Esta historia de amor, comenzó en un colegio privado de Alabama. Alexander Díaz, es el típico chico que se mete en problemas sin buscárselos, pero la de cosas que se le ocurren, hasta que logra encontrar su pasión, la fotografía.
Loryann Shaw, es...
Luego de almorzar, tenía que ir al centro de convenciones donde se realizó el desfile para una reunión. Phillipe nos felicitaría y daría un largo discurso sobre lo que tiene planeado para el próximo desfile.
Me sentí tan mal de tener que dejar a James, pero el deber llamaba. Por su parte, mi acompañante trataría de concertar otra cita con el playboy. «Digo, el señor Slama».
—No te preocupes —me dijo mientras me acompaña a esperar el taxi —. No me dejaré arrastrar a su apartado.
—Eso sería lo mejor —comenté riendo.
—De hecho, si se puede; me encantaría tener una cita contigo.
—¡Uhm! Cuanto apuro señor Ward —dije con coquetería.
—Bueno. Ya que no tenemos mucho tiempo...
Se quedó mirándome en espera de mi respuesta y luego de hacer una rápida revisión de mi agenda contesté.
—De acuerdo —respondí; y vuelvo a reír al verlo levantar los brazos en señal de victoria.
—¿Te parece bien a las ocho? —preguntó
—Está bien. Y prometo estar lista a tiempo.
—Bien. Otra cosa; ¿Qué prefieres? ¿Una cita CP; o una SC?
Lo miré confundida «¿Qué era eso?»; James leyó mi mente y esta vez fue él quien se echó a reír.
—Una cita CC es «Cena y Club»; SC «Solo Cena».
—Que gracioso —dije —. Clasificas tus citas.
—Así sé a qué atenerme —contestó sonriendo.
—Bueno —comencé a decir para seguirle la corriente —. ¿Qué tal una cita CB?
Se quedó unos segundos en silencio con el ceño fruncido y luego su rostro se iluminó al comprender.
—Así que quieres bailar —respondió —. Será todo un placer para mí.
—Pues si bailas bien, el placer será mío.
—Ya veo. Una prueba.
El taxi llegó en ese momento y James se apuró a abrirme la portezuela.
—Hasta luego entonces —le dije besando su mejilla bien afeitada.
Ya de camino al centro de convenciones, no pude evitar sonreírme. Iba a tener una cita con un hombre guapo e interesante. Así que, debía salir temprano de la reunión, porque muchas opciones de vestidos me cruzaron por la mente. Me volví a sonreír esta vez algo pícara, al pensar en que esa cita se podría convertir en CBS.
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Alexander
Por fin, luego de varios intentos mi editor respondió.
—Juegas sucio, John —argüí antes de que siquiera dijera hola —. ¿Desfile de modas?
