.
-A mi departamento-.
-Olvídalo no iré contigo, bajame en este instante, tomaré un taxi a mi casa-.
-Ya te dije que no te voy a bajar-.
Después de unos minutos llegamos al edificio donde se encuentra su departamento, de mala gana baje del carro y comencé a caminar rumbo a la salida del lugar. Alex se percato de mis intenciones, enseguida me tomo de las caderas y me alzo entre sus brazos.
-No seas terco Alex, déjame ir-.
-Ya mande comprar ropa para ti, tomaras un baño y podrás quitarte este vestido-.
Por más que intentaba saferme de él era imposible, deje de luchar, no tenia caso seguir gastando mis fuerzas. Entramos a su departamento, ahí fue cuando por fin me bajo.
-Voy a solucionar unos asuntos pendientes, la señora Marcela te va preparar algo de comer, vuelvo por la tarde, en la habitación principal, ahí encontrarás todo lo necesario para cambiarte de ropa-.
-Piensas dejarme encerrada aquí-.
-Solo por esta ocasión Melissa, necesito asegurarme que Donato no se acerque a ti, desconfío de él-.
-Ya te dije que Donato es confiable, de verdad-.
-Lo siento Mel, ya te lo dije una vez, confío ciegamente en ti, pero en ese tipo no-.
No podía creer lo que acaba de pasar, me sentía muy incómoda con el vestido, le tomé la palabra a Alex y decidí tomar una baño para refrescarme, necesitaba relajarme y aclarar mis ideas. Cuando salí del baño me di cuenta que en la habitación había un montón de ropa nueva, zapatos, maquillaje y accesorios, todo era muy costoso, decidí irme por unos pantalos blancos y una blusa rosa, quería andar lo más cómoda posible.
Salí de la habitación, la señora Marcela me había preparando todo un banquete, todo se veía delicioso. Ella se dirigió hacia a mí.
‐Señora espero sea de su agrado, si desea algo diferente puede pedirmelo, estoy a sus ordenes-.
-Todo se ve muy rico, gracias-.
Al finalizar con mis alimentos me puse en contacto con mi secretaria, obviamente no iba a poder llegar a la oficina entonces solo le di instrucciones de cada una de las actividades que se tenían pendiente.
Después de un par de horas me quedé dormida en el sofá de la sala, era aburrido no estar haciendo nada, no se cuanto tiempo dormí pero cuando abrí los ojos ya estaba atardeciendo. Busqué por todo el departamento pero aún no había señales de Alex, me sentía algo intranquila, así que tomé mi celular y decidí llamar a Donato solo para asegurarme que él estuviera bien, después de todo yo lo había metido en este problema.
-Hola Melissa, me quedé preocupado por ti, espero que estés bien, no me atrevía a llamarte-.
-Estoy bien gracias ¿Y tú? Lamento lo que paso con Alex, en ocasiones él es un poco impulsivo-.
-Estoy algo adolorido lo reconozco, Russo es realmente fuerte, pero estoy bien, intente llamarle varias veces a Alex para aclarar este malentendido pero nunca contesto-.
-Me siento terrible, fue mi culpa que todo esto pasará-.
-No debes culparte, por otra parte necesito advertirte de algo-.
-¿Que sucede?-.
-Logre dar con la identidad de la persona que nos perseguía anoche, su nombre es Giovanni Monti ¿Lo conoceces?-.
-Ahora todo tiene sentido, Giovanni es el responsable de mi anterior accidente, tal parece que no piensa detener sus planes-.
Estaba tan sumergida en la conversación con Donato que no me percate que Alex había llegado al departamento, tomó mi celular y colgó la llamada.
-Alex ¿Qué crees que haces?-.
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Te sigo amando (Parte 2: Amor A La Italiana)
RomanceLuego de una decepción amorosa Melissa Santoro decide dejar por unos meses su amada Italia y viajar a Canadá con la finalidad de olvidar al hombre que le robo el corazón. Logra conocer buenos amigos y vivir una increíble experiencia en dicho país, p...