VIII

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Estaba fuera de si, en ese momento lo que quería era tomar a ese chico quien lo irritaba tanto como lo ponía caliente, tomó una de sus piernas y la subió aún lado de su hombro a pesar que tenían todavía su ropa la entrada del chico ya estaba toda húmeda y a pesar que el menor le arañaba al sentir como mordia. Y simulaba embestidas el mayor nunca se separó probablemente toda su espalda estaba llena de sangre pero valía la pena según su Alfa.

De un movimiento brusco se entró abajo a sus telas y masajeo dejando al menor un desastre en gemidos.

Su rostro estaba tan cerca del albino quería besarlo pero también escuchar su voz, sonrió ligeramente y dejó de masajear la parte del menor y bajo hasta su entrada puso un poco de presión cosa que hizo que el menor arqueara su espalda mientras soltaba un sonido más fuerte a los anteriores, Sanemi ya no podía resistir a devorar los labios del menor, lo tomó de las mejillas y lo beso.

- Sino encontramos en estos tres días algo que ver con quien esta haciendo esta masacre nos retiraremos, puede que no se encuentre aquí. - dijo el pelifuego.

Todos los pilares y cazadores presentes asistieron, no tenían nada que hacer ahí sino encontraban a lo que iban. Aunque la chica si tenía alguien por quien estar en ese momento y era ese niño. Al igual que la pilar del insecto los tres cazadores querían seguir conociendo a ese chico que parecía un niño de 5 años.

Conversaron la mayoría del tiempo hasta que se decidieron para descansar, acomodaron todo para poder dormir pero uno de los cazador se sentía incómodo al sentir el olor de alguien entrando en celo aunque en realidad lo que más lo preocupo fue que había una segunda persona en celo y era claramente un Omega, su olor era conocido, pero no recordaba de quien.

- ¿perciben eso?- pregunto el peliburdeos.

Los pilares miraron al menor - ¿De que hablas Tanjiro-san?- pregunto la pilar insecto

- Es el mismo olor del pilar del viento entrando en celo. - respondió el peliburdeos tapándose la nariz. - Hay otra persona, es un Omega.

Todos se vieron entre si.

- Hoy cuando despertó el dijo que hubo alguien quien lo hizo entrar en celo ayer. - dijo el albino alto.

- ¿Quién? ¿Dijo nombre?- pregunto la chica repetidas veces.

- No lo dijo. - respondió esta vez el pelifuego.

- Mí hermano estaba raro hoy. Creo que tal vez le afectó sentir las feromonas de ese chico. - dijo el pelirapado. La pilar del insecto se sobresalto.

- ¡Tanjiro! ¿De dónde viene ese olor?- preguntó ya preocupada.

- Es hacia allá - señalo al lado contrario de donde habían llegado. Con la información dada rápido salió corriendo la pilar que a los segundos fue perseguida por los demás pilares y cazadores.

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El Omega se encontraba desmayado después de haberse corrido al igual que la mordida que le hizo el cicatrizado había cido demasiado para él siendo su primer celo.

Sanemi aun no se había percatado que el cachorro estaba desmayado, su olor seguían intacto aun era "apetecible" para su deseo.

El cicatrizado dejaba marcas sobre el cuerpo del chico proclamando que era sullo. Pero fue interrumpido por la presencia de otros Alfas, eso no le agrado que alguien más que no fuera él sintiera y viera al Omega en celo.

- ¡Sueltalo Sanemi! - ordenó la chica insecto dando un paso hacia enfrente.
Sanemi gruño al ver ese movimiento. Shinobu sabía que era una mala idea acercarse a un Alfa en celo y peor si era un dominante.

Rey del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora