VII

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- Habré la boca - ordenó para darle otro bocado.

El chico nuevamente sonrió como si se tratará de un niño probando un dulce, y obedeciendo a la chica quien sonreía y le daba de comer.

- Carne de que es ?- pregunto el de ojos esmeraldas fascinado con la comida.

- No es carne de nadie, es un platillo muy famoso que hacen en la aldea serca de aquí - le explicó para darle otro bocado.

- No es carne? - pregunto nuevamente abriendo nuevamente la boca para recibir el bocado.

- No exactamente - sonrió calidamente para seguirle dando de comer.

- No entiendo por que tienes que darle comida y que el este aquí - gruño con fastidio el sicatrizado que comía

Inozuke gruño y aruño la cortesa del tronco donde estaba sentado con la chica.

- No estés celoso sanemi-sam- respondió para darle otro bocado al chico.

- Yo por que estaría celoso por un niño con el ego muy alto - negó para seguir comiendo - sólo es un estorbo - insulto.

El de ojos esmeraldas apretó más la corteza del árbol escuchandoce el sonido del tronco romperse, pero eso tubo sus consecuencias ya que algunas astias quedaron en la mano del de hebras azules quien pudo ver como le salía sangre

- No hagas eso, mira ya te salió sangre, tendrás una cicatriz- se preocupó la chica para dejar el plato y levantarse para sacar unas vendas de su bolso

- No es nada, sólo es una pequeña herida, la puedo resistir - respondió sin preocupación el de esmeraldas

- Si te queda cicatriz te quedarás así de feo como sanemi-sam - aseguró para agarrarle la mano y venderla

-pff- se aguantó la risa la de hebras verdes.
Los presentes que estaban comiendo en la fogata se aguantaron la risa ante aquel insulto para el presente albino cicatrizado

Por el lado de sanemi se quedo helado al sentir nuevamente aquel olor que provenía del omega quien sangraba, trago duro y rápido se levantó.

- Vayanse al diablo - insulto para darse media vuelta e irse pero sin antes taparse la nariz y boca para no respirar aquel olor.

- Que raro - dijo en un susurro el hermano pelirapado quien lo vio irse.

- Listo, ya está todo vendado - aviso dibujando una sonrisa

Inozuke dejó de ver el camino donde se había ido el cicatrizado y luego bajo la mirada y miro el vendaje que le había echo la chica.

- Oh - dijo para ver su mano que no le salía sangre.

- Si te lágrimas te tienes que vendar para que no se te infecte la herida - explicó para agarrar el plato - quieres más?- ofreció

Inozuke asintió y siguió comiendo. A los minutos los presentes pilares y cazadores comenzaron a hablar entre ellos, inozuke se quedó viendo, en especial a dos chicos, a tanjiro y tomioka, como si fuera un niño curioso de que pasaba entre ellos dos ladeo la cabeza.

El chico estaba hablando y el otro lo miraba de una manera admirable y cariñosa? No sabía que era eso para inozuke.

El de hebras azules se levantó y se fue sin avisar de aquel lugar.

°GuGuGuGuGuGuGuGuGuGuGuGGuG•

El bosque era oscuro y espeso, pero la luz de la luna ayudaba a ver las cosas.

El peliblanco estaba sentado en un tronco que estaba tirado, alrededor habían varias hojas, era muy espeso un poco amplio, el albino escuchaba todos los sonidos que hacían relajarse, pero nuevamente escucho aquel sonido de que alguien estaba caminando, estaban pisando las hojas secas que habían alrededor.

Rey del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora