SIENNA
Los gemidos de éxtasis resonaron por los pasillos de la manada.
Los vastos pasillos estaban extrañamente vacíos, sin un alma a la vista.
Una corriente de aire frio atravesó mi camisón y me puso la piel de gallina. El aire llevaba consigo el sonido de la pasión, un fervor cargado de sexualidad que me envolvía.
Me llamaba.
Atrayéndome.
¿De dónde venía?
Una escalera de caracol se asomaba por delante y subí, dando vueltas y vueltas, hasta que me mareé. Finalmente, llegué a la entrada del salón de baile.
Al abrir las puertas de roble centenarias, me encontré con el cálido resplandor de una chimenea cercana.
En el centro de la pista de baile había una cama con dosel.
Mis ojos se fijaron en ella.
Bajo las sábanas de color rojo carmesí, tres cuerpos desnudos se retorcían y contorsionaban.
A pesar de que las llamas cercanas proyectaban sombras oscuras sobre su piel reluciente y los ocultaban a la vista, pude ver que había un hombre y dos mujeres, todos enredados entre sí.
Cuando me acerqué cautelosamente, un rostro familiar levantó la vista de sus ansias de pasión. Sus ojos penetrantes hicieron que mi corazón se detuviera con fuerza.
Konstantin.
Ya no podía moverme. Había tomado el control de mi cuerpo.
Como antes.
Sin poder apartar la vista, observé cómo el vampyro seguía penetrando en una de las mujeres que se encontraban desparramadas debajo de él.
Las sábanas se deslizaron lentamente, dejando al descubierto sus muslos, su cintura y sus pechos hasta que echó hacia atrás sus mechones de pelo castaño ondulado...
Era Michelle.
Me miró, consumida por el placer, sonriendo, como si disfrutara del público.
A su lado, la otra mujer parecía joven y dolorosamente vulnerable mientras acariciaba a los dos amantes entrelazados.
Sólo cuando me miró vi que era Emily.
Mi antigua amiga, que ahora estaba muerta. Y mi actual mejor amiga. Ambas gritaban de dolor y placer mientras los colmillos del vampyro se deslizaban por ellas.
Le grité que se detuviera, pero no me salieron las palabras.
- Sienna... —gimió Michelle, acercándose a mí—. Dejaste que esto sucediera...
- Morirá, Sienna. Y es tu culpa. Igual que yo... —dijo Emily, tocándose entre los muslos abiertos.
Entonces, tanto ella como Michelle empezaron a alcanzar el clímax, con los ojos en blanco en sus cráneos.
El lodo negro comenzó a rezumar por todos los poros del cuerpo de Emily, acumulándose en el suelo.
Y entonces una oleada del líquido negro me inundó cuando el vampyro hundió sus dientes en la garganta de Michelle.
***
Me senté en la cama, jadeando. Tardé un momento en orientarme.
La luz del sol de la mañana proyectaba rayos brillantes sobre la cama del hotel, donde nuestras maletas estaban abiertas.
Había pasado una semana desde el desastroso Baile de Navidad, en el que nuestro vampyro amigo Konstantin casi nos derrotó.
Estar en casa de mis padres se había vuelto un poco... agobiante, por decir algo, así que decidimos quedarnos en otro lugar.
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Lobos milenarios (libro 3)
WerewolfHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el tercer libro de lobos milenarios. Como ya dije en el primero y segundo, esta historia no es mía, es de Sapir Englard, y me gustó tanto que quiero compartirla con todos/as vosotros/as!! Po...