Loryann
Una vez en la habitación del hotel, tomé a James de la mano y quise conducirlo al sofá. Hizo un poco de resistencia con una mirada que no acostumbraba y me sentí nerviosa. Sabía que esperaba una explicación y no pretendía negársela.
—Por favor —le dije y cedió.
Sentados en el sofá, él se cruzó de brazos como en espera y yo me recosté de su hombro esperando por mi parte a que me abrazara, pero él no se movía. Acababa de descubrir su lado cuando algo le molesta.
Suspirando, decidí comenzar a hablar.
—Creo que sé lo que piensas —dije y él se removió un poco.
—Ah; ¿Sí?
—Crees que me avergüenzo de lo nuestro por la diferencia de edad.
—Creía que eso estaba aclarado.
—Y lo está —me apresuré a responder, tragué hondo antes de continuar —. No es porque me avergüence, es por mi madre.
—Entiendo. Crees que no lo aprobaría y para ti es importante —afirmó esta vez echando su brazo sobre mis hombros. Eso me calmó y me motivó a seguir explicando.
—La doctora Claudia Shaw, no es tan relajada como mi padre —comencé a decir.
Y seguí con toda la explicación de la despampanante personalidad de la doctora. Expliqué mis reservas, el cómo quería evitar sus reproches al punto de que, si lo nuestro prosperaba hasta pasar a un paso más, prefería que ella estuviera ajena a todo hasta que se consumara.
Vaya. Luego de explicar, temí que mis palabras leinsinuaran que quería casarme. Aunque lo que realmente pensaba es que, hasta ese momento, no podía imaginarme sin saber de él.
Se incorporó un poco y me sometí a la idea de que, si él realmente estaba molesto, podría sugerir que termináramos. Y en lo más profundo de mi ser, temí que así fuera.
—¿Sabes lo que me molesta? —preguntó tranquilamente acariciando mi brazo para calmar la angustia que probablemente se me notaba en el rostro—. Que no confiaras en mí. Si te quedas callada, no puedo ayudarte.
En serio. ¿Qué hice para merecer un hombre tan bueno? Recosté mi cabeza en su regazo y comencé a llorar porque ahora estaba segura de que mi madre se enteraría. Lo que pasó era un notición, pura carne fresca para los reporteros y periodistas de farándula.
—Ey, no llores —dijo James calmado—. Enfrentaremos a tu madre juntos, si eso es lo que quieres, si realmente lo necesitas. Así, pase lo que pase entre nosotros, ya podrás enfrentarla en cualquier caso.
Me incorporé y lo miré a los ojos procurando reflejar determinación en mi rostro antes de besarlo con la pasión que su seguridad me encendía.
—De acuerdo, James —dije abrazándolo con fuerza—. No quiero seguir huyendo del juicio de mi madre.
Seguimos besándonos y mis manos juguetearon con su ropa para que estuviera cómodo. Luego tomé su mano y la guie por todas las partes que quería que me tocara.
James es un experto, sabe exactamente la presión que debe ejercer para hacerme sentir excitada y deseosa. Poco a poco nos exploramos, nos besamos y nos entregamos. Poco a poco, coló sus manos por debajo de mi cuerpo y me cargó provocando que me riera divertida al verme suspendida en sus brazos. Y así me conducía al lecho, justo como una pareja de recién...
Tocaron a la puerta. «¿Quién podría ser a esa hora tan imprudente?» James y yo nos miramos y él pretendía bajarme, pero yo no quise. En cambio, le pedí que me cargara a la puerta y yo me asomaría.
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Ladrón de Besos(Completa)
RomanceEsta historia de amor, comenzó en un colegio privado de Alabama. Alexander Díaz, es el típico chico que se mete en problemas sin buscárselos, pero la de cosas que se le ocurren, hasta que logra encontrar su pasión, la fotografía. Loryann Shaw, es...