-Quiero pensar que como me toca ser copiloto, me toca poner la música ¿no?- mientras prendía el radio
-Para ser un copiloto no estás haciendo un buen trabajo, no me has dicho dónde está la agencia y solo me das indicaciones muy vagas- sonrió sarcásticamente
-No crees que llevaría a un posible enemigo a mi lugar seguro ¿verdad?- dijo sin pensar.
Y allí estaba de nuevo un comentario que había arruinado por completo todo lo que poco a poco habían ido construyendo.
-Lo siento... No era mi intención, es solo que... Bueno sabes cómo es este trabajo. No es posible confiar en todos y...- su voz comenzaba a quebrarse
-Si... Entiendo lo que me dices, me siento igual con respecto a todo lo que está pasando, pero bueno creo que tampoco estoy haciendo las cosas bien...- Mientras veía el retrovisor.
-Yor tenemos...-
Y no hubo tiempo de acabar la oración cuando unos balazos se hicieron notar en el parabrisas del auto
-Loid, ¿crees que puedas perderlos o debo subir al auto?- sosteniendo sus armas y lista para saltar sobre el auto.
-si puedo perderlos pero es más fácil acabar con ellos que escapar- abriendo el techo del auto.
Y sin decir otra palabra más Yor se encontraba preparándose para saltar al auto contrario, tras montar el vehículo solo se pudo ver como este perdía el control y un par de minutos después el conductor del otro coche era nada menos que su esposa.
-Que rapidez- dijo asombrado
-Este es un gran auto... lastima que haya que tirarlo al mar...- y con dicho comentario ambos se miraron sin decir nada
-No se si alegrarme que tenemos un pensamiento similar o al contrario preocuparme de que pensamos igual- dijo burlonamente.
-No lo se... dependerá de la situación, tu decides- Respondió graciosa
Y allí estaba de nuevo un silencio incomodo, ambos agradecen que se encontraban en autos separados, porque si no la espera sería un tanto incómoda y problemática... o al menos eso creían, apenas habían pasado algunos minutos desde que salieron del hotel y ya habían sido perseguidos con la intención de asesinarlos.
-Debo decir que para ser las tres con veinte es una gran hazaña de los que quieren acabar con nosotros, esperaba que por lo menos pudiéramos llegar a medio camino antes toparnos con ellos- Mencionó Loid de lo más tranquilo tratando de romper el interminable silencio que había.
-Bueno vienen tras de mí al final, lamento que tengas que sufrir esto por venir con la mejor sicaria del lugar- se podía sentir la comicidad en la voz de su esposa que raramente esta le daba algún tipo de calma, el haber vivido mucho tiempo con ella hacía que este tipo de cosas calmarán la ansiedad diaria en la vida de un espía.-Ja, ja, ja estás tan segura que es por ti... Pero estoy seguro que si hablamos de enemigos yo tengo mas, por lo que posiblemente vengan por mi. Por ello te ofrezco una inmensa disculpa, pero tendrás que lidiar con lo efectos colaterales de ser un gran espía- aunque el rubio no solía ser una persona orgullosa, las palabras de la pelinegra había calado más de lo que le gustaría admitir.
Una risa genuina llegó a los oídos del de ojos azules y con ello también nació una sonrisa un tanto pequeña pero sincera. Yor comenzó a liderar el camino hacia una de las tantas instalaciones de Garden y con ello el momento de charla se había acabado.
Eran las 3:45, el silencio en las calles era profundo y de alguna manera tranquilizador para la pareja, aunque estaban acostumbrados a trabajar bajo la luz de la luna, hacerlo con compañía de alguna manera lo convertía en algo especial.
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La última misión
Hayran KurguLas compañías de Loid y Yor se unen para poder terminar con un enemigo en común el cual a causado muchos problemas a las organizaciones secretas que tratan de mantener la paz y tranquilidad de la nación. Por ello ambas asociaciones envían a sus mejo...