AIDEN
Josh vino a la Casa de la Manada alrededor de las cinco para ver cómo estaba.
- ¿Cómo está Michelle? —pregunté, sabiendo que había llegado a casa ese día.
Mi Beta tenía una cara de bobo que reconocí bien.
Mi propia Bruma se cocinaba a fuego lento en mis venas, pero Sienna parecía tan retraída últimamente que no habíamos disfrutado de la temporada tanto como de costumbre.
Aun así, me alegré por Josh. Él y Michelle habían pasado por mucho últimamente.
Por decir algo.
El alivio también me llegó a mí. Si Michelle estaba lo suficientemente sana para realizar actividades más...rigurosas, tal vez realmente se recuperase por completo.
Una muerte menos en mi conciencia.
Le pasé a Josh una copia de un resumen informativo de Delta Nelson y me senté mientras él hojeaba las páginas.
Josh pasó una página, leyendo.
Entró una llamada en la línea de mi oficina.
- Sayyid Hamdi en la línea 1 para ti, mi Alfa —anunció Félix.
Con otra mirada a Josh, puse el teléfono en altavoz.
- Sayyid —dije.
- Tenemos una pista sobre un cazador de vampyros que puede haber tenido algún trato con Konstantin —dijo sin preámbulos.
- ¿Cazador de vampyros? —me hice eco—. ¿Un cazador divino?
Mi corazón se aceleró.
Los Cazadores Divinos odiaban a los hombres lobo y eran considerados una organización terrorista.
- No, aunque es un humano —dijo Sayyid—. Bobby Turner, blanco, de cincuenta y siete años. No tiene antecedentes contra hombres lobo, aunque sí contra vampyros. Es sospechoso de haber matado al menos a dos.
Uff.
Los vampyros eran bastante raros. Y por lo general bastante duros, aunque la mayoría no se comparaban con Konstantin. Como humano, y uno que se acercaba a la edad de jubilación, este cazador debía saber lo que hacía.
Sayyid continuó.
- Fue visto por última vez en un bar de moteros en Crescent Grove. Sonny's Bar.
JOCELYN
- Me alegro de verte de nuevo en pie, Jocelyn —dijo Sharon Lowell cuando entré en la sala de curas.
Hacía poco que había podido volver a ponerme en pie. Estar en la cama durante tanto tiempo fue mucho más agotador de lo que podía imaginar.
Cuando cerré la puerta, Sharon señaló hacia la mesa de exploración.
- Por favor, toma asiento.
Jugué con la pulsera en mi muñeca.
- Esa baratija es importante para ti —dijo la sanadora.
Asentí con la cabeza.
- Mi madre me lo dio cuando me aceptaron como sanadora de la manada. Dijo que siempre me daría fuerza.
La sanadora Lowell asintió, su rostro se volvió serio.
- Ahora necesitarás tu fuerza, Jocelyn.
Se me heló la sangre.
- ¿Qué quieres decir?
- Fue un milagro que pudiéramos revivirte después de tu hazaña de la semana pasada.
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Lobos milenarios (libro 3)
Lupi mannariHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el tercer libro de lobos milenarios. Como ya dije en el primero y segundo, esta historia no es mía, es de Sapir Englard, y me gustó tanto que quiero compartirla con todos/as vosotros/as!! Po...