Rey del Bosque

XI

No entendía que le pasaba a ese chico, pero le preocupa por el echo que tenía todas sus feromonas muy alteradas.

- ¿Ya estas más tranquilo? - ladeo su rostro viendo que las Esmeraldas dejaban de ver a un punto y dejaba de acariciar su nuca.

- Yo... Si - se quedó en silencio un momento analizando como podía decirle lo que había pasado. - ¿Tu eres Omega?

Esa pregunta sorprendió al peliburdeos pero asintió, tal vez así lo aliviaría.

- Si, ¿te paso algo? - nuevamente pregunto ya eso debía tener relación con el olor del cicatrizado que estaba impregnado en él.

- Yo...

No pudo seguir al escuchar como alguien más se acercaba.

- No te preocupes es tomioka~ - eso sorprendió a los dos chicos, el peliburdeos se quedó pasmado por aquello que hizo su pareja, no era usual que lo hiciera cuando se encontraba alguien más serca pero ahí estaba besandolo.

El de Esmeralda no entendió por que razón ese ojimar lo había visto mal como si le estubiera robando algo.

-Y-yo me tengo que ir. - con eso dicho con rapidez salió de ese lugar escuchando como el periburdeos lo llamaba pero en ese momento no quería sentir eso. Su cabeza se sentía quemar al solo recordar que ese mismo gesto había hecho el Albino con él, ¿acaso el tenía lo mismo con ese hombre?

No estaba viendo hacia enfrente, no sabía siquiera para donde iba pero se trompeso esta vez ligeramente con una piedra teniendo un dejavu de aquella escena, enserio que lo alertó mucho ya que justamente cuando vio enfrente ahí estaba esa persona acostada sobre un tronco, quería huir pero no pudo al oler sangre eso lo preocupó.

Empuño su mano al darse cuenta que estaba dormido el mayor, su corazón latía demaciado rápido mientras sus mejillas se calentaban, cada paso que daba se intensificaba aquellos síntomas, veía la herida, era de su palma de la mano, tenía un vendaje si así se podría decir pero era arriba de la herida para que no se desangra.

Inozuke suspiro y se acercó ya más serio, no podía irse ya que cada vez que lo pensaba se preocupaba, ni por el se preocupó tanto cuando tuvo heridas muy grandes.

Ya estaba ahí enfrente e hincado, tomó la mano delicadamente sintiendo como el mayor se movió un poco, eso lo alteró pero agradeció que no se despertó, con eso siguió lo que iba a hacer.

Con fuerza desgarro un poco de tela de su piel que tenía en su cintura mientras quitaba la poca tierra de la herida, le preocupaba lo que había dicho la chica de que si no la desinfectar se podía caer aquella parte del cuerpo, rápido negó con su rostro y miro al Albino al tener esa idea, él lo hacía con el mismo pero no lo había echo con nadie más, sus mejillas se ruborizaron.

- idiota no es difícil además no es gran cosa. - se dijo a si mismo. Lentamente bajo hasta la Palma de la mano del contrario teniendo la herida frente a sus labios, con los ojos cerrados comenzó a lamer la herida intentando desinfectarla.

Sentía un ardor sobre su mano que provocabá que sus sueños fueran acortados pero lo que hacia que se despertara fue ese olor, al instante volteo a ver justamente donde estaba su mano que era sostenida por ese niño, su mirada bajo donde el menor tenía los ojos entre abiertos viendo la herida mientras la lamia, sus latidos comenzaban a acelerarse más rápidamente cada que veía esa escena, se sentía mareado al intentar mezclar su olor de él y el niño, estaba cometiendo una locura, ya lo sabia, sabía que se iba a arrepentir como hace una hora posiblemente lo estaba haciendo por haber intentado hacerle daño al niño, pero a pesar que quería controlarse no podía, oh al menos al saber como se sentía estar dentro del niño provocabá que se negara a rechazar ese momento.