04. Chad Leenes

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-NO PUEDE SER.

Miro rápidamente a Eddie, parece ser que él sabe algo de esto.

-Más les vale salir pronto de ahí o se convertirán en gelatina, mis amores, y nadie quiere eso ¿verdad?

-Maldito -mascullo- Mejor cierra la boca y ven a sacarnos de aquí, hijo de perra.

-¿Ella no es mi pequeña Mackenzie? ¿Mack? -es una voz diferente, es ronca y usa palabras con rodeos, nos miramos entre nosotros al escucharlo- Oh, quiero saludar a mi parajarita que dejé vivir esa noche.

¿Puede ser el hombre que busco?

-Tu reporte me dice que eres muy buena con tu trabajo, tu padre West debe estar contento por la gran oportunidad que tuviste por mí.

-¿Por ti?

-Claro, tal vez no lo recuerdes, 21 de diciembre, días antes de navidad. Tu madre se llamaba Lorena ¿o me equivoco?

-Eres tú.

-Ajá, soy yo.

-¿Qué buscas?

-Venganza contra Joe West.

-¿Mi... padre?

-No te contó por qué pasó lo que pasó, no fue simplemente por robar aunque si le aproveché el momento de llevarme algunas cosas valiosas.

-Perdón por interrumpir, pero que significa lo que dijo su compañero con respecto a salir de aquí -pregunta Barry mientras con sus brazos me rodeaba en un abrazo.

-Niño listo, sí, no sabia que mi pajarita estaba enjaulada, así que por segunda vez tendré que liberarte. Arriba del elevador está colocado un explosivo que hará caer el elevador y como dijo mi compañero, se convertirán en gelatinas.

-¿Y cómo vamos a salir de aquí? -pregunta Patty.

-Ustedes son los genios, resuelvanlo, solo recuerden que en la vida siempre hay que tomar riegos. Adiosito.

Se corta, trato de que vuelva con insultos, pero no vale la pena, él se fue y mi padre está en peligro. El elevador se mueve brusco hacia abajo.

-No quiero sonar negativa, pero creo que eso fue una señal para actuar y rápido -dice Peper.

-¿Es mala idea salir por arriba? -menciono.

-Pero el explosivo está ahí, no sabemos cómo esté colocado, hay posibilidades de golpearlo.

-El idiota tenía razón, hay veces que tenemos que tomar riesgos, además si tenemos suerte, el objeto podría estar en la cuerda y nosotros podemos salir sin tocarlo.

-Mack, está en lo cierto -concuerda el rubio-. No tenemos otra opción, no sabemos cuánto tiempo dure antes de explotar.

-Ah olvidé decirles que les quedan 10 minutos para caer hasta lo más profundo del hoyo, ahora sí, me retiro damas y caballeros, que tenga un feliz sueño aja-ja ja.

-Ya oyeron al loco -dice Peper.

-Te escuché, bombón.

Ella saca la lengua, me cruzo de brazos mirándola, se da cuenta y se encoje de hombros.

-Sabes que no puede verte, ¿verdad?

-Lo sé -hace un puchero.

Eddie intenta abrirlo con la barra de hierro soltada desde la parte superior del ascensor y abre la pequeña puerta de emergencia.

Wicked ones |Barry AllenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora