Te sigo amando (Parte 2: Amor A La Italiana)

Capítulo 40

-Claro que si, Max es un gran chico, pero entre nosotros jamás hubo nada romántico, es como un hermano para mi, él siente lo mismo que yo-.

-Tal vez deberías hablar con Piero antes de tomar una decisión-.

-Me haría bien platicar con él y ponerle fin a todo esto, es necesario darle vuelta a la página y continuar con mi vida, gracias Mel por escucharme, me retiro-.

-Cuídate Sofía-.

Después de que Sofía salió de mi oficina, veo entrar a mi prima Andrea. Se veía bastante recuperada, corrí a su lado para abrazarla.

-Andrea que alegría verte, dime ¿Cómo te sientes?-.

-Estoy mucho mejor Mel gracias, tengo buenas noticias, mañana regreso a trabajar a BS Fashion-.

-Es una excelente noticia, pero te vez radiante prima, tienes un brillo especial en tu mirada, cuéntame de una vez-.

-Eres inteligente Mel, decidí darme una oportunidad con Franco, mi corazón estaba muy lastimado por culpa de Giovanni pero Franco logró ganarse mi confianza. Todo este tiempo siempre estuvo a mi lado, me di cuenta el gran hombre que es-.

-Es una gran noticia prima, mereces ser feliz y sin duda Franco a demostrado que en verdad te ama, estoy muy contenta por ustedes-.

-Gracias Mel, aunque no puedo decir lo mismo de ti, solo mírate, te vez algo cansada, deberías ir al médico, después de que saliste del hospital ya no fuiste a revisión, estoy enterada de todo-.

-Tienes razón, pero me han pasado muchas cosas, que hice a un lado mi salud, pero varias personas me hicieron el mismo comentario, debería ir al hospital-.

-Déjame acompañarte Mel-.

-Claro Andrea-.

Paso la tarde muy rápido y mi prima ya estaba afuera esperándome en su carro, le llamé a Alex para informarle que iba a cenar con Andrea. No quise comentarle que iba a un hospital, no quería preocuparlo ya que solo era una revisión de rutina.

Llegamos al hospital y me hicieron un par de preguntas, me tomaron algunas muestras de sangre y pase al consultorio del médico.

-Adelante Señorita Santoro-.

-Gracias doctor, ¿Cómo salieron mis estudios?-.

-Debido al estrés y mala alimentación su cuerpo presenta signos de una ligera anemia, en teoría no es una situación alarmante, pero en su caso es necesaria que empecé una dieta más sana y tome vitaminas. No queremos un aborto espontáneo-.

En cuanto él doctor dijo aborto espontáneo mi mente se quedo en blanco, trague un poco de saliva, era imposible que estuviera embarazada, siempre fui muy cuidadosa con los anticonceptivos. Andrea vio mi reacción y permaneció callada.

-Debe haber un error doctor, no estoy embarazada-.

-No hay ningún error, en los estudios de sangre, dio positivo, usted está embarazada, ahora solo debo revisarla para saber cuantas semanas tiene-.

Me dolía la cabeza, no quería un hijo en estos momentos de mi vida, no me sentía preparada para ser madre. Andrea me tomó la mano, me dio un fuerte abrazo.

-Mel todo estará bien, yo estoy feliz con la noticia, tendré un sobrinito, estoy segura que Alex será el hombre más feliz al entrararse, no estés triste-.

-Gracias Andrea, pero no estaba esta noticia-.

-Ninguna mujer está preparada para ser madre, pero confía en ti, tu y Alex serán unos excelentes padres-.

Después de unos minutos para procesar la información, me levante de mi asiento y me dirigí a la camilla donde el médico me iba a hacer el ultrasonido. Tenía 2 semanas de embarazo, el médico me dijo que mi cuerpo estaba débil, me recomendó mucho reposo, además de una dieta especial para mi embarazo. Salimos del hospital y aún no sabía cómo le iba dar la noticia a mis padres y Alex.

-Mel necesita relajarte un poco, estas muy tensa, le hace daño al bebé, por el trabajo no te preocupes, yo me haré cargo de todo-.

-Gracias Andrea por tu apoyo, aun necesito un poco de tiempo para digerir esta noticia-.

-Mel debes cuidarte, recuerda que él doctor comentó que podías perder al bebé sino te cuidas, porfavor toma un poco de conciencia, ya no solo es tu vida la que está en peligro, sino la de tu bebé-.

Las palabras de Andrea me hicieron reflexionar, era verdad lo que decía, ahora tenía que proteger esta nueva vida que crece dentro de mí.

Andrea me llevó de regreso a mi casa, no quería regresar al departamento de Alex, así que decidí pasar la noche con mis padres, mañana temprano hablaría con él, para confesarle que vamos a ser padres.

-Gracias por todo prima-.

-Siempre estaré para apoyarte Mel, recuerda guardar reposo-.

Entre a la casa, mi madre estaba algo molesta conmigo, digo no haber regresado a casa por varias noches, era lógico que estuviera enojada.

Alex me llamó para saber donde estaba, le dije que había regresado a mi casa, pero que mañana temprano necesitaba platicar con él.

-Mel te escucho algo rara, no me ocultes la cosas, ¿Dime si estas bien?-.

-Estoy bien, mañana temprano te veo en tu departamento-.

-Mejor paso a tu casa, ¿Qué te parece?-.

-Bien, descansa cariño mañana te veo-.

-Igual tu mi amor-.

Debo ser valiente, no se porqué me da tanto miendo la maternidad, es una sensación rara pero a la vez única y hermosa, confío en Alex, sé que él estará a mi lado apoyándome.