Soy todo un

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Alexander.

Me aburría en el colegio. Todo lo que necesitaba saber, lo aprendía en los libros, porque los maestros perdían más el tiempo en regañar a los otros que en dar la clase. Pero mi lugar favorito, no era la biblioteca del colegio, sino la librería del tío August; donde tenía permiso para leer lo que quisiera y le aconsejaba al tío qué libros merecían estar en vitrina. Si el libro se vendía bien, ganaba una comisión.

Pero antes de llegar a leer a la librería "Sueños por escrito", tenía que ir al colegio Bousant para que me «adiestraran». Y para pasar el tiempo, aprovechaba para experimentar cosas que había leído en algunos libros. Pero; ¿Cómo no hacer un experimento sin diversión?

El cohete con presión de agua, llamó mucho la atención y pareció divertido, hasta que fue a pegar a la ventana del profesor Rodríguez. ¿Alguna vez han visto a sesenta chicos y chicas salir corriendo y desaparecer de una cancha de baloncesto en cinco segundos? No diez, no veinte, sino cuarenta problemas de matemáticas fue el castigo impuesto.

En otro día:

—Ten cuidado con Rascal; ¿sí? —dijo Paul viendo como preparo la trampa.

—Por supuesto —respondí mientras preparaba el dispositivo.

Rascal era un lagarto monitor y la mascota de mi amigo Paul. ¿Y cuál era el plan? Meterlo al baño de las chicas y liberarlo justo cuando entrara una en particular. ¿Por qué?; porque nadie humillaba a mi amiga Nancy y se quedaba como si nada.

Nancy me pidió una buena broma para la arrogante de Leticia que se la pasaba molestándola. Y no podía ser más mala esa broma que la de meter un lagarto de dos metros y medio en su jaula en el baño y liberarlo por control remoto. A nuestra amiga le encantaba el lagarto, mas no así a nuestro objetivo, que le teme incluso a los pequeños. (Sí. Era todo un maldito hijo de... )

—¿Qué te hizo? —pregunté mientras unía el motor de drone a la jaula de Rascal.

—Muchas cosas. Pero últimamente se ha puesto más imprudente —explicó Nancy —. Ella sabe que mi familia no es tan rica como la suya, y se la pasa jodiendo con eso todo el tiempo. La última vez me derramó un jugo apestoso en el comedor y tuve que irme a casa con la peste. Fue muy humillante.

—Sí. Recuerdo ese día —comentó Paul —. Olías a...

—No lo digas, no quiero recordar —replicó ella.

—Bien, todo listo —dije al terminar la conexión.

Cuando Nancy nos indica, que el baño quedó despejado entramos la jaula y la escondimos en el último cubículo, con una nota que leía:

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Cuando Nancy nos indica, que el baño quedó despejado entramos la jaula y la escondimos en el último cubículo, con una nota que leía:

FUERA DE SERVICIO.

Ahora era cuestión de esperar y fue un rato. Incluso fuimos a clase y regresamos para vigilar, hasta que llegó. La engreída de Leticia, con su séquito de amigas cómplices entraron al baño seguidas de Nancy que, al intentar entrar al primer cubículo, se dio cuenta de que estaba ocupado por una profesora.

Ladrón de Besos(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora