VI

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- Entonces eras tú - se separo para dar media vuelta y dar una gran distancia - ya vámonos akaza - ordenó sin ver a los demás.

El pelirosado lo miro por un rato y luego sonrió como si le vieran dicho algo gracioso - okey - respondió para apartarse del chico flama

Antes de irse el chico se colocó la máscara para ver aún lado - crean lo que quieran, aquí sólo idiotas se viene a suicidar y cualpa de akaza no es - aclaro para irse muy rápido siendo seguido por el pelirosa quien se veía feliz.

- La cagaste sanemi!- insulto la chica de hebras moradas.

El chico rodo los ojos con fastidio - sueltame ya, niña insecto!- ordenó en un grito.

La chica sonrió eso era una mala señal - hoy te quedarás ahí - sentenció- Gyomei-sam, puedes desatar a rengoku-sam - pidió.

El peliblanco cicatrizado comenzó a gruñir y forcejear y gritarle a la chica que lo soltara.

Al final lo dejaron sólo donde estaba amarrado con aquellas cadenas, sanemi de tanto forcejear para soltarse se terminó rindiendo por un momento para tal vez seguir después. comenzó a ver las estrellas y aquel dulce olor le invadió, le recordó al chico jabalí quien se creía superior, le desagradaba saber que ese olor proviniera de él y lo sabía ya que cuando se acercó se percató de ese olor quien lo hizo por unos segundos nublarle la vista.

Se quedó pensando de por que ese olor era tan atractivo para el, pero fue sacado de sus pensamientos al escuchar una rama quebrarse como si viera sido pisada. Rápidamente volteto a ver donde provenía el sonido y pudo ver aquellos ojos azules de la máscara.

- Que haces aquí - pregunto con desprecio y desagrado.

- Este es mi bosque, yo voy a donde yo quiero - respondió para quitarse la máscara y dejar ver su fino cabello y sus dos luces ojos - tu sólo eres un metiche quien te veniste a meter - se acercó a el.

- Ja, este bosque no tiene dueño, y si lo tuviera sería de alguien muy fuerte no un niño como tú - insulto con ironía.

- Fuerte?, yo soy muy fuerte - aclaro - acaso no recuerdas como te deje comiendo tierra?- pregunto ladeando su rostro y acercandose mucho a el rostro del cicatrizado

Aquella escena parecía de un niño curioso

- Eso sólo fue suerte niño. - respondió - y alejate, no hay necesidad que estés tan cerca, yo escucho bien - ordenó.

- Yo soy el que mando aquí!- lo agarró de las mejillas con su mano apachando sus cachetes - tu no das órdenes, no vez como estas?- pregunto con una sonrisa ladina.

Sanemi chasqueo la lengua con desagrado y meneo el rostro para quitarse las manos del chico - sueltame estúpido niño - ordenó apenas ya que apenas se le entendía.

- Tu eres el estúpido que no entiendes - apretó más.- pero quería pedirte algo - lo soltó levemente.

Sanemi ya estaba enojado demasiado por aquella humillación cosa que hizo que actuará como un niño, mordiendo la mano del chico con sus colmillos.

Inozuke se sobresalto, la pupila de sus ojos se volvieron pequeñas y inconscientemente comenzó a soltar más feromonas de lo usual cosa que sorprendió al peliblanco.

- Que haces !- pregunto para intentar no respirar aquellas feromonas

- Tu que mierda te pasa !- dijo el de hebras azules para levantar su rostro quien estaba rojo como tomate

Sanemi trago duro y se relamio los labios ya que los sintió secos al verlo.

- ah!, y dicen que los animales son los que muerden - gruño para lamerse la herida que salía sangre y feromonas, no entendía por que le ardía mucho, después de todo a él lo habían mordido en ataques de animales, pero no sabía por que tanto le afectaba aquella herida.

Rey del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora