🎤 ❛ Sick of all the insincere
I'm gonna give all my secrets away
This time, don't need another perfect lie ❜
Donde Alessia y Sebastian pueden llegar a ser tan parecidos como tan diferentes, que logran que el odio se transfor...
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❪🎙️❫
ESTABA DE MÁS DECIR QUE ALESSIA NO TENÍA NI IDEA DE CUANTO TIEMPO llevaban así, abrazados y aferrados al otro, al contrario de Sebastian quien estaba seguro de que de haber contado los minutos serían demasiados.
A pesar de que la rubia se sentía bastante a gusto entre los brazos del castaño, quien había logrado calmar parte del remolino de emociones que golpeteaba en su interior, sentía pesar, sentía que cada vez aquello le golpeaba más, confundiéndola, y es que, para ella no era un secreto que había desarrollado un afecto fuera de lo común por Sebastian. Por lo que, lamentándose levemente en su mente se apartó, pasando sus dedos por debajo de sus ojos borrando cualquier rastro de lágrimas.
—No preguntes ni digas nada —advirtió en un susurro.
Sebastian alzó sus manos, sonriéndole con ligera diversión en un intento de apaciguar la tristeza en la mirada de Alessia.
—No lo voy a hacer —acordó—. No me malinterpretes, estaría bien que pudieras hablar conmigo respecto a todo lo que sucede, pero no voy a presionarte... a menos que sea necesario —agregó.
—¿Qué significa eso? —cuestionó ella frunciendo su ceño.
Sebastian se limitó a encogerse de hombros.
—¿Estás teniendo un mal día? —inquirió.
—Te dije que no preguntaras y aceptaste a no hacerlo —reclamó en voz baja.
—Dije que no preguntaría respecto a ti llorando —señaló.
Alessia guardó silencio, y alzó una ceja observando a su alrededor y después a Sebastian.
—¿Qué? —cuestionó él.
—¿Estás siguiéndome, Smythe? —inquirió desviando la conversación principal.
—¿Qué? Claro que no. Eso es absurdo —hizo saber de forma obvia.
—¿Entonces... estás esperando a alguien? —señaló, observando a McKinley el cual se encontraba vacío.
—Sí, a ti —asintió.
—¿Y cómo sabías que hoy me quedaría luego de clases? —cuestionó.
El presionó sus labios, y observó en otra dirección, omitiendo cualquier respuesta.
—Oh por Dios, realmente estás siguiéndome —murmuró incrédula—. ¿Te estás volviendo un psicópata? —retrocedió tres pasos.