Capitulo 11

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Aún no comprendía del todo el gusto que tenían varios por algo como el alcohol. Regulus hizo todo lo que Aldebarán/Hasgard y Manigoldo le habían indicado por ser su primera vez, y no comprendía cómo podían tomarse eso de un solo trago.

Fue agrio, a la par que un poco desagradable. Su tío le había dicho que era lo normal, que tomara despacio al ser su primera vez. Notando como sin problemas lograba ingerir el líquido de un solo sorbo.

— ¿Será que lo vemos ebrio? — Le susurro Manigoldo a Regulus en algún momento de la conversación que mantenían. Si bien habían querido dejar todo lo relacionado a la situación que vivían en este momento, llegaron a comentar sobre que ya se tenía en la vista al próximo Santo de Leo.

Regulus quería conocerlo.

— Jajajaja. Sísifo en estado de ebriedad es algo que rara vez ha pasado. — El hombre de cabellos blancos les hizo saber al haberlos escuchado. Eran recuerdos agradables de sus momentos como novatos y amigos ya hace  unos años. —  Pero es...  — De un pequeño golpe al brazo del grandulón Sísifo hizo un ademán para no revelar eso. 

— Es un ebrio depresivo la mitad del tiempo. — Cid fue el que reveló, ganándose una mirada de odio de parte de su pareja. — La otra mitad es casi irreconocible. —  Tomando otro trago reveló. A diferencia de ellos Cid nunca ha llegado a un estado de ebriedad fuerte, a lo mucho lograda ponerse un poco mareada aunque fuera difícil de reconocer para la gente a su alrededor, o en su defecto se queda dormido de forma rápida.

La resistencia de Hasgard y Manigoldo al alcohol era muy grande. 

Sísifo los miro de una forma gélida esperando que no se les vieran por revelar cierto "accidente" que pasó una de esas escasas veces. Recuperando su estado normal con la atención puesta en su adorado sobrino.

Regulus río. Fue un momento interesante el que vivieron en ese momento.

Cuando el alcohol le empezó a afectar, Sisifo no tuvo que decir nada para que lo apartaran de la debida rápida.

Los siguientes 3 días los pasó en su estado normal. Dividiendo su tiempo entre los estudios con Degel, los entrenamientos con sus compañeros y su adorada gata.

Hasta que el tiempo llegó. Era hora de partir y sentía su pecho latir acelerado, mirando su reflejo en el filo de su espada.

En esas pocas semanas había cambiado mucho. Ahora debo ponerlo a prueba.

Bajando al templo de Aries, Shion lo reunió con los Santos de bronce.

Tenma de Pegaso.

Yato de unicornio.

Douglas de osa mayor.

Junker de lobo.

Beriot de León menor.

Y Curtiss de Hydra.

Sus compañeros en este momento. Al tenerlo frente y para su sorpresa cada uno lo decidió de brazos abiertos.

— Un placer que estés con nosotros. — El santo de Osa lo rodeo con su brazo acercándose a ellos.

— Lo ahogas, recuerda que era un dorado. — Hydra le regaló. De cierta forma se sentía nervioso porque aún veía a Regulus como un superior. Era de admirar como aún sin poder lograba ser incluído en una misión.

Haciendo reír a los Santo de pegaso y unicornio al lado de ellos por esa actitud tan nerviosa.

— Pero ahora es nuestro compañero. — León menor expresó. - ¿O te molesta?

— Él tiene razón. No me tienen que tratar de ningúna forma especial. — Aún con el brazo del Oso mayor rodeando sus hombros dejó saber. El santo de Hydra dió un paso atrás siendo reemplazado por el santo de lobo y los santos de constelaciones esquinas.

— Nuestra misión es de reconocimiento. Aún con eso debemos estar pendientes para una pelea ya que hay más de un espectro divagando por todo el lugar. — Informó el santo de lobo. Regulus asintió.

Mirando a Tenma y Yato a la distancia dónde estaba seguro de lograr percibir a Shion y Dohko.

— ¿Empezamos? — Todos asintieron.

-— Douglas y yo nos quedaremos con Regulus en esta área. — Tenma decidió, señalando a un área más arriba, estaban en un bosque con una catedral no muy lejos. A lo que el santo de Osa mayor aceptó la idea rápidamente.

— Está bien. Nosotros nos adentraremos al buscar a los espectros. Aún puedes estar buscando a Hades. —  El santo de león menor fue quien habló, tomando el papel de líder en su grupo. - Eviten ser descubiertos lo más que se pueda.

Dicho esto. Todos se dispersaron a los 2 lugares contrarios.

—  Este lugar se siente extraño. — Regulus mencionó. Tanto Tenma cómo Douglas le vieron la razón, se sentía un ambiente algo pesado. Muy seguramente haya espectros en esa iglesia ya que se sentía todo menos un ambiente similar al que debería.

— Uhmm... — Ambos Santos de bronce se miraron sin saber qué decir. Totalmente alertas a mi que pudiera pasar ahora.

A la distancia. La figura de una mujer de cabellos negros y un vestido que si bien se torneada similar al de una monja era  bastante revelador.

Por un momento fugaz la vista de esta mujer se cruzó con la de Regulus y Tenma.

El señor Hades debía ser protegido por más tiempo. Aún no era el momento de su eterno despertar, pero faltaba muy poco.

Levantando la mano, la mujer gótica invocó su cosmos para cerrar  una lluvia de relámpagos que dejó a los jóvenes Santos alertas. Si el Pegaso veía a Alone antes que Hades lo tomará, podría perjudicar totalmente a su señor.

— ¡Maldición! — Tenma grito cuando eso les asestó con todas sus fuerzas. - Maldita sea nos vieron.

Sacando su espada, Regulus colocó sus manos en el mango, trazando rápidamente una figura impregnado el filo con el poco de magia que tenía. Sus ojos se afilaron buscando el cosmos de dónde venís ese ataque, antes de que pudiera atacar, un espectro apareció.

— ¡Meteoros de pegaso! — Rápidamente Tenma concentró toda su fuerza en su puño para atacar. El espectro de brazos cruzados aceptó ese ataque sin moverse un centímetro, pero aún con eso, los Santos aprovecharon para escapar, o por lo menos sacar ventaja para pelear. Necesitaban encontrar a los demás.

— Que suerte que estabas aquí. Por favor, dejalos muertos.  — Pandora pidió a su espectro. Este aceptó con gusto, extendiendo sus brazos invocando varias flechas negras que lanzó en el aire en dirección a los jóvenes Santos que acaban de irse.

La mirada de la mujer volvió a la catedral, dónde Thanatos e Hypnos seguían encerrados.

Al sentir este ataque los otros espectros alrededor se pusieron alertas. Tendrían un poco de diversión.

Luciérnagas azules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora