MÓNICA
Sienna parecía haber perdido la capacidad de moverse. O de respirar. O de hablar.
Bien. Esa perra pelirroja nunca se callaba.
Me relajé de nuevo en mi silla, con la carpeta manila con mi billete dorado todavía en la mano.
Las mejillas de Sienna se sonrojaron.
- No puedes acceder a eso. Es confidencial.
- Sí, bastante confidencial —asentí con la cabeza—. Algunos podrían incluso decir que es condenatoria. Justo el tipo de cosas que no querrías que cayeran en manos del Alfa Milenario.
- Permíteme dejar esto perfectamente claro —le dijo Charlotte a Sienna—. Conozco a mi hijo. Le gusta considerarse "noble". Su tendencia sería simplemente ignorar cualquier problema con la ley.
- Pero no podrá —terminé—. No cuando Raphael Fernández reciba este documento a primera hora de la mañana.
Conmigo, justo ahí, esperando para capturar todo en la película.
Una vez más, agradecí en silencio a Sienna que fuera tan crédula como para invitar a su suegra a participar en el espectáculo.
Charlotte Norwood fue mi clave para romper con Aiden y Sienna.
Y también, simultáneamente, a romper la mayor historia que la Manada de la Costa Este había visto nunca.
A estas alturas del mes que viene, podría tener mi propio programa.
Dentro de un año, mi propia red.
Las posibilidades eran infinitas.
Al final, fue más fácil de lo que había soñado.
Especialmente una vez que había "descubierto" un cierto secreto sobre la pareja de cierto Alfa.
Si algo había aprendido en mi carrera es que la información es poder.
Había conseguido que Charlotte Norwood estuviera bajo mi control.
Y estaba a punto de derribar a Sienna.
Eché un vistazo a la cámara oculta que había colocado dentro del jarrón de flores de nuestra mesa. Estaba bien orientada, así que captó la mirada de asombro de Sienna.
- ¿Qué quieres de mí? —Sienna exigió—. ¿Supongo que esto es algún tipo de chantaje?
Charlotte olfateó, como si esas cosas estuvieran muy por debajo de ella.
- Desde luego que no. Estoy aquí para darte la oportunidad de dejar de ser la compañera de Aiden mientras puedas. Realmente preferiría no arrastrar el nombre de Norwood por el barro.
- Al menos —Charlotte miró a Sienna con frío desdén—, más allá de lo que ya está.
Me mordí el labio inferior para ocultar mi expresión de regocijo.
Tenía a todo el mundo justo donde quería.
JOSH
El reloj me dirigió al histórico Teatro Metropolitano de Morgantown, Virginia Occidental.
En el exterior del teatro, las agujas del reloj empezaron a girar en círculos caóticos, y ya no apuntaban todas en la misma dirección.
Había llegado.
Las ventanas del teatro estaban muy iluminadas.
Una pancarta sobre las puertas decía: "El fantasma de la Ópera de Andrew Lloyd Webber"
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Lobos milenarios (libro 3)
WerewolfHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el tercer libro de lobos milenarios. Como ya dije en el primero y segundo, esta historia no es mía, es de Sapir Englard, y me gustó tanto que quiero compartirla con todos/as vosotros/as!! Po...