XII

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Eso fue inesperado a pesar que ya había escuchado del tema, su mirada estaba pérdida viendo los rayos de sol ocultándose.

No quería que se fueran..... Sentía amargo al solo pensar no verlos, se mordió el labio inferior y empuño la mano con fuerza rápido se levantó y pateó una piedra ignorando el dolor.

- Mierda.. - él era quien quería que se fueran pero ahora... En ese momento ya no, su cuerpo se sentía débil, y si tal vez no tenía culpa la chica quien lo miraba amable... Tal vez debía tomarse esas cosas raras, abrió la Palma de su mano dejando ver unas pastillas, suspiro eh iba a tragarlas pero el sonido de los arbustos moviéndose y ramas provocó que se pusiera en defensa dejando caer las pastillas y tomar sus katanas poniéndose en guardia, gruñendo a quien sea que fuera ya que no sentía su presencia de odio ni querer hacerle daño.

Su expresión salvaje cambio al instante al ver de quien se trata aquella persona quien estaba frente a el.

- Tú.....

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- Al fin te encontré. - el Albino solo lo volteo a ver de reojo y luego esquivo su mirada, tenía un sentimiento amargo, aún no quería dejar ese lugar, el niño no lo había tomado bien y ver como sus ojos se veían cristalizados no ayudó para nada.

- Que quieres, vete. - dijo con enojo al ver la mirada preocupada de su hermano. El pelirrapado suspiro e ignoro al mayor y se cento a su lado.

- Debes estar mal por la noticia ¿no? - ladeo su rostro pero solo pudo ver la sonrisa sarcástica del Albino. 

- Eso no me afecta... Ya era hora de irnos de este lugar que nada nos ofrece.  - dijo esquivando la mirada. El pelo negro solo negó y luego miro los rayos de sol ocultándose.

- Inozuke-chan esta más adelante, deberías ir a verlo. - eso hizo que sobresaltara al Albino quien miro hacía enfrente pero rápido apartó la mirada.

- Por que debería ir, no es mi deber, que sacaría de bueno. - no quería verse afectado para nada pero la verdad es que si quería ir.

- ... Hermano... - lo miro con preocupación ya que si seguía así se iba a herir a si mismo. - Yo me sorprendí mucho al saber que mi Omega era el triple más poderoso que yo... - el albino solo empuño la mano y miraba a un lado  - pensé que no lo merecía.... Pero tampoco el merecía que alguien lo rechazara, tal vez yo no lo merezco pero... Eso no significa que él si se merezca que lo lastime.  - las lunas se quedaron abiertas.

Sanemi gruño y apretó con fuerza su mandíbula, su pequeño hermano era más inteligente que él en ese tema. 

- Yo me retiraré hermano. - con eso el pelirrapado se retiró de aquel lugar dejando al albino solo.

Su vista bajo y suspiro miro hacia enfrente los pocos rayos de sol que quedaban por ocultarse, con rapidez corrió hacia enfrente, la verdad es que sabía más somenos donde estaba pero su orgulloso estaba muy grande para perseguirlo pero en ese momento ese sentimiento lo estaba atrayendo.

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Sus ojos cayeron sobre las Esmeraldas que lo estaban viendo.

- Tú... Que haces aquí. - dijo afirmando su posición. - ¿Qué, bienes a atacarme? - fruncido el entrecejo.

- Si. - eso sorprendió al menor quien se alteró y su posición se fue un poco temblorosa.

- Vete al diablo, largo oh te voy a matar. - dio un paso hacia atrás al ver que el Albino iba avanzando.

- Hazlo. - dijo firmemente con su sería mirada.

Rey del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora